PARQUE NACIONAL LAKE LOUISE:
De nuevo la mañana empieza fresca aunque en esta ocasión con 6,5 grados. Recogemos todo y ponemos rumbo a los dos lagos más famosos de Lake Louise, el lago que da nombre al lugar y el lago Moraine. El primero que visitamos es el Lake Louise, que posiblemente es uno de los más famosos de las Montañas Rocosas. El cielo está bastante cubierto y no nos deja ver bien todo lo que nos rodea, además se pone a chispear y amenaza más agua, así que el paseo que hacemos es corto. El sitio es muy bonito, quizá el Hotel Fairmont que hay junto a él no es lo más adecuado para hacer una estampa idílica, aunque para las personas que se alojan en él tiene que serlo. En cualquier caso el sitio es precioso.
Esta zona tiene varias rutas y entre ellas destacan la subida a otro lago, el Lake Agnes con la posibilidad de tomar allí un café o la ruta Plain of Six Glaciers, que también cuenta con cafetería.
LAGO MORAINE:
Visitamos el Lago Moraine, el que creemos puede ser de los más fotografiados de Canadá y cuando aparecen imágenes de las rocosas, el que mayoritariamente se presenta es éste. Aunque el tiempo está un poco revuelto nos deja ver esta obra de la naturaleza sin problema. Ni siquiera llueve, así que lo disfrutamos bastante más que el anterior. Ahora la emoción forma parte del paseo porque después de haberlo visto tantas veces y en tantas fotografías, ¡estamos aquí! aprovechamos para caminar y sacar algunas fotografías con la comodidad de ver que no hay mucha gente.
PARQUE NACIONAL DE YOHO:
Tras esta visita tan sumamente recomendable nuestro siguiente punto del viaje es el Parque Nacional de Yoho. Nuestra primera parada en este Parque es para contemplar The Spiral Tunnels, los túneles de uso ferroviario que construyeron para salvar el desnivel y las barreras naturales que hay en esta zona. Es una obra de ingeniería increíble, y aunque sólo vemos las bocas de un par de túneles, es muy llamativo. Conseguimos hacernos una idea gracias a la maqueta que hay puesta en este punto de visión que han construido para contemplarlo.
Después toca naturaleza y en esta ocasión tomamos la carretera que nos llevará a las Cascadas Takakkaw, las terceras más altas del país. El desvío merece mucho la pena y la visita es totalmente recomendable. La curiosidad de la carretera es que uno de los pasos que existen tiene indicaciones para las autocaravanas y en el caso de que sean un poco largas tienen que hacer un tramo marcha atrás porque no tienen espacio para realzar el giro de las curvas.
Desde la salida de Jasper no nos han solicitado el justificante de pago de la entrada al parque y eso nos ha llamado la atención, ni siquiera para entrar en el P.N. de Yoho.
FIELD:
Nuestra parada de logística la hacemos en Field, un pueblo pequeño a los pies de esta parte de las montañas Rocosas. Como siempre lo primero que visitamos es el centro de visitantes y con la información decidimos cual serán nuestros siguientes puntos de visita. La preocupación en el momento de llegar a Field es buscar un lugar donde dormir ya que no tenemos nada reservado. Una de las personas que atiende el centro nos ayuda amablemente y nos sitúa sobre el callejero los alojamientos que hay en el municipio. Prácticamente casi todas las casas lo ofrecen, es un pueblo muy vinculado y dependiente del turismo.
Nosotros preguntamos en el Coyote’s Den, un B&B en una casa preciosa decorada con mucho gusto. Al llegar nos encontramos que la puerta está abierta y a nuestra llamada de atención aparece una señora muy amable que nos dice que sí tiene sitio y las tarifas. Es un poco caro con respecto a lo que venimos pagando, pero el sitio también es diferente y merece la pena. Tienes la opción de usar la cocina, barbacoa, un pequeño jardín y las comodidades para los que se alojan están muy bien.
LAGO EMERALD:
Con la tranquilidad de tener alojamiento, continuamos nuestras visitas por este parque nacional que, como los anteriores, tiene unos paisajes preciosos. Ahora nos dirigimos hacia el Lago Emerald. Durante este viaje por las Rocosas hemos visto lagos, bastantes, pero este ha sido uno de los más especiales. Nos ha encantado y ha sido nuestra parada para comer. Hacerlo sentados a pie de un lago tan espectacular se ha convertido en una experiencia inolvidable. Aprovechamos para darnos un paseo y lo bordeamos, son 5 kilómetros sin desnivel, así que no tiene dificultad.
Aquí también se alquilan barcas y vemos gente disfrutando de un paseo por el lago. El agua está tranquila, muy tranquila y el entorno que lo acompaña es precioso. Cuando miras el lago mientras cruza delante de ti una de esas barcas, el reflejo sobre el agua hace que parezca que la barca la han añadido de manera artificial, que no está ahí. Es espectacular.
Después de esta visita tan relajante, hacemos otra parada en el Natural Bridge, otro fenómeno que nos da idea del poder del agua.
Volvemos a Field y aprovechamos para darnos un paseo y disfrutar de la localidad que, aunque pequeña, es bastante atractiva y tranquila. No hay nada que llame especialmente la atención, quizá lo cuidado de los jardines y lo limpio que está todo. Observamos que en la calle principal, donde están casi todas las casas que ofrecen alojamiento, como decíamos antes, tienen colgado el cartel de completo.
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