Hoy vamos a Yangón, pero antes comentaros brevemente unas cosas del final del día de ayer.
Anoche para cambiar nos fuimos a cenar a un restaurante indio y pedimos thalis (sopa de lentejas, arroz, patatas con salsa, especie de soja, alubias, chili y unas patatas grandes redondas). 1000 Kiats cada uno, faltaba el yogurt como en la India. Estaba bueno y se podía repetir. Por la calle vimos un trishaw con dos cerdos vivos atados encima. Y mientras cenábamos vimos la única ambulancia de todo el viaje. El calor bastante insoportable y el sitio donde estuvimos en internet digno de una película de los años 20. Con las mismas al fresquito de la habitación del hotel. Una vez allí estuvimos escribiéndole a Tky en su libro de recomendaciones y charlando un rato sobre las realidades de este país.
A las 6:40 suena el despertador, tras la ducha y hacer las maletas bajamos a desayunar. Hoy nos ponen el peor desayuno de todo el viaje, un plato de arroz viscoso, unas tortitas de arroz frito, tostadas con mermelada, un huevo frito y café o té. Lo único que se salvaba de todo, las tostadas. Tras hacer el check out nos ponemos en marcha a las 8:00 horas. Se nota mucho bochorno y está nublado, pero con las ventanillas se va bien.
Durante el camino seguimos viendo escenas cotidianas, a destacar la cantidad de tráfico de camiones y motos, sobre todo, a veces da impresión en los adelantamientos, pasan tan justos que piensas en el siguiente nos la pegamos… pero no hemos visto ni atropellos ni golpes, eso si camiones parados en mitad de la carretera arreglando un pinchazo, el motor o … pero no os penséis que se apartan a un lado de la carretera no, y lo de señalizar con antelación va a ser que para que…
Solo señalizan los camiones cuando te dejan pasar dando el intermitente izquierdo, al revés que en Europa. Al atravesar un pueblo paramos para hacer unas fotos a unos monjes en fila india encabezados por dos niños con un montón de cosas que llevan con un palo de bambú. Son constantes los pitidos para todo, aquí la prioridad siempre la tienen los camiones, luego autobuses, coches, motos, bicicletas y por último los peatones. Se sale en los cruces sin mirar, si te pitan te apartas y si no es que no viene nadie.
Atravesamos varias poblaciones que son comunidades principalmente indias, así que vemos a las mujeres ataviadas con sus sharis de vivos colores.
A las 11:00 horas hacemos una parada para estirar las piernas y tomarnos un té, el garito como todos, tienen mierda para parar un tren. Un sitio grande y cuando llegamos está vacío, pero al poco llegan 2 autobuses y no se la cantidad de gente que salen de ellos…
Al volver a montarnos hace ya bastante calor así que encienden el aire. Pillamos un pequeño atasco en un pueblo por la cantidad de vehículos de 2 ruedas que hay, más los camiones, Ye se desespera. Se pone a pitar como un loco, dar las luces, dar unos gritos por la ventanilla…, la gente aquí como en todo el mundo, al ponerse al volante se transforma. Vemos también dos vacas mochándose en mitad de la carretera lo que nos hace parar, igual que el camión que va delante nuestro. Al poco paramos a echar gasolina.
Dos razones por las que no hay casi surtidores, y la gran mayoría se echa a mano. La primera es porque muchas veces no hay electricidad y la segunda porque siempre están trucadas y si un galón tiene 4 litros y medio te echan solo 4, así que el resto va a parar al bolsillo del dueño. Tky nos dice de forma irónica que los dueños de gasolineras tienen 2 mujeres, porque como dice la frase más oída en el viaje (si tienes dinero tienes amor, no dinero no amor).
La gasolina aquí está limitada dependiendo de la región, por ejemplo 60 galones en Yangón, 80 en Mandalay al mes, si necesitas más tienes que ir al mercado negro, pero aquí cuesta el doble. En el año 2004 el precio de la gasolina estaba a un dólar el galón, actualmente un dólar el litro. Y en ese mismo año la gasolina estaba limitada a 4 galones a la semana por propietario de vehículo. Para poder echar gasolina tienen un cuaderno donde te van apuntando lo que echas, si no tienes cuaderno no te sirven. Cada año se cambia el cuaderno que está dividido por meses. La policía permite el mercado negro a costa de sobornos.
En una recta vemos unos cuantos policías y Tky nos cuenta que es un control. Paran a los camiones que, cómo van cargados excesivamente y eso no está permitido, a cambio de soborno les dejan seguir. Lo de siempre, con dinero todo se permite. Beatriz va atrás con Tky explicándole para que sirve cada uno de los medicamentos, pues le vamos a dejar todo. También le dejamos ropa, alguna mochilita, gorras, en resumen todo lo que a nosotros no nos sirve y a él, o a la gente de aquí sí. También los bolis y caramelos que nos han sobrado, casi todo lo llevará en el próximo viaje que haga al hospicio de monjes que estuvimos en Sagaing.
YANGÓN
Entramos en Yangón hacia las 13:00 horas, el caos circulatorio es total, y aquí no pasa como en otras ciudades de Asia, la gente conduce muy rápido. Los taxis y autobuses funcionan con gas, como en Tailandia. Pasamos junto a la Sein Yaung Chi Pagoda. Vemos edificios altos, pero la ciudad es caótica, los edificios están hechos polvo y muy sucios, la gente vive muy hacinada. Hay también edificios coloniales muy desastrados y al fondo vemos la Pagoda Shwedagon, que iremos a visitar por la tarde. Tras media hora de caos llegamos a un garito a comer.
Vaya sitio, de lujo, no pensábamos que en Myanmar pudiese existir algo así. Se llama Feel Express (viene en la lonely). Dentro hay muchos ventiladores que expulsan cortinas de vapor de agua para refrescar el ambiente. Es un restaurante de comida birmana. Elegimos mesa y Tky nos explica cómo funciona, es tipo bufet y hay como 100 platos diferentes, cogemos unas gambas rebozadas, rollitos, curri de pollo, curri de pollo picante, y pollo frito, todo esto te lo sirven con arroz. Hoy si que comemos como dios manda y casi casi el día más barato, hemos invitado a Tky y a Ye y todo por 17000 Kiats.
De postre nos traen una cosa muy rara, a ver si se explicarlo. Es como caramelo liquido con algo de sabor a café y tiene como si fueran huevas pero que no lo son, estaba rico. Las chicas al ir al lavabo dicen que es lo mejor que han visto en estos 20 días. De aquí al hotel, esta vez no vamos al Motherland Inn GH, porque nos comenta Tky que esta apartado del centro. Él conoce uno en pleno centro y de precio igual, se llama Beauty Land Hotel. Así podemos ir andando a la pagoda y a otras cosas que hay por el centro, porque el Motherland Inn GH está más a las afueras y la verdad es que alrededor no hay nada.
El Motherland Inn GH es una GH que está bien para quedarte al venir porque te van a buscar gratis al aeropuerto pero nada más. Vemos las habitaciones y conseguimos por 36 dólares los 5, 2 habitaciones con aire acondicionado, tv, etc. Así que encima más barato que la otra GH.
Dejamos las mochilas y les decimos a Tky y a Ye que no se vayan, que bajamos en un minuto. Nos metemos en el restaurante para despedirnos y darles la correspondiente propina a cada uno de ellos por lo bien que se han portado, sobre todo Tky que ha sido como un padre para nosotros.
Quitando el mal entendido del otro día, lo demás no podemos tener mejores palabras para él. No pongo aquí el mail de él por motivos de seguridad, pero si alguien que haya leído este blog quiere su dirección que me escriba, que gustosamente se la haré llegar. Son 100% recomendables sus servicios. Tras agradecimientos y abrazos nos despedimos para siempre de Ye, Tky mañana va a venir a la hora de ir al aeropuerto para acompañarnos…
Los del hotel nos explican el funcionamiento de toda la luz, porque no os creáis, pero tiene su miga. El aire acondicionado solo funciona cuando hay luz del gobierno, si es de generador solo funciona el ventilador y además tenemos una luz nueva que funciona por petróleo que cuando no funciona ninguna de las otras dos se enciende para tener una pequeña luz que ilumine la habitación, así que esta vez no tendremos que utilizar uno de las herramientas más usadas, la linterna.
Con las mismas nos vamos con un calor bochornoso y horrible a ver la pagoda más grande, famosa y venerada de Myanmar. De camino paramos en el mercado de Bogyoke Aung San, tiene 70 años y cuenta con más de 2000 tiendas. Damos una vuelta por él. Tky nos ha dicho que es para turistas y que todo es el doble de caro. Vemos artesanía, joyas y ropa principalmente, pero nada que merezca la pena así que volvemos a salir a la calle y como no sabemos muy bien por donde es, preguntamos. Tras 20 minutos andando sudando como pollos vemos por fin la Shwedagon Paya.
PAGODA SHWEDAGON PAYA
Cuesta 5 dólares por cabeza, los locales no pagan. A la entrada hay un puesto para dejar el calzado a razón de 500 Kiats, cosa que les decimos que no, que nos lo llevamos en la mano y nos dan una bolsita a cada uno para meterlos. Es el icono de Yangón como la Torre Eiffel es para París. Bagan lo es de todo el país. Para los budistas de Myanmar, es el lugar más sagrado del país, que todo birmano espera visitar al menos una vez en su vida como mínimo. La cúpula dorada tiene 98 metros por encima de su base.
Dice la leyenda que esta estupa tiene más de 2500 años de antigüedad, pero los arqueólogos sugieren que la estupa original fue construida por los mon, entre los siglos VI y X, aunque debido a los continuos terremotos que ha sufrido, ha sido reconstruida varias veces y su forma actual es de 1769. Damos una vuelta observando todo lo que hay. Vemos una gran campana, que nos comentan que fue traída en un barco hace muchísimos años. Nos dicen que la toquemos y nos hagamos una foto, después de pasar todos nos piden 1 dólar por persona, jajaja, nos damos la vuelta y hasta luego, aquí te quieren sacar por todo.
Hay también muchos fotógrafos que te hacen una foto en el acto, al vernos con las cámaras ni se nos acercan. Gente encendiendo velas, otros echando agua a los budas, otros rezando… la verdad es que vemos mucha actividad por todo el templo.
Al bajar el montón de escaleras que hemos subido antes, vemos en un puesto de libros a unos cuantos monjes enfrascados en la lectura. Hay también puestos de recuerdos y suvenirs. Decir que también hay un ascensor para subir. Al salir a la calle nos damos cuenta de que está lloviendo, poquito pero se nota como sube el calor también desde el suelo.
Decidimos coger un taxi para ganar tiempo y no mojarnos, tras regatear con un par de ellos nos llevan a los 5 en un coche al estilo birmano, es decir mucha gente dentro de un coche por 1500 Kiats hasta el hotel. Ya ha parado de llover, así que damos una vuelta por los alrededores y entramos a una tienda a comprar 2 cd vírgenes, uno para hacer una copia del cd de música que nos ha acompañado durante todo el viaje para Elena y que Ye a regalado a Jorge y el otro para pasarle unas cuantas fotos a Tky para que le sirva de book para poder enseñar a futuros clientes.
Vemos una hamburguesería y nos metemos a tomar unos batidos de fresa y Jorge de chocolate por 1000 Kiats cada uno. Con las mismas al hotel a pegarnos una ducha e ir a cenar.
Hoy toca tailandés y pedimos pad thai para todos recordando el año pasado en Tailandia. Lo pedimos de marisco y está realmente bueno aunque no es igual, pues le falta los camarones y los cacahuetes. Hoy como último día que es, nos tomamos unas cuantas cervezas que salimos con la cabeza un poco tonta, jajaja, tanta agua… Elena y Jessica se piden un batido de chocolate para rematar la faena. El restaurante esta a la vuelta del hotel, muy cerca de la Sule Paya y es muy recomendable. Todo por 24200 Kiats.
Con esto se acaba nuestro viaje por este maravilloso país, el siguiente post será escrito desde España contando el viaje de vuelta. Esperamos que hayáis disfrutado con todas nuestras aventuras y desventuras.
Ha sido un viaje que no olvidaremos, no ya tanto por lo monumental sino por todas las vivencias y sensaciones encontradas que hemos tenido durante estos 21 días. Mil gracias a Santi que sin su ayuda no podríamos haber escrito ni la mitad de los días y no digamos de las fotos que no habría ninguna. También dar las gracias a todos los lectores y sobre todo a los comentaristas. El año que viene más…
Besos y abrazos según corresponda.
BIENVENIDOS A CASA CHICOS: Sólo quería deciros que gracias de todo corazón por escribir todos los días en el Blog. Sé que es un coñazo, durísimo y a veces, incomodo, pero por todo eso, gracias por hacernos un poco partícipes de vuestro viaje y de vuestras experiencias. Además, gracias al Blog, no nos tendréis que dar el tostón contándonos el viaje por que ya lo sabemos todo!!! Es lo bueno del blog, ¿verdad? Bueno, que sed bienvenidos una vez más y descansad unas horas que os lo habéis ganado. Ah, el Autocid no pudo ganar ayer. Otro año más en la Leb Oro…
Hola EX viajeros… (continuación)
“ME SE…” olvidó … la cosa no podía terminar bien, es mucho pedir veintitantos días sin un mal encuentro, ¡ no es posible….!
“MIS – NUESTRAS, MALETAS …!!!!!!”, es que no se puede sacar billetes reducidos, luego pasa lo que pasa, que llegan las personas SI, pero las maletas se quedan ¿¿¿ — ???, vaya vd, a saber donde… –puedo dejar una muda para ir tirando jajaja-
Besos para todos los EX… (fin)
Yethy y Sra.
Hola EX viajeros…
Vuelta a casa…. No salió bien eso de quedarse para volver a empezar… o a caso era para ver como era un buen hotel… lo que fuera ya se durmió en casa, y como se duerme…EHEHEHY…
El problema de estar en casa es que hay que acudir al curro… por lo demás casi casi como estos días pasados… y que no hace tanto calor…
Si en Burgos no hace fresco… es que tenemos puesto el aire acondicionado todo el año…. jajaja….
Bueno ahora a poner lo ultimo que nos falta por saber..
BIENVENIDOS A CASA … que a pesar de todo es donde se está mejor… lo decimos nosotros que aun no hemos marchado a ninguna parte..
Besos para todos los EX…
Yethy y Sra.
buen viaje de vuelta :o)
Hola guap@s!!Todo llega a su fin, espero que tengais buen viaje, Dani tambien sale mañana de Tokio, pero el llega el lunes por la mañana a Bilbao, les dire lo de los cumples, el mio si que se os olvido je je!!Muchos besotes, y que no sea muy cansado el viaje, y gracias por el esfuerzo que supone escribir todos los dias y este año sobre todo con todas las dificultades qu teniais.