Muchas veces nos vamos al otro confín del planeta a buscar lugares singulares. Vivimos en un país plagado de ellos, como La Cuevona. Un lugar mágico.
¿Sabes que hay un pueblo en Asturias que para acceder a él, hay que atravesar una cueva? ¿Y qué esta se puede recorrer en coche? El pueblo se llama Cueva del Agua y la cueva, La Cuevona.
Este lugar sólo tiene dos accesos posibles, uno por carretera, la RS-3 a través del túnel natural de La Cuevona y el otro por el tren FEVE que va de Oviedo a Santander y que tiene aquí una pequeña estación.
Se encuentra muy cerquita de Ribadesella, a tan solo 7 Km. Es un pueblo de la parroquia asturiana de Junco que a su vez pertenece al concejo de Ribadesella.
Tenemos que coger la carretera RS-2 durante 3 Km y luego la RS-3. Los últimos kilómetros son de una gran belleza paisajista. Justo antes de de llegar a la cueva hay un pequeño parking a la izquierda donde dejaremos el coche. (Entrar con cuidado que tiene una pequeña rampa con bastante pendiente).
LA CUEVONA
Un espectáculo que no te puedes perder. Como decíamos antes, tiene la particularidad de servir como única vía de comunicación del valle donde se encuentra este pequeño pueblo con el exterior.
El arroyo de Cuevas durante millones de años ha ido erosionando los materiales calcáreos, dando como resultado la formación kárstica que vemos hoy en día. Arroyo que discurre por un lateral y que muy cerquita de aquí desemboca en el río Sella. Un túnel natural, La Cuevona, que tiene unos 300 metros de longitud. Antiguamente sirvió como vía de tránsito peatonal y ahora abierta al tráfico rodado. En el interior podemos ver las diferentes formas de precipitación de la caliza como estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas…
Tiene varios puntos de iluminación, lo que hace que se pueda atravesar andando sin necesidad de linterna, aunque no está de más llevar una. Que hoy en día lo podemos suplir con el móvil. No tanto para ver, sino para que te vean los coches que puedan pasar.
Es un lugar que sorprende nada más llegar y que disfrutaremos sin ninguna duda. Una vez llegamos al otro lado vemos a escasos metros el pueblo de Cuevas del Agua.
CUEVAS DEL AGUA
Conserva buenos ejemplos de arquitectura tradicional. La base de la economía de los lugareños fue desde siempre agrícola destacando los sembrados de maíz, por lo que el edificio auxiliar, separado de la vivienda, para estas tareas fueron los hórreos; cada familia poseía uno. Se conservan cinco en muy buen estado, incluso alguno sigue estando en uso.
Los hórreos asturianos tienen características propias que los diferencian de los gallegos y leoneses. Son de planta cuadrada y su estructura se apoya sobre unos listones de madera llamados trabes que sobresalen en las esquinas en ángulo recto. El cuerpo está cerrado por tablas verticales llamadas cureñes; la cubierta es a cuatro aguas y puede ser de teja, pizarra o paja de centeno (teito), dependiendo de la zona. En el caso de Cuevas tienen el tejado de teja. Las trabes se apoyan sobre una losa horizontal llamada muela que impide que suban los roedores.
Vemos una pequeña ermita dedicada a Santiago y el apeadero del tren FEVE.
Un sitio mágico muy poco conocido y que necesita ser preservado. Se mira, pero no se toca. Nuestra presencia como en cualquier otro lugar tiene que pasar desapercibida.
Otro lugar mágico en Asturias del que también hemos escrito es el Valle de Taramundi.
Para pernoctar podemos encontrar algunas casas rurales aquí y distintos alojamientos por la zona.
Besos y abrazos según corresponda.
Hola Jorge. Gracias… Como siempre muy interesante tu reportaje. Tendremos que conocer esa cueva tan espectacular y poco conocida.
Un abrazo muy fuerte.
M. Carmen y Juan.