Después del día cargado de emociones de ayer hoy toca volver a hacer mochilas, guardar mapa de Budapest y sacar el de Praga, agotar los florines que nos quedan en el desayuno y el resto hasta agotarlos en cerveza y sacar nuevamente la moneda checa.
Hoy toca madrugón, a las 6:30 horas suena nuestro amigo el cansino despertador. Nuestro cuerpo dice que no se quiere levantar, pero nuestra cabeza le obliga.
Terminar de hacer las mochilas, la ducha de rigor y bajar al Spar a por algo para desayunar y 7 cervezotas, así nos quedamos con algún que otro centimillo de florín con los que ya no se puede comprar nada.
Tras cerciorarnos de que no nos dejamos nada salimos a la calle en busca de el autobús 8 que nos acerque hasta la boca de metro de Ferenciek Tere y una vez aquí cogemos la línea azul hasta Népliget donde si nos fijamos en el suelo hay cartelitos indicándote Orangeways.
Sino, también podemos fijarnos en los carteles que hay en los túneles de acceso a la calle, esto es algo habitual tanto en Budapest como en Praga, ponerte en cada salida del metro los números de los autobuses, tranvías, etc. Así que no tiene ninguna pérdida llegar hasta la estación internacional de Orangeways, que no es más que una esquina de una calle.
Nuestro autobús salía a las 9:00 horas, así que como llegamos con tiempo por si acaso nos toca esperar, pues hasta las 9:00 horas en punto no llego. Eso si el tío fue rápido y en cuestión de 10 minutos estábamos en marcha. Hoy si funciona la máquina de café y chocolate y también nos ponen una peli nada más salir, pero a cambio, no funciona internet.
BRATISLAVA
Como hay sueño nos echamos una cabezada hasta Bratislava. A las 11:00 horas el autobús para en la estación de autobuses de Bratislava. La parada dura poco, en la ida fue algo más de media hora y esta vez unos 10 minutos. Al poco de reanudar el viaje le pido un chocolate al azafato y muy amablemente me lo da. Yo voy escribiendo y escuchando música y Beatriz viendo las pelis y sobre todo escuchando música, pues las pelis estaban en checo con subtítulos en ingles.
PRAGA
A destacar del viaje que en la frontera entre Eslovaquia y República Checa el autobús paró y subieron al autobús una pareja de policías a los que tuvimos que enseñar la documentación, en nuestro caso el DNI, pues no hace falta pasaporte para viajar a estos países. El resto del viaje sin nada relevante que contar. La hora de llegada prevista era a las 16:30 horas y lo hicimos media hora antes.
El lugar de llegada el mismo del otro día, la estación de Florenc. Lo primero sacar un billete para el metro, echando cuentas nos salía más rentable coger un bono de 24 horas. Las maquinas no aceptan billetes así que a buscar un sitio donde nos cambiasen. Entramos en una especie de kiosco y al pedirle cambio para billetes del metro nos dice que que queremos que él también vende billetes, así que perfecto.
110 coronas cuesta el billete de 24 horas. Cogemos la línea C (roja) hasta I.P. Pavlova y aquí cogemos el autobús 22 hasta Krymska, donde esta nuestro alojamiento, que es el mismo de los primeros días, Arco-Pensión. Nos dan la misma habitación, así que subimos, dejamos las mochilas, colgamos el día de ayer en el blog y nos marchamos al centro a dar una vuelta para aprovechar la tarde.
Elegimos como destino primero el barrio judío, ya que es lo que menos hemos visto, pues solo estuvimos por aquí durante el tour del primer día. Hacemos un recorrido por todas las sinagogas, vemos también a través de una reja un trozo del cementerio, es el camposanto hebreo más antiguo de Europa, por la falta de espacio para enterrar a los muertos lo que hicieron fue cavar muy profundo y disponer los cadáveres en capas, se cree que hay más de 100.000 cuerpos.
Arriba en superficie las lápidas se disponen casi unas encima de otras, y una sola lápida puede tener el nombre de al menos 100 personas. Este cementerio dejo de usarse en 1789. También vemos el Salón de Ceremonias, que es el edificio más bonito, al menos por fuera.
Fue construido en 1906, y fue el equivalente a lo que hoy llamamos tanatorio. En toda esa zona hay algunos edificios muy llamativos por su belleza. De aquí vamos caminando hasta la Torre de la Pólvora, pero por calles distintas al otro día. Tras pasar la torre vemos que tenemos 3 edificios de estilos completamente distintos, la Torre de la Pólvora que es Gótica, la Casa Municipal que es Art Noveau y el Banco Nacional Checo que en su día debía ser un edificio barroco muy bonito pero que hoy en día es una mole que pasa desapercibido desde la época comunista. Todo ello está al lado de la Plaza de la República.
Una plaza donde celebran la llegada de la República el 29 de octubre de 1918. Es una plaza peatonal. De aquí nos vamos por la calle Na Prikope que antiguamente era el foso de la ciudad amurallada, hasta la Plaza Wenceslao.
Vemos en las ventanas de un pub diferentes artículos como unos esqueletos en un ataúd jugando a las cartas, una virgen adorando un cd, etc.
Entramos a lagunas tiendas de ropa a curiosear un poco. Más tarde paseamos por la Plaza de la Ciudad Vieja, vimos por última vez como el reloj daba la hora.
En mitad de la plaza habían puesto un pequeño escenario con las fotos de los 3 jugadores de jockey sobre hielo que murieron el otro día en el accidente aéreo, que aunque el equipo era ruso 3 jugadores eran checos. Debían de ser muy queridos porque debajo del escenario había miles de velas encendidas, poesías, bufandas, sticks y demás objetos del equipo y también muchas flores.
El siguiente destino fue el Puente de Carlos IV, volver a impregnarnos de la brisa del Río Moldava y de las vistas que desde aquí se obtienen.
Estuvimos viendo al mismo hombre que el otro día estaba tocando un instrumento de instrumentos raros hechos por él, lo que viene siendo un hombre orquesta, pero esta vez estaba tocando con los dedos copas llenas de agua, una pasada.
Después nos acercamos a escuchar a un terceto de 2 violonchelos y un violín. La primera canción que les oímos tocar era Nothing Else Matter de Metálica. Tocaban super bien.
Y tras un rato de olvidarnos que las vacaciones van llegando a su fin volvimos tranquilamente hasta la Plaza Wenceslao para comernos la última salchicha gigante en Praga.
Y con las mismas, metro, tranvía y al hostel a descansar que al día siguiente tenemos de nuevo que madrugar, pero esta vez para regresar a España.
Besos y abrazos según corresponda.
Que preciosidad!!! me ha encantado el barrio judio y el salón de ceremonias. Disfrutad lo poquito que os queda y muchisimas gracias por haver comparatido vuestro viaje tannnn bonito…..
Ha estado genia!!!! Buen viaje de regreso a España. Besitos. Mª Jesús.