MYANMAR, DÍA 21: DURO REGRESO A ESPAÑA

Lo primero de todo, noticia de última hora que acabo de leer y creo es importante:

Desde este pasado 1 de mayo de 2010 el gobierno militar de Birmania (Myanmar) ha comenzado a expedir visados a la llegada en los aeropuertos internacionales en Mandalay y Rangún (Yangón). Con esta nueva política se elimina la necesidad para los turistas y hombres de negocios de obtener visados de las embajadas de Myanmar en el extranjero o a través de la web Myanmar Visa. Así el gobierno birmano busca incrementar el turismo, que, juntamente con el desarrollo económico, se ha visto lastrado por las ya más de dos décadas de represión política a cargo de la propia junta militar.

Los precios y condiciones de los visados a la llegada a Myanmar son los siguientes: Visado para turismo: 30 US$ para 28 días, sin posibilidad de ser ampliado. Visado para negocios: 40 US$ para 71 días, con la posibilidad de ser ampliado. Visado para visita social: 40 US$ para 28 días, con la posibilidad de ser ampliado. Por último un Visado de tránsito: 18 US$ para 24 horas.

En todos los casos hay que disponer de un pasaporte con una validez mínima de 6 meses desde la fecha de llegada al país, un billete aéreo de vuelta desde Myanmar, y dos fotos carnet (4 x 6 cm) de los últimos 6 meses. Asimismo habrá que dar la dirección completa del hotel o guesthouse (reconocido por el gobierno, eso sí) donde nos alojaremos. El formulario a rellenar para el visado a la llegada se puede obtener de la propia línea aérea o bien en el documento PDF On Arrival Visa Form.

Ahora si vamos con el día o mejor dicho los días que quedan.

Hoy el despertador suena a las 8:30 horas. Ducha y a desayunar. Nos ponen papaya, una especie de chapati, huevos, tostadas con mantequilla y mermelada, zumo de naranja, café y té. Esto ya suena a final de verdad. Hoy nos queda el largo día de regreso. Jorge se pone manos a la obra para seleccionar las fotos para Tky y grabárselas en un cd, aparte de pasar fotos a Elena, copiarse fotos de Manolo y Elena, vamos un no parar en todo la mañana y parte de la noche de ayer, aun con resaca, jeje. Entre tanto oímos una megafonía por la calle y al asomarnos vemos una procesión de monjas en busca de las donaciones.

PROCESIÓN DE MONJAS EN YANGÓN

A las 11:00 horas llega Tky, que nos trae unos regalos para los chicos, un cenicero para Jorge y un longui para Manolo, este chaval tiene más detalles que un restaurante chino, jejeje. Tras pasar un momento por internet para ver si ha habido algún cambio de última hora con los vuelos vamos al hotel y vemos que está Ye esperándonos, que sorpresa!!!!!, no esperábamos verle ya, pero su jefe le ha dejado el coche para venir a llevarnos al aeropuerto. El calor que hace es insoportable, todo el mundo va con paraguas para mitigar el efecto solar.

Tras el check out y meter las mochilas en la furgo nos ponemos en marcha. Como vamos con un pelin de tiempo paramos a tomar algo junto a un lago. Elena y Jorge se piden un zumo de mandarina, y los demás agua y café. Tky pide también el último plato de mango y unas tempuras de verduras, rollitos rellenos de maíz, otros de calamar y patatas fritas. No nos deja pagar y nos dice que nos quiere invitar él, como despedida. La de kilos y kilos de mango que hemos podido comer en estos 21 días…

PROCESIÓN DE MONJAS EN YANGÓN

A las 12:40 horas entramos en el aeropuerto, nos despedimos de Ye que se tiene que marchar. El aeropuerto de Yangón es muy chiquitín, poco más que el de Burgos, jeje. Tiene solo 4 puertas de embarque. Lo primero que hay que hacer es pagar la tasa de salida que son 10 dólares por persona. Nos despedimos de Tky y le damos unos miles de Kiats que nos han sobrado, también le hemos regalado un libro de Vázquez Figueroa que se titula “Un mundo mejor”, para que practique castellano.

Después se cruza un control de equipajes y se llega a la cola para facturar, nosotros tenemos suerte pues no hay gente. Jessica, Elena y Manolo tienen todavía que esperar 2 horas pues su vuelo sale 2 horas más tarde que nosotros, Tky se queda con ellos. En facturación nos dicen que en Beijing tenemos que recoger maletas y volver a facturar, así que coñazo…

NUESTRA HABITACIÓN EN EL BEAUTY LAND HOTEL EN YANGÓN

Una vez facturado rellenamos un formulario de inmigración y cruzamos el control del mismo. Tras escaneo de pasaportes, foto y estampaciones de sellos varios pasamos a otro control de equipajes de mano, sin problemas nos acercamos a la puerta de embarque en 2 minutos. No hace falta venir con mucha antelación porque esto es muy pequeño y no se anda más de 100 metros. Es poco más que el aeropuerto de Burgos, jeje, solo hay 5 puertas de embarque. Dentro no hay ninguna sala para fumadores y queda hora y media para salir el vuelo, uffffff Jorge se desespera, pero… utilizando sus recursos se hace amigo de un chaval que trabaja en el aeropuerto y le dice que entre al servicio a fumar.

BEAUTY LAND HOTEL EN YANGÓN

Entra con él y se ríe continuamente mientras Jorge se hace su cigarro, como no tiene mechero, pues para que no se lo quitaran lo ha metido en la mochila de bodega, le pide fuego y el chaval tras dárselo le dice que se meta dentro de uno de los váteres. Hay una ventanilla con una extracción muy fuerte, así que allí no se queda ni rastro. Tras acabar esta fuera el chico esperándole y le dice que se lave y le trae hasta papel y todo para que se seque. Con esta gente da gusto… En la segunda ocasión fue tipo película, que entra alguien, Jorge se mete dentro de un servicio y el otro se pone a hacer que limpia, después Jorge asoma la cabeza y el otro le da fuego, jajaja.

GENTE PESCANDO EN UN LAGO EN YANGÓN

KUMMING

El vuelo sale en hora y nada a destacar en el, solo que nos dan una mini hamburguesa para comer. Llegamos a Kumming 2 horas más tarde. Otra vez tenemos que bajar del avión, osea que de parada técnica nada de nada. Al pasar el control de inmigración nos dicen que esperemos, que tienen que ponernos un sello en el pasaporte de una visa por un día. Nos quedamos solos, y ya viene un policía y nos dice que es que han tenido que ir a coger una llave para coger el sello, y nosotros vale… Vemos carreras de uno para allí, de otras para allá…

YANGÓN

Y por fin después de 10 minutos viene uno con la llave, pero no sabemos qué hacen que al cabo de otros 5 minutos nos dicen que la puerta es temporizada y que se les ha cerrado, por lo que tienen que ir a buscar otra llave y tardaran 15 minutos, otra vez carreras… un chico de la compañía nos está esperando para llevarnos hasta el avión, nos mira… Le miramos… Ya Jorge pregunta a una policía si puede salir a la calle que está a 40 metros a fumarse un cigarro y le dicen que no, pero que puede hacerlo en los lavabos. Le dan hasta un mechero y al entrar ve carteles de prohibido por fumar por todas partes, esto es China…

Mientras todo esto la policía ha ido al avión para decirles lo que pasa y que nos esperen. Cuando ya por fin nos dan nuestros pasaportes con el visado de un día, seguimos a todo correr al otro chico por todo el aeropuerto, cruzamos el control de seguridad de equipajes por donde lo cruzan la tripulación, y así tras una buena carrera por un pasillo que se nos hace interminable llegamos al avión. Todo esto hace que salgamos casi una hora más tarde.

ATASCO EN YANGÓN

BEIJING

El siguiente vuelo Kumming-Beijing dura 3 horas y nos dan a elegir entre arroz con pollo o con cerdo y elegimos cerdo… que estamos ya un poquito hasta… Del arroz con pollo, jejeje. Llegamos a Beijing y tenemos que recoger las mochilas y volver a hacer el chek in. Jorge se sale a la calle a fumarse un cigarro y cuando llegamos a facturación acaban de cerrar el vuelo y aquí empieza la tragedia.

Por más que insistimos no hay manera de que nos metan en el avión, les decimos que acabamos de llegar procedente de Yangón y que entre que hemos recogido las mochilas y buscado donde teníamos que facturar no nos había dado tiempo a más, ellos se agarran a que el vuelo está cerrado y?… bueno y que soluciones nos dais?… que nos pueden meter en un vuelo el día 8, Queeee!!!!!, eso es dentro de 3 días, no tenemos visado, no tenemos dinero chino…

MENÚ EN BIRMANO EN UN RESTAURANTE DE YANGÓN

Tras mucho insistirles y llorarles nos pasan a otra ventanilla y aquí las opciones que nos brindan son, coger un vuelo dentro de 1:30 horas, a todo esto ya se nos hacen las 00:00 horas y el aeropuerto está bastante vacío lógicamente, vía Frankfurt y nos costaba 1900 euros los dos, pero al poco nos dicen que solo hay una plaza en turista, el otro es en primera, el nuevo precio son 4500 euros, vamos ni de coña.

El tío insiste que el día 8 de junio podemos volar sin ningún problema y gratis. Jorge se va a ver si encuentra alguna conexión wifi para buscar por internet otras soluciones con otras compañías, porque todo lo anterior es con Airchina, pero nada, no hay ninguna abierta, lo único que consigue es que un policía le diga donde pueden dormir gratis, en unos sofás, como ve a más gente, vamos lo que viene ocurriendo en cualquier aeropuerto…

CAMINO AL AEROPUERTO DE YANGÓN

Beatriz seguía insistiendo pues al día siguiente tiene que estar currando… al final nos dicen que volvamos al día siguiente a las 10 de la mañana y que vayamos a una ventanilla donde el manager, y que si lo ve oportuno nos podría meter en un vuelo vía Frankfurt a las 14:00 horas gratis, pero no nos asegura nada, mientras tanto nos daban la posibilidad de pasar la noche gratis en un hotel. No nos quedaba otra así que a los 10 minutos viene un chico que nos dice que le acompañemos y al salir a la calle hay una furgoneta esperándonos, nos sube el equipaje y salimos de allí…

PUESTO MILITAR EN YANGÓN

A los 5 minutos llegamos a un hotel cerquita del aeropuerto y que se llama Golden Phoenix Hotel. No nos deja coger las mochilas, salimos de la furgoneta y nos dice que vayamos al mostrador de recepción a por la habitación y él mientras pone nuestras mochilas en el típico carro de los hoteles buenos. Nos dan la habitación 762 y a ella que vamos. El tío nos mete las mochilas hasta adentro. Pedazo habitación, pasillo largo, salón-dormitorio y 2 cuartos de baño, así que haceros a la idea, unos 80 metros cuadrados de habitación. Tenemos entre otras muchas cosas pantalla plana de 42 pulgadas…

Son las 2 de la mañana, 6 horas menos en España. Lo primero es llamar a casa para decir lo que ha pasado, vamos a recepción y preguntamos si tienen wifi o conexión para nuestro portátil en el hotel, nos dicen que en la habitación tenemos clavija para conectar el ordenador a internet gratis. Eso es lo que hacemos, pero como no tenemos micro no podemos hacer uso del skype, invento barato para llamar. Miramos las tarifas de movistar y vemos que nos sale a 6 euros el minuto desde el móvil. Volvemos a bajar a recepción y para hace llamadas internacionales tenemos que dejar un deposito de 100 RMB (moneda china, comúnmente conocida como yuan: 8,3 RMB=1 euro) como no tenemos RMB hacemos el depósito con la visa y el minuto sale a 1,3 euros.

HABITACIÓN EN EL GOLDEN PHOENIX HOTEL DE BEIJING

Subimos a la habitación y hacemos las correspondientes llamadas para que nadie se preocupe. Os podéis imaginar cómo pasa lo que queda de noche, mirando opciones por internet, que no vemos gran cosa e intentando dormir, cosa que se hace muy difícil, por la incertidumbre de que no sabemos cuándo vamos a poder coger un vuelo. A las 8:45 horas bajamos a desayunar que también lo tenemos gratis y entre lo que hay que no nos motiva y lo cerrado que tenemos el estomago, hace que solo comamos algún pastelito y Jorge un huevo frito con unas salchichas malísimas. Hasta el café estaba malo… Subimos a la habitación a por las mochilas, pues a las 9:30 horas tenemos que estar en el vestíbulo porque un autobús nos lleva al aeropuerto.

Poco antes de coger el autobús Beatriz se da cuenta que nos hemos dejado los pasaportes y el resto de documentación en la habitación… Si es que nos está mirando un tuerto… Corriendo a por ello, y ya cuando llega el autobús nos montamos con muchos nervios hacia el que pasara… Empiezan a sonar unas tracas de petardos que no se acaban nunca y vemos que viene un coche con una novia y la vemos bajar y todo del coche entre flores y más petardos.

BEATRIZ EN INTERNET EN LA HABITACIÓN DEL GOLDEN PHOENIX HOTEL DE BEIJING

A las 9:50 horas estamos frente al mostrador que nos dijeron y Beatriz le explica todo. Lo primero que nos dice tras mirar es que no puede hacer nada, que hoy está el vuelo lleno, y que volviésemos mañana a esta misma hora y quizás mañana podáis. No, no mira, tenemos que volar si o si, así que intenta hacer algo más, pero son chinos y no se molestan nada. El tío lo único que nos hace es darnos un certificado de vuelo cancelado rellenado y firmado por él. Tras insistir mucho, la dice a Beatriz que lo acompañe a otra ventanilla. Regresan y van a otra y nos dicen que nos pasemos a las 12:30 horas cuando estén a punto de cerrar el vuelo a ver si hay suerte.

Nosotros ya no sabemos si nos están diciendo esto para que no les demos el coñazo o si de verdad hay alguna posibilidad de coger el vuelo… Nos damos un paseo por el aeropuerto con un nudo en el estomago bastante grande, pues sin dinero, sin visado y lo peor, sin saber a ciencia cierta algo sobre el futuro inmediato…

VENTANILLA PARA PAGAR LA TASA DE SALIDA DE MYANMAR EN EL AEROPUERTO DE YANGÓN

A las 12:00 horas nos plantamos de nuevo allí para hacer presión, pero no nos dice nadie nada, a las 12:30 horas en punto Beatriz saca los pasaportes y se les planta en la cara de uno, pero este la dice que se retire que está atendiendo a otra gente. 10 minutos más tarde aparece una chica y Beatriz la vuelve a contar el rollo y la enseña un papel que nos habían dado esa mañana.

Nos dice que la acompañemos, la seguimos y vamos al mostrador donde se factura el vuelo a Frankfurt y vemos que sacan nos billetes… serán para nosotros?, nos miramos, intentamos sacar un mueca de alegría… la que nos ha llevado hasta allí nos dice que esperemos y se va con el papel. La del mostrador nos dice que pongamos las mochilas en las cintas. Nos decimos con las miradas que si, que esta vez sí que nos vamos… pero no nos dan los billetes, nos dicen que tenemos que esperar.

AEROPUERTO DE YANGÓN

Viene la primera chica y nos pide los billetes de avión de ayer y se los damos. Seguimos esperando, el vuelo sale a las 14:00 horas y son las 12:50 horas, la preguntamos a la del mostrador y nos dice que tenemos que esperar hasta las 13:00 horas que cierran el check in, si no viene alguien de los que faltan podremos volar, nos decimos que a zancadillas con cualquiera que ose pisar aquel mostrador… llega la primera chica corriendo y sudando y la entrega a la de facturación un papel que grapa con los billetes… esos 10 minutos se nos hacen como días… Por favor, darnos ya los billetes… miradas a todos lados, por si viniera alguien corriendo, pero por fin… a las 13:00 horas en punto nos dan los billetes…

Uffffff la sensación de sentir los billetes en nuestras manos ha sido inexplicable, después de dar mil gracias a las chicas últimas nos echamos a correr hacia el control de inmigración. Las expresiones de las caras han cambiado completamente, aunque hasta que no nos veamos volando no echamos todas las campanas al vuelo y más después de la experiencia de Beatriz y Berta hace 3 años… que justo en la puerta del avión las echaron para atrás… así que Beatriz ha dicho bien claro no quiere volver a pisar el aeropuerto de Beijing… Que está de los chinos de allí hasta los …

Lo que paso a la llegada al aeropuerto de Beijing fue por fumar un cigarro, pero podía haber sido por entrar al servicio o cualquier otra cosa. No es normal que cuando tienes una conexión tan justa, no te este esperando alguien para ayudarte ni nadie te informe de nada (como nos ha ocurrido en otras muchas ocasiones), y mucho menos que sabiendo que alguien tiene que coger otro vuelo cierren tan a rajatabla el checking.

AEROPUERTO DE YANGÓN

El control de inmigración sin problemas y más tarde el control de equipajes tampoco. Lo siguiente es coger un tren, tipo al de la T-4 de Barajas, que nos lleve hasta la terminal 3. Una vez bajados del tren echamos a correr siguiendo las indicaciones de la gate (puerta) E-62. Tras 10 minutos corriendo llegamos por fina ella. Hay una cola tremenda de larga, y a ella nos ponemos. Mandamos un sms a Berta para que sepa que salimos y para que nos vaya a buscar a Barajas, aunque no sabemos ni la hora ni la terminal, pero la ponemos que cuando lleguemos a Frankfurt y lo sepamos la confirmamos. Nos montamos en un autobús que nos lleva a pie de pista hasta el avión. Este es muy grande, es un boing 747 de 2 pisos.

YANGÓN

Cuando el avión se pone en marcha respiramos definitivamente y hasta nos quedamos dormidos, pero… tras hora y media recorriendo el aeropuerto regresamos de nuevo hasta la terminal, la razón?… nos dicen que tiene que repostar gasolina, que ha habido mucho tráfico aéreo y por eso ha tardado mucho en despegar y que cuando lo iba a hacer han visto que el depósito había bajado mucho, es verdad?, como te cuentan lo que quieren… total, que media hora más allí parados, lo que hacen 2 horas de retraso, claro nuestra pregunta es, podremos coger el vuelo Frankfurt-Madrid?… ya nos reímos porque esto ya parece de juzgado de guardia.

A mitad del vuelo desde Beijing Beatriz le cuenta el tema a una azafata y esta la dice que intentara ayudarnos a coger el avión, pero que no nos promete nada, pues vamos a llegar muy justos. Tocara otra noche en Frankfurt?… La primera comida que nos ofrecen es arroz con pollo o arroz con ternera, elegimos lo segundo. Y la segunda comida a elegir entre arroz con ternera o noodles con pollo, está claro que no nos libramos ni en el viaje…

PANEL INFORMATIVO EN EL AEROPUERTO DE YANGÓN

FRANKFURT

El viaje un poco pesado pues son muchas horas, en total eran 10 pero con el retraso de salida se han convertido en 12. Llegamos a las 20:15 horas de Frankfurt y a las 20:45 sale nuestro vuelo a Madrid. Intentamos bajar del avión rápido, pero esto con medio millón de chinos por medio es imposible. Al bajar la escalerilla del avión vemos que está lloviendo bastante así que rápidamente nos metemos en el segundo autobús. Nos llevan hasta la terminal en un viaje de poco tiempo pero que se nos hace eterno, queremos coger ese avión si o si.

Echamos a correr hasta el control de migración y al enseñarles los billetes nos dejan ponernos en una ventanilla sin cola. Seguimos corriendo por el aeropuerto siguiendo las indicaciones de nuestra puerta de embarque… los pasillos interminables, esquivando a la gente y cayendo gotas de sudor por la frente…

Por fin a lo lejos vemos nuestra puerta de embarque, un último esfuerzo, un último spring y… ya está. Vemos a la gente esperando y abren la puerta, lo que quiere decir que va con un pelin de retraso. Oímos hablar a casi todo el mundo en español, se nota que ya estamos como en casa. Nos montamos en el avión cada uno en una parte, pues nos han dado asientos separados, pero no importa, ya solo quedan 3 horas de avión, ya casi esta. El olor a sudor que desprendemos es bastante notable, lo sentimos por nuestros compañeros de avión, pero ellos están a nuestro lado sin saber lo que llevamos a la espalda…

CONTROL DE INMIGRACIÓN EN EL AEROPUERTO DE YANGÓN

MADRID

El vuelo en teoría son tres horas pero al llegar a Madrid estamos durante media hora sobrevolando la capital por un supuesto tráfico aéreo. Lo mejor la comida, nos dan macarrones al pesto con queso que nos saben a gloria y además una chocolatina. Aterrizamos con una hora de retraso a las 00:40 horas. Y si algo faltaba que nos sucediese en este viaje de vuelta sucedió… Al ir a recoger las mochilas estas no aparecen. Nos juntamos como unas 12 personas en el mostrador de reclamaciones de equipaje.

Todos hemos cogido el vuelo desde Frankfurt haciendo en él escala, procedentes de otros destinos. Tras poner la correspondiente reclamación saludamos a Berta y Santi y nos vamos al coche, que todavía nos quedan 2 horas para llegar a Burgos. Este último tramo sin retrasos y con tortilla de patata que nos han llevado pero que ni probamos, aunque ganas no faltaron, pero eran más las ansias de llegar a casa que la tentación de la tortilla.

2 días más tarde, por Seur nos llegan las mochilas a casa.

Como habéis podido leer, todo lo que puede pasar en un viaje de vuelta, ha pasado. Un viaje que tenía que haber durado 21 horas, han acabado siendo el doble. Ahora ya desde la tranquilidad de casa intentaremos reposar todo lo que nos ha acontecido durante estos 23 días y recordar los maravillosos momentos vividos en una tierra que seguro no olvidaremos nunca.

Elena, Jessica y Manolo han tenido un viaje de regreso perfecto sin retrasos ni complicaciones ni nada, así que un saludo a ellos también.

Al año que viene no se desde donde, más…

Besos y abrazos según corresponda