Amanece con tormentón. Decidimos ir a comprar al super antes de la ruta de hoy, porque nuestros horarios son incompatibles con los de los supermercados. En Francia a las 7 de la tarde como muy tarde, está todo cerrado. Colocada la compra, salimos.
AUTOIRE
Primer pueblo que visitamos, Autoire. Tenemos 111 kilómetros y 1:45 horas.
Es un pintoresco pueblo medieval situado en el departamento de Lot. El pueblo de Autoire, está situado en un impresionante circo formado por altos acantilados calcáreos y espesos bosques que hacen que quieras caminar por ellos.
Llegamos al parking y sí o sí hay que pagar. Son 2€ todo el día.
De aquí parte la ruta hacia una cascada. Está a 1200 m y vas caminando al lado del río. Hace bochorno y el calor empieza a apretar. La ruta nos lleva parte por sombra y parte por sol. Se hace cómoda la pequeña caminata.
La cascada tiene una altura de 33 metros. Cae poca agua, pero aún así está preciosa.
Hay poca gente y a pesar de que hay carteles prohibiendo el baño, hay una pareja en el agua. Estamos un rato disfrutando y haciendo fotos.
Nos acercamos al pueblo, lo paseamos y lo disfrutamos. No hay rincón al que mires que no haya un palacio, chateau, casoplón,…
Nos gustaría poder entrar en todas ellas y descubrirlas. Que bonitos son todos los pueblos que estamos visitando. No es de extrañar que esté clasificado como uno de los pueblos más bonitos de Francia.
Rodeamos la iglesia románica de San Pedro del siglo XI. La iglesia está abierta de 10 a 19 horas. Entramos, es pequeñita pero tiene su encanto y, además, hace fresquito que hoy se agradece.
Tras callejear por este pequeño pueblecito regresamos al coche. Al llegar al aparcamiento, comemos, ya que hay mesas a la sombra. Menú: salmorejo y bocatas de salami a las finas hierbas.
Partimos hacia Carennac, 11 km y 15 minutos.
CARENNAC
A orillas del Dordogne descubrimos el pueblo de Carennac, dentro de la denominación de «los pueblos más bellos de Francia» con todo su aire medieval.
La fundación de un priorato por la poderosa abadía de Cluny en 1047 marcó su destino. A partir del siglo XIII, la ciudad se desarrolló en torno a su rico priorato, que constaba de edificios monásticos, una iglesia y un claustro…
En Carennac, en el corazón del Valle del Dordogne, las casas han conservado sus ventanas esculpidas. Entre los atractivos de este precioso pueblo medieval figuran la iglesia románica de San Pedro con su tímpano del siglo XII, el castillo de los Deanes y el priorato cluniacense del siglo XI.
No ha olvidado nada de la época en la que albergaba a Fénelon (Filósofo, teólogo, escritor, poeta y sacerdote católico, recordado por su libro «Aventuras de Telémaco», un escabroso ataque a la monarquía francesa, probablemente publicado en 1699).
En el cielo, una elevación de torrecillas y de altas chimeneas, recuerda toda la elegancia de un pueblo clasificado «pays d’Art et d’Histoire».
Paseamos y al cruzar la puerta del castillo, nos topamos con la puerta de la Iglesia de San Pedro con su precioso dintel.
El Castillo de Doyens se puede visitar de forma gratuita y tiene una exposición permanente. Lo visitamos, al menos estamos fresquitos. Realmente no tiene nada interesante, ni la exposición ni las estancias del edificio en si.
Al salir nos compramos unos helados. Que ricos!!! Callejeamos y a por el coche. Comentar que a la entrada hay un aparcamiento de pago, 3€ la jornada y algunos aparcamiento gratis en la calle principal.
Continuamos, ponemos en el GPS Rocamador y nos marca desde aquí 34 km y 50 minutos.
A continuación video resumen de Autoire y Carennac:
ROCAMADOUR
Hay 5 parkings numerados del 1 al 5. Cuanto más te acercas en teoría más se paga o al menos esa sería la lógica. Hay 4 aparcamientos en la parte de arriba y el numero 5 que se localiza en la parte de abajo del pueblo.
Cuestan 6€ y se paga hasta las 22:00 horas. Además vemos alguna calle en la parte de arriba que tiene una zona azul al uso, es decir se paga por el tiempo que vayas a estar. Aquí es donde lo dejamos nosotros y como son las 5 de la tarde ya no pagamos nada.
Es una ciudad sagrada suspendida en el acantilado del cañón que ha ido formando durante miles de años el Río Alzou, afluente del Río Dordoña. Sus casas, techos e iglesias parecen ser parte de la roca. Hay tres partes diferenciadas, arriba presidiendo el acantilado está el Castillo, debajo el Santuario y abajo la villa medieval.
Ya, en la Edad Media, Rocamadour despertó admiración. En el siglo XII , los peregrinos viajaban por toda Europa para venir a rezar aquí.
El pueblo de Rocamadour es conocido como ciudad sagrada y lugar destacado de peregrinación. Cada año unos 30.000 devotos de su virgen negra y peregrinos acuden a Rocamadour. Se dirigen a los 12 santuarios excavados en la roca (hoy en día 7) de Rocamadour, entre los que destacan la capilla de Notre-Dame, donde se encuentra la Virgen negra de Rocamadour. También la basílica de Saint-Sauveur (San Salvador) y la capilla de Saint-Michel.
Fue arrasado por las guerras religiosas y reconstruido prácticamente por completo. Rocamadour es visitado actualmente por unos 1,5 millones de turistas, siendo el segundo lugar más visitado de Francia después del Monte Saint-Michel. La localidad está catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Vamos caminando hasta el castillo. Vamos divisando la abadía cayendo por el acantilado de 120 metros de altura y abajo el pueblo. La verdad es que es una imagen muy bonita, tiene buena pinta el lugar.
Llegamos, abre de 9 h a 19 horas. Solo se visita el paseo de ronda. El castillo es privado, así que hay que conformarse con el exterior. Las vistas desde arriba merecen la pena.
Para entrar al Castillo hay que cruzar una barrera que se abre solamente con monedas de 2€. No hay nadie, es importante saberlo y llevar las monedas, pues de lo contrario no podrás pasar.
Como decíamos antes, del castillo se ve muy poco, lo que merece la pena son las espectaculares vistas.
De aquí bajamos hacia el Santuario de la Virgen Negra. El camino de bajada es un vía crucis. Hay 2 tramos de ascensores para bajar hasta abajo desde el Castillo. Recorren los 150 metros por el interior de la roca que separan el Castillo del Río Alzou. En este enlace puedes ver horarios y precios. La parte de la abadía tiene una escalinata monumental con 216 escalones. Los antiguos peregrinos lo subían de rodillas, hay lo dejamos por si a alguno le apetece, jeje.
El Santuario es un conjunto religioso mariano construido en sucesivas etapas desde el siglo XI, la mayor parte de sus edificios religiosos datan del siglo XII. El horario de visita es de 8 a 20 horas y es gratuita su visita.
«La leyenda cuenta que San Amador era un ermitaño que había vivido por aquí. Esta leyenda fue difundida por los benedictinos. Es lo más creíble. Sin embargo, otra leyenda más espectacular apareció a finales de la Edad Media, diciendo que Zaqueo (rico publicano de Jericó casado con La Verónica del Evangelio) llegó con su familia a estos parajes, después de la muerte de Cristo. Allí tomó el nombre falso de Amator o Amadour. Una vez instalado, fundó un pequeño oratorio en una roca que más tarde sería llamada Roche d’Amadour (Roca de Amador, Rocamador), con una mezcla de términos entre la Roca Mayor y la Roca de Amadour».
Es un gran santuario de peregrinación a la Virgen Negra. Una pequeña virgen negra románica del siglo XII presidiendo el altar.
Merece muchísimo la pena. La capillita de la Virgen, es recogidita y muy mona.
Recorremos todo el conjunto y hacemos muchas fotos. Es un lugar que transmite mucho.
Continuamos descendiendo por la escalera monumental hasta llegar a la calle principal de la villa. Como siempre vemos casas muy cuidadas.
Para volver al coche tenemos que hacerlo saliendo del pueblo por la calle principal y subiendo poco a poco, pero de forma tendida por una calle hasta llegar a una iglesia. En nuestro caso el coche lo tenemos al lado de esta iglesia.
El calor ha sido sofocante todo el día. Sólo queremos beber agua. La vuelta a casa, el GPS marca que de Rocamadour a Primaube tenemos 123km y 1h45 horas.
A continuación un video resumen de nuestro paso por esta bella localidad de Rocamadour:
Llegamos cansados, ha sido paliza. Cenamos pizzas y ensalada. Duchas y a la cama.
Besos y abrazos según corresponda
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