El despertador suena a las 6:45 horas. Hoy como es sábado el desayuno no lo dan hasta las 9:00 horas así que tras la ducha toca bajar a un super a comprar algo, yogures líquidos y un brazo de gitano.
Cogemos el tranvía 22 hasta Namesti Miru y aquí el metro línea A (verde) hasta la última parada que es Dejvicka. Justo al salir a la calle una señal azul con un avión junto a una parada de autobús te indica claramente que ahí es donde se coge el autobús 119 que va hasta el aeropuerto. Nuestro destino es la terminal 2 que es donde salen los vuelos de wizzair.
Al llegar al aeropuerto lo primero buscar en los monitores donde tenemos que facturar. Aún no sale, y es que es pronto, faltan 2 horas para salir el vuelo. Hemos querido venir con un poco de tiempo por si acaso hubiera algún percance. Así que buscamos donde sentarnos y sacamos unos cafés de una maquina. Poco después facturamos y cruzamos el control. Vaya sobada nos pegan, tienen el escáner se conoce que muy fino y ahí pitamos todo el mundo.
Buscamos la puerta de embarque que es la C-18 y allí nos sentamos a esperar que abran. Beatriz compra unas cervezas y unas patatas tipo pringles de paprika para gastar las últimas coronas, tanto es así que no la llega pero la dejan pagar 14 céntimos que faltaban en euros, jjajaja.
La anécdota viene cuando a punto de abrir la puerta de embarque y todos ya en fila pasa un tío de la compañía y al que veía que tenia la maleta un poco grande le hacía meterla en el aparato metálico de medidas. La primera, una chica, y la maleta no entra, la dicen que según las normas si la maleta no cabe tienes que pagar 60 euros por llevarla y religiosamente han pagado. Esto lo pone bien claro en la página web donde pone «tarifa de equipaje en la puerta». Luego se lo han hecho a mucha más gente, pero todo el mundo apretujaba o sacaba alguna cosa y que hayamos visto nadie más ha pagado. Los primero han sido un poco pardillos.
Hablando en la cola con más españoles, porque claro era el tema del momento, comentábamos que a veces los low cost te pueden terminar saliendo más caros. Así que ya sabéis, si voláis con wizzair cuidado con el equipaje de mano que son muy estrictos, solo un bulto y de unas dimensiones máximas. Con unos chicos que hemos hablado cuando han ido a hacer la facturación online estando en Praga no les ha dejado la web, y por más que lo han intentado no ha habido manera, eso les ha significado tener que pagar 10 euros cada uno, solo te deja hacer la facturación online con 7 días de antelación. Nosotros la hicimos hace 3 días en un cibercafé y sin problemas.
Con las dos parejas que hemos estado en la fila, a las dos les han hecho meter la maleta, menos mal que ya se lo saben y se las tienen bien estudiadas, así que torciendo las ruedas por aquí y apretando allí han terminado entrando, con el aplauso del resto, jajaja ha sido divertido, aunque al que le tocaba, momento tensión…
El vuelo ha salido casi media hora tarde, normal con tanta tontería…. Teníamos que haber salido a las 11:20 horas. Las cervezas nos las hemos bebido en el avión acompañadas con las patatas paprika que la verdad es que estaban buenísimas. Hemos llegado a Madrid a las 14:45 horas.
Nuestra mochila la primera que ha salido en la cinta, así que rápido para afuera. Al ir a coger el móvil para llamar veo que me he quedado sin batería, pues se me olvidó apagarlo y de todo el viaje sin cobertura en el avión ha hecho ploff. Mientras llegaba el autobús 200 que nos llevara hasta la Avenida América busco un enchufe dentro de la estación y medio tirado en el suelo consigo llamar. El autobús llega pero viene tan lleno que casi se puede subir gente. Nos toca esperar al siguiente. A las 15:45 horas llega el siguiente, en este sí que podemos subir.
Llegamos a la Avenida América, compramos un billete para Burgos a las 16:30 horas y en esos minutos que tenemos nos comemos un bocadillo de tortilla de patata para llenar el estomago, claro está, con unas cervecitas y digo cervecitas porque parecen chupitos en comparación con las que nos hemos tomado.
El autobús sale puntual y el viaje hasta Burgos sin nada que reseñar, solo que esto es España y no hay wifi, ni azafatas bordes ni maquina de chocolate ni na de na, eso si el conductor por lo menos ha sido simpático, jeje. Y con las mismas hemos entrado en Burgos a las 19:05 horas y colorín colorado este viaje se ha acabado…
Dentro de un mes Nepal, pero esa será otra historia.
Gracias a todos los que nos habéis seguido y a los futuros lectores.
Besos y abrazos según corresponda.
Hola,
Budapest ya lo conozco, pero Praga no, así que me voy a poner a leer los relatos del viaje.
Las low cost siempre pillan a alguien con el tema del equipaje de mano, si el vuelo no sale con retraso son más estrictos.
Un abrazo.