Eran las 4:10 horas y a las 05:45 cogíamos el tren, así que nos fuimos a los respectivos hoteles a pegarnos una ducha que nos despejase un poco. Yo al llegar a la habitación vi a Beatriz bastante enfadada y preocupada por mi, pues al levantarse vio que no estaba. Fue a la habitación de al lado a preguntar a Marina si sabia algo de mi, y la dijo que a partir de las 12 no sabia nada. Me pegue una ducha, hicimos las mochilas y nos bajamos a desayunar. Lo de siempre, café con leche, o te, y tostadas con mantequilla y mermelada y zumo. Nos fuimos a la estación de trenes y nos pusimos a la cola.
OLLANTAYTAMBO
Vimos a Balic y nos dijo que Justin no se había levantado, lo que nos hizo sospechar que no cogería el tren. Yo estaba que no me tenia, entre el sueño y que todavía estaba pedo… Cuando nos subimos al tren me senté y me quede frito a los dos segundos. Al llegar a Ollantaytambo me despertaron. Fuera había unos cuantos autobuses para llevarnos hasta Cuzco. Nos subimos a uno de ellos, nos costo 10 soles cada uno. Desde arriba vimos a Salva y Arturo subirse en otro de los autobuses. Fui también todo el camino dormido hasta Cuzco.
CUZCO
Que bien se pasa de fiesta, y que mal el día de después, y más cuando se tiene que viajar. El autobús nos dejo en la Plaza de Armas de Cuzco. Beatriz, Óscar y Yo nos fuimos a la estación de autobuses a comprar los billetes para ir a Pisco, mientras Marina se marcho al hostal, pues como no sabíamos a que hora saldría el autobús, quería hacer unas cosillas. De paso se encargo de recogernos las alfombras que traería nuestro amigo del mercadillo, con el que habíamos quedado a las 10:00 horas.
Los billetes de autobús los cogimos con la empresa Civa y nos costo 70 soles cada uno. Cogimos un taxi que nos llevo hasta el hostal. El hombre del mercadillo llego bastante puntual y con unas cuantas alfombras, de las cuales Marina escogió un par de ellas. La verdad es que son preciosas y además super suaves. Dobladas ocupaban poco así que no hubo mucho problema para meterlas en la mochila. Nos acostamos un poquito hasta la hora de comer.
Fuimos a comer al mismo restaurante que días atrás nos había recomendado Jesús y que comimos muy bien, El Mundialito. Después de comer volvimos al hostal a por las mochilas y a despedirnos de todos. Jesús amablemente nos acerco hasta la estación de autobuses.
Aquí como siempre tuvimos que pasar todo por el arco de seguridad y ticket en cada mochila con el consiguiente resguardo para nosotros. Y también como siempre pagar la tasa de embarque de 1 sol. El autobús estaba bastante bien, con 2 pisos y a nosotros nos toco en el piso de arriba delante del todo. Asientos de cuero que se hacen semi cama y nos dieron algo para cenar como en un avión. Salió bastante puntual, a las 18:00 horas.
Vimos alguna peli que nos pusieron, otros ratos charlando y otros leyendo. Casi toda la noche durmiendo tapados con mantas que también nos proporcionaron.
Besos y abrazos según corresponda
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