Aveyron es un departamento francés situado en el sur del país. Forma parte de la región de Occitania desde 2016, anteriormente pertenecía a la región de Midi-Pyrenees. Tenía una población, en 2012, de 276.229 habitantes.
Aveyron es uno de los 83 departamentos franceses creados el 4 de marzo de 1790 durante la Revolución francesa.
Los primeros habitantes históricos de la región fueron miembros de la tribu gala llamada por los romanos: ruthenii (Rutenos).
El Aveyron es un mosaico de regiones. Cada una tiene sus paisajes y su identidad, su arquitectura y hasta su forma de hablar. Solamente recorriendo algunos kilómetros y atravesando un valle, ya habremos entrado en otro mundo. Las vacas han sustituido a las ovejas, las hayas a los nogales y las mesetas áridas han dejado paso a grandes praderas verdes. Sin embargo, tienen un punto en común: la autenticidad y el carácter.
Este primer día lo utilizamos, en su mayor parte, para llegar a la región. Desde Burgos tenemos 712 kilómetros hasta La Primaube, que es el pequeño pueblo donde hemos cogido un apartamento que nos va a servir de campo base para estos 10 próximos días. Está a 8 kilómetros de Rodez y prácticamente es el punto central de Aveyron.
Tras un buen madrugón, nos ponemos en camino. El gps nos marca algo más de 8 horas de camino. En la parte francesa vamos en su mayor parte por autopista de peaje. (unos 35€ en total).
Unos 90 kilómetros antes de Toulouse paramos en un área de descanso a comernos unos bocatas y continuamos ruta hasta Albi. Es una localidad importante a visitar en Occitania, perteneciente al departamento de Tarn, que teníamos ganas de conocer.
ALBI
La ciudad tiene su origen en tiempos del Imperio romano. Albi es una localidad y comuna francesa situada en el departamento del Tarn, del que es capital, en la región de Occitania. Cuenta con 51.199 habitantes. Se sitúa a orillas del río Tarn y es conocida como la ciudad Roja. Una de las razones y motivos de la fama de su color, además de Toulouse, han sido las arcillas del río que baña esta localidad, materia prima para elaborar los ladrillos rojos que caracterizan su arquitectura local, ya sea en su catedral, en sus casas, puentes, palacios o molinos.
El obispado de Albi fue establecido en el siglo IV, en el momento de la creación de la ciudad, separada del territorio de la ciudad galorromana de los Rutenos. Implantada en un sitio elevado, fortificado en la época gala y que dominaba el río Tarn.
Según la comprensión cátara, el Reino de Dios no es de este mundo. Dios creó cielos y almas. El Diablo creó el mundo material, las guerras y la Iglesia católica. Ésta, con su realidad terrena y la difusión de la fe en la Encarnación de Cristo era, según los cátaros, una herramienta de corrupción.
HISTORIA DE LOS CÁTAROS
El catarismo fue la doctrina de los cátaros (o albigenses), un movimiento religioso cristiano de carácter gnóstico que logró arraigar, hacia el siglo XII, especialmente en la región del Languedoc, la protección de algunos señores feudales vasallos del Reino de Aragón. Secta herética de los albigenses, desarrollada en los siglos XII y XIII, tanto es así, que es de donde toma su nombre. Esta secta religiosa, dotada de un profundo fervor, surge frente al problema del mal, recurriendo al sistema dualista de tipo maniqueo: todo lo carnal procede del mal y la adhesión al Dios del bien exige una abstinencia carnal. Trataban como iguales a las mujeres, aceptaban las diferencias de credo y defendían que el infierno no existe. También se le llamó «la secta de los tejedores» por el hecho de que los tejedores y los vendedores de tejidos eran sus principales difusores en Europa occidental.
Para los cátaros, los hombres son una realidad transitoria, una «vestidura» de la simiente angélica. Afirmaban que el pecado se produjo en el cielo y que se ha perpetuado en la carne. La doctrina católica tradicional, en cambio, considera que aquel vino dado por la carne y contagia en el presente al hombre interior, al espíritu, que estaría en un estado de caída como consecuencia del pecado original. Para los católicos, la fe en Dios redime, mientras que para los cátaros exigía un conocimiento (gnosis) del estado anterior del espíritu para purgar su existencia mundana. No existía para el catarismo aceptación de lo dado, de la materia, considerada un sofisma tenebroso que obstaculizaba la salvación.
Solo los puros, los cátaros, ponían en práctica este principio. Para estos, Dios no se pudo encarnar, entrando en clara contradicción con la doctrina de la Iglesia. Los adeptos se agrupaban en comunidades que se vieron favorecidas frente a la inmoralidad imperante, obteniendo el apoyo de los nobles, la burguesía local y la población en la comarca, donde se respiraban aires de mayor libertad frente a la presión de la Iglesia católica.
En respuesta, la Iglesia católica consideró sus doctrinas heréticas. Tras una tentativa misionera, y frente a su creciente influencia y extensión, la Iglesia terminó por invocar el apoyo de la corona de Francia para lograr su erradicación violenta a partir de 1209 mediante la Cruzada albigense.
A finales del siglo XIII el movimiento, debilitado tras la larga persecución, entró en la clandestinidad y se extinguió poco a poco.
Albi fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 2010 con el siguiente criterio: «La ciudad episcopal de Albi está constituida por un conjunto coherente y homogéneo de monumentos y barrios que apenas ha experimentado cambios importantes con el correr de los siglos».
CATEDRAL DE SANTA CECILIA
Entre sus principales monumentos destaca la catedral de Santa Cecilia, construida en ladrillo. Las obras de su construcción se iniciaron en 1282, prolongándose por espacio de dos siglos. Se trata de la mayor catedral de ladrillos del mundo, con sus 113 metros de largo por 35 metros de ancho y una enorme torre de 78 metros de altura. Es de estilo gótico meridional.
También es de destacar el Puente Viejo, uno de los más antiguos de Francia, y aún en uso.
EL PUENTE VIEJO
Construido en piedra a mediados del siglo XI, el Puente Viejo, de 150 m de largo, ha sido testigo de ocho siglos de historia, contribuyendo al desarrollo urbano y comercial de la ciudad, siendo uno de los factores determinantes de la prosperidad de la ciudad.
COLEGIATA Y CLAUSTRO DE SAINT-SALVY
Esta iglesia es una de las iglesias románicas de la región de Albi y la más antigua de la ciudad. Lleva el nombre del primer obispo de la ciudad de Albi en el siglo VI y se dice que se construyó sobre el sitio de la tumba de San Salvi. Observando el edificio es posible ver las diversas fases arquitectónicas y la transición del románico al gótico.
El claustro fue construido en 1270 y los arcos románicos están asociados con capiteles góticos tallados con personajes, animales o vegetación. El claustro es un espacio público con un jardín que evoca o recuerda el huerto en el que se cultivaban hierbas aromáticas y medicinales en su momento de uso.
EL PALACIO DE BERBIE
Junto a la catedral se encuentra el Palacio de la Berbie, antiguo palacio episcopal y actual sede del Museo Toulouse-Lautrec.
Fue edificado hacia 1250-1260 como obra civil por su arquitectura militar y religiosa por su función, adoptando la forma de un imponente torreón de ladrillos rodeado de cuatro torres. Fue ampliado agregándole un segundo torreón y una extensa ala rectangular dotada de fuertes murallas, creando una impresionante fortaleza.
Entre las residencias que los obispos del Midi francés se hicieron construir durante la Edad Media, pocos alcanzan la amplitud del Palacio Episcopal de Albi. El nombre de Berbie, es una deformación occitana de Bisbia que significa obispado.
En el museo se pueden admirar dibujos y pinturas inspirados en la vida familiar del artista, incluidas sus primeras y últimas obras. Toulouse-Lautrec es más famoso probablemente por sus carteles de Moulin Rouge, pero estos desempeñan solo una pequeña parte en las obras expuestas.
Pasamos junto a la casa donde vivió Henri Toulouse-Lautrec.
Es muy recomendable pasear por las estrechas calles empedradas que rodean el complejo de la Catedral y las que forman el conjunto urbano histórico. Estas calles, en su mayoría peatonales, están llenas de edificios encantadores que varían en tonos de rojo y ahora albergan tiendas, cafeterías y restaurantes.
Una vez visitado todo, cogemos el coche rumbo a La Primaube. Según el GPS, 45 minutos. Llegamos hasta el alojamiento sin problemas. Es una casita de 2 plantas, donde los dueños viven en la parte de arriba. Tenemos 2 habitaciones, una pequeña cocina, salón y baño. Está bastante bien el lugar, aunque pequeñas cosas son mejorables. Tiene parte privada donde dejar el coche, cosa importante.
Tras organizar todo y darnos una ducha nos vamos a casa de unos amigos de Beatriz que viven muy cerquita de aquí. Nos invitan a cenar con productos típicos de la zona. Preparan una barbacoa con salchichas acompañadas de un preparado a base de queso que se llama «aligot», está exquisito. Cuando estuvimos por la Bretaña y Normandía, nuestras amigas las Vipavi nos hablaron y probamos con ellas este manjar.
También nos agasajaron con diferentes quesos y otras viandas. Y como no, algunos vinos de la zona y licores varios.
Una velada muy agradable en buena compañía en la que, sobre todo, destacó el buen humor. Con las mismas, regresamos a nuestro apartamento a descansar de este largo día.
Os dejamos con un video resumen de este día:
Besos y abrazos según corresponda.
Deja tu comentario