El Monte Hijedo es una gran masa boscosa situada entre el municipio burgalés de Santa Gadea de Alfoz y el cántabro Riopanero, del Valle de Valderredible.
Históricamente el Monte Hijedo ha pertenecido a Cantabria, hasta la cesión de estos territorios a Burgos (Castilla y León). La parte norte del bosque pertenece a la provincia de Burgos y la parte sur a la Comunidad Autónoma de Cantabria. El monte está atravesado de norte a sur por el río Hijedo. Tiene la protección de Reserva de la Biosfera. Es uno de los bosques más notables e interesantes desde el punto de vista ecológico de Castilla y León, que pronto contará con la declaración de Parque Natural.
HISTORIA
Gran parte de la madera que se sacó en el pasado de este bosque, sirvió para construir parte de la Armada Invencible y para las traviesas del ferrocarril Santander-Mediterráneo.
Los robledales comenzaron a sufrir intensas explotaciones en la Edad Media para cubrir las necesidades de leña y carbón. En el siglo XVII, para fomentar la construcción de navíos, la marina obtuvo privilegios en la administración de los bosques. Se les permitía cortar todos los árboles adecuados para fabricar embarcaciones. Posteriormente, en los siglos XVIII y XIX la madera de roble se utilizó para la elaboración del carbón destinado a las ferrerías.
En la actualidad, el bosque del Hijedo se recupera debido al abandono rural, el empleo de nuevos combustibles y la implantación de cortas selectivas a partir de la segunda mitad del siglo XX.
El sendero de Monte Hijedo nos va a permitir conocer uno de los robledales de roble albar más extensos y mejor conservados de la cornisa cantábrica.
CENTRO DE VISITANTES
El Centro de Visitantes de Monte Hijedo se encuentra en la localidad cántabra de Riopanero. Está situado en una antigua casa-torre de origen medieval, que se conoce como la casa de los Capellanes.
La visita permite conocer las formas y maneras en las que la sociedad se ha relacionado con los bosques a lo largo de la historia y como ha ido aprendiendo a aprovechar los recursos que este ofrece. Su madera ha sido fuente de energía para las ferrerías y materia prima para los carpinteros.
A los niños les dan una hoja con huellas para que durante la visita vayan siguiéndolas e interpreten a que animal pertenecen. Vemos un documental que dura poquito, es muy ameno y ayuda a comprender a peques y adultos de una forma divertida el paisaje que tenemos fuera.
En la planta de arriba de la torre hay un mirador con un observatorio destinado a la interpretación del paisaje que circunda al centro. Varios telescopios nos facilitan la observación de detalles lejanos.
INFORMACIÓN Y RESERVAS:
Teléfono gratuito: 900 649 009
Reservas on line: http://provoca.cantabria.es
Horario de verano:
Del 1 de julio al 31 de agosto, de martes a domingo, de 10:00 a 15:00 y de 16:00 a 19:00 h.
Martes, jueves y sábados: rutas guiadas al entorno de los centros.
Miércoles, viernes y domingos: actividades y talleres.
Horario de invierno:
Del 1 de septiembre al 14 de diciembre y del 15 de marzo al 30 de junio, de viernes a domingo, de 10:00 a 15:00 y de 16:00 a 19:00 h.
Sábados: rutas guiadas al entorno de los centros.
Viernes y domingos: actividades y talleres.
RUTAS POR MONTE HIJEDO:
Monte Hijedo es un paraje en el que he estado varias veces y que siempre me ha cautivado. Todas las épocas del año tienen su atractivo, pero la primavera y el otoño creemos que son las de mayor esplendor. Es un lugar con mucho encanto y no es muy conocido. Se pueden hacer 3 rutas principalmente.
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- Una en la parte burgalesa desde cerca de Alfoz de Santa Gadea, de 11,4 Km. (unas 3:30 horas). Dificultad moderada. Está señalizado como PR-BU-30.
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- Otra en la parte cántabra, desde Riopanero hasta casi el límite con Burgos de 7 Km. (unas 2 horas, ida y vuelta). Dificultad fácil. Está señalizado como GR-99.
- Y la ruta completa desde Riopanero y que es una mezcla de las 2 anteriores. Tiene 18 Kilómetros, se tarda unas 5:30 horas y es circular. Dificultad moderada. Esta última es la que vamos a proponer a continuación.
DATOS PRÁCTICOS:
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
Cuando llegamos con el coche a Riopanero veremos unos carteles que indican a la izquierda el Centro de Visitantes y a la derecha la ruta. Para llegar al Centro tendremos que atravesar todo el pueblo y para hacer la ruta podemos ir por una pista durante unos 2 km. hasta un pequeño parking donde podremos dejar el coche. La pista es apta para cualquier vehículo aunque hay que ir con precaución pues tiene algunos baches.
Nos ponemos las pequeñas mochilas donde llevamos agua y unos frutos secos, cogemos los bastones y empezamos a caminar. Continuamos por la pista por la que hemos venido con el coche siguiendo el GR-99. Pronto nos adentramos en el bosque. Los árboles que más abundan son el roble albar y algunos hayas.
SABÍAS QUE… el robledal albar suministra alimento y cobijo a numerosos animales silvestres, tanto a mamíferos (corzo, jabalíes, lirones o lobos) como aves (búhos, lechuzas, cucos o herrerillos).
Al cabo de 1 km. llegamos al Refugio de la Corva. Un pequeño refugio que está abierto y que podemos usar en caso de mal tiempo.
En el refugio giramos a la izquierda. El paisaje es precioso, llevamos a nuestra izquierda el Río Hijedo. Vamos caminando y adentrándonos en un bosque cada vez más cautivador.
Vemos a lo largo del camino varias cascadas pequeñas que en primavera le dan un toque pintoresco y de frescor.
Al cabo de unos 2 km. desde el refugio de la Corva, cogemos un cruce indicado a la izquierda y tendremos que atravesar el río en varias ocasiones. Si baja con mucha agua será difícil cruzarle.
Como medio kilómetro más adelante atravesaremos a la provincia de Burgos. Este punto limítrofe se conoce con el nombre de la «Cruz de la Raya». Al cabo de poco más de 5 kilómetros desde el inicio de la ruta, llegaremos a un cruce donde veremos el cartel de la ruta circular por la parte burgalesa. Nosotros cogeremos el sendero de la derecha, dirección norte siguiendo el río. Desde aquí tenemos unos 5,5 km. hasta la Cabaña de Hijedo. Empezaremos a ver algunos tejos (algunos tienen más de 300 años) y acebos por todas partes.
CURIOSIDAD: Según algún paisano del lugar, el dicho para ligar de «Tirar los tejos» proviene de que antiguamente los mozos del entorno, cuando les gustaba alguna moza, la tiraba unos frutos del tejo y si ella los recogía era señal de que había interés en él.
Ahora iremos siguiendo las marcas blancas y amarillas que van señalizando el PR BU-30 (ruta circular), así como los postes señalizadores. Vamos atravesando el bosque entre robles y hayas. Es un lugar mágico y con suerte podremos ver algún corzo. Parece ser que el lobo se está recuperando y en los últimos años también se ha confirmado la presencia esporádica del Oso Pardo.
Después de disparar unas cuantas decenas de fotos llegamos a la Cabaña de Hijedo. Un buen lugar donde reponer fuerzas.
La Cabaña de Hijedo se empezó a construir a principios del siglo XX. Es un palacete de corte regionalista formado por un caserón, una pequeña ermita y dependencias de servicio. En medio un gran patio central ocupado por un enorme tejo centenario.
Un poste indicador nos señala el camino para llegar tras 2,5 Km. al inicio de la ruta circular donde estaba el cartel. El camino de nuevo se interna en el bosque, y encontraremos rincones, árboles, setas dependiendo del momento en el que hagamos la ruta, difícil de olvidar. El acebo está por todas partes.
Una vez lleguemos al cartel solo nos queda girar a la derecha y regresar por el mismo camino hasta el coche, volviendo a cruzar el arroyo unas cuantas veces. Una ruta sencilla, preciosa y muy recomendable. La única dificultad es la distancia recorrida y que el arroyo no lleve excesiva agua.
Podemos quedarnos a dormir en alguno de los hoteles rurales de la zona. Toda esta zona tiene cosas interesantes como la ruta de las ermitas rupestres por el Valle de Valderredible. Y localidades como Santa María de Elines y su maravillosa colegiata románica u Orbaneja del Castillo con su impresionante cascada y sus famosas formaciones de los camellos dándose un beso.
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