A las 5:25 horas me despierta Beatriz, está a punto de amanecer. Al poco viene Hamada a despertarnos, como nos ve levantados se vuelve a dormir. No tenemos que dar más que un paso para verlo. A los pocos minutos empieza a asomar por el horizonte. Disfrutamos del momento viendo cómo se va elevando. Hacemos unas cuantas fotos y nos volvemos a dormir otro rato.
A las 7:45 horas nos volvemos a levantar en este lujoso hotel. Ya están preparando el desayuno. Yo me encuentro mejor que anoche, pero parece que tengo algo de fiebre. Recogemos un poco, unas fotos y a desayunar. Nos han preparado unos huevos duros, queso feta, mermelada, quesitos, pan de pita y café con leche.
Recogen todo el campamento y a las 9:00 nos ponemos en camino. Nos llevan a ver algunas de las formaciones más curiosas, una que parece un conejo, otra el caballo en una pieza de ajedrez, etc.
Es un buen lugar para jugar con la imaginación. Vamos recorriendo esta maravilla de la naturaleza y nos hace sentir muy pequeñitos. Unos lugares que sin duda hay que conocer. La mayoría de la gente que viene a visitar Egipto va a los lugares típicos del Valle del Nilo, pero este país tiene mucho más que ofrecer y que te harán vivir experiencias inolvidables como las que estamos viviendo nosotros.
Salimos a la carretera, nos quedan unos 40 Km. para llegar a Farafra. Aquí solo hay una carretera, la otra la están haciendo, vemos maquinaria trabajando.
Cuando llevamos unos 10 kilómetros recorridos por la carretera llegamos a un fuerte control permanente. Mannut nos señala una carretera y nos dice que va hasta Libia. Mucho militar controlando la zona. Pasamos despacio y continuamos camino. A la entrada de Farafra en otro control nos paran y nos piden los pasaportes, no sabemos muy bien lo que pasa pero a Mannut le sentimos un poco tenso. Al cabo de un rato de hablar por walkie talky varios policías nos dejan continuar pero le dicen a Mannut que tenemos que pasar por el puesto de la policía turística.
Nos vuelven a pedir los pasaportes y le piden a Mannut que vaya a una tienda de enfrente para hacer una fotocopia de los mismos y de su carnet de identidad. Con las mismas les da las fotocopias. Nos preguntan a donde vamos y les decimos que a Dakhla. Nos acompañan a la estación de autobuses que está a escasos 100 metros. Nos bajamos del coche, la policía llama a alguien y viene el que va a ser el conductor del minibús. Nos piden 50 LE por cada uno y pagamos. Siguiente pregunta que en que hotel nos vamos a quedar, no sabemos muy bien pero como algo hay que responder decimos el Negoom Hotel. Mannut nos dice que nos van a llevar directamente hasta el hotel. Le pagamos lo acordado y nos despedimos. Ha sido una despedida bastante fría, ya que con la policía asegurándose que cogíamos el autobús, no ha sido un momento cómodo.
Nos acompaña el conductor hasta nuestro minibús y dejamos las mochilas dentro. Al cabo de un rato le preguntamos a un chico jovencito que estaba también en el bus, a que hora sale y nos dice que a las 11. Quedan 40 minutos para salir, Beatriz aprovecha para ir al servicio. Regresa con una cara de asco que para que, y es que no se por qué, pero estos lugares tienen siempre unos baños asquerosos.
Llegan las 11 y esto no tiene pinta de moverse en breve. Hace un calor insoportable y nosotros solo pensamos en una ducha. A las 11:30 horas se monta una chica cubierta con un niqab. Habla un poco inglés y tras preguntar de nuevo a que hora sale nos dice que a las 12. Llegan las 12 y seguimos igual. Sin un lugar a la sombra se empieza a hacer bastante pesada la espera. Un rato después parece que empieza a llegar más gente, subimos las mochilas a la baca y cogemos sitio. Los asientos no dan casi para meter las piernas.
A las 12:30 horas arranca, van casi todos los asientos llenos, pero nos pasamos como media hora de ronda por la ciudad recogiendo a gente en sus casas. Las 6 chicas egipcias que vienen van juntas en 2 filas de asientos, parece que ir mezclados no está bien. Hace bastante calor pues casi no hemos cogido velocidad y como decía antes, los asientos son bastante incómodos, nos esperan unos 250 km. en estas condiciones.
Tras hora y media de camino hace una parada, aprovechamos para estirar un poco las piernas y comprar agua. 15 min. después volvemos a ponernos en carretera. Intentamos dormir un poco pero no es fácil por la incomodidad. Al cabo de un rato pasamos por otro control, al vernos nos paran. Se acerca un policía y nos pide los pasaportes. Viene a las 2 minutos pues parece que nadie sabe inglés y se los pasa a las chicas que van en el bus, nos preguntan cuál es nuestro nombre y nacionalidad. Nuestros pasaportes van de mano en mano, se miran, nos miran, se ríen, comentan… Nosotros diciendo, ya tienen de que hablar para unos días, jeje. Tras 5 minutos de risas entre todos continuamos camino.
Sobre las 17:30 llegamos al hotel de Dakhla después de haber ido dejando al resto de viajeros a cada uno en un sitio. Nos bajamos y entramos al Negoom Hotel con las mochilas. Preguntamos si tienen habitaciones, vaya preguntas!!!!! La siguiente el precio, nos piden 150 LE por la doble con wc privado, aire acondicionado, wifi y desayuno. Les decimos que es muy caro, no baja. Mochilas a la espalda y salimos. El del minibús sigue ahí. Le enseño con la Lonely Planet otro hotel, algo le dice el del hotel y que no nos lleva. Está a algo más de un kilómetro de donde estamos. Esta ciudad, que se llama Mut y es la principal del Oasis de Dakhla tiene pocos hoteles y es el que más recomiendan, tiene 3 estrellas. Nos queremos quedar, así que me vuelvo hacia el chico del hotel y le digo que 120 LE, pone cara de ufff, uhhhmmmm, le añado que no hay turismo, como diciéndole mejor algo que nada. Al final dice que 130 LE, nos damos la mano y una sonrisa sale de su boca.
Subimos a la habitación que nos asigna, es muy normalita, el baño limpio pero cutre, menos mal que es 3 estrellas… lo mejor el aire acondicionado. Bajamos los pasaportes y sin pensar un minuto directos a la ducha. Madre mía como la necesitábamos, salimos como nuevos. Ropa limpita, llamada de rigor a Badran para comentarle dónde estamos y los planes para el día siguiente y salimos a dar un paseo y hacer una comida cena. Frutos secos y unas galletas es lo único que hemos ingerido desde el desayuno. Ahora que ya es de noche la temperatura es genial.
No es fácil caminar por las calles, es como en toda Asia, accesibilidad 0, pues vas por una acera, si la hay, y un árbol, un poste de la luz, etc te hace tener que bajar a la carretera para continuar. Suciedad la que quieras y más. No vemos muchas opciones para comer algo, lo que si vemos son varias “cafeterías”, por llamarlas de alguna manera, llenas de hombres tomando té y fumando cachimbas. A nuestro paso todo el mundo se vuelve, los niños nos miran con una mezcla de miedo y curiosidad, algunos se atreven con un alo!!!.
Al final entramos a un restaurante, dentro hace mucho calor, pues tienen barbacoa. Nos sentamos fuera y viene un señor a preguntarnos que queremos y lógicamente le decimos que que tiene. Pedimos arroz, patatas con pimientos y pollo. Nos trajeron a parte de esto, sopa de pasta, ensalada y kofta (carne picada de vaca o de cordero que se suele mezclar con diferentes especias y a veces también con cebollas picadas). Las ensaladas le decimos que se las lleven, la verdura fresca es la más peligrosa de comer pues están lavadas con agua y no están cocinadas.
Está todo buenísimo pero es mucha comida y eso que hemos pedido poco, yo además he perdido un poco el apetito por mi estado. Cuando terminamos pedimos té. Pagamos por todo 75 LE. Se acerca un chico que habla muy bien ingles y nos da conversación. Al rato entra en harina diciendo que es guía y nos dice que tenemos pensado hacer aquí. Le decimos que mañana queremos ir en bus a un pueblo que se llama Al Qsar, que está a 30 km. Visitar el lugar y coger un autobús hasta el siguiente oasis, Kharga. Hacer noche allí y luego continuar hasta Luxor y Asuan. Nos dice que desde allí no se puede ir en bus directo a Luxor, cosa que ya sabíamos, solo en coche privado y lógicamente es caro, unos 700 LE. Y sabemos que la opción es vía Asiut, muchísimo más barato, aunque más paliza. Nos propone hacer mañana un tour por toda esta zona y luego llevarnos en coche privado hasta Luxor, 1.500 LE. Le decimos que no, que eso es carísimo. Nos propone otra opción, nos dice que hay autobús desde aquí hasta Asiut, cosa que no sabíamos. Sale a las 22:00 horas y tarda 6 horas. Lo de ir a Kharga era solo para ir a Asiut, pues allí no nos da tiempo a ver nada, pero si se puede ir desde aquí, genial. Entonces, mañana hacer un tour de medio día y luego podemos coger el bus. La cosa nos convence, primero porque así no tenemos que visitar Al Qasr con las mochilas que con unos calores puede ser una odisea y además por no tener que estar a expensas de los minibuses. Sería ir los tres en su moto y visitar varios lugares, incluyendo las entradas y algo de bebida, nos cobra 300 LE. Le decimos que no, que baje precio. Al final cerramos trato en 250 LE. La oficina de los buses está enfrente, nos lleva a comprar los billetes del bus para mañana, 65 LE cada uno.
Nos rellena un papel con el tour para mañana, pagamos la mitad y la otra mitad al final. Quedamos con él a las 9:15 horas aquí mismo, en un té shop. A Beatriz no la hace mucha gracia lo de la moto, pues no la gustan y lo de ir 3 menos, pero la aventura es la aventura. Antes de marcharnos al hotel compramos una botella de cocacola de 2 litros en un supermercado por 7 LE.
Saludos viajeros.
Mucho ánimo chicos!!
Me esta encantando vuestra aventura.
Cuida esa salud…que estas mu lejos.
En cuanto al desierto blanco ha sido una gran novedad para mi…besotes!
Madre mía, vaya pedazo aventura chicos. El desierto blanco impresionante. Pero lo de los controles de policía más impresionante todavía…
Un beso chicos 🙂
Holaaaaaa, bueno puntualidad como renfe, mas o menos….bueno como no dices nada se marchó la enfermedad o mejor dicho la dejaste donde la cogiste en el desierto, estupendo…
Las fotos no como nos tienes acostumbrado, pero no daba mas de si al parecer…
Veremos lo que depara mañana, pasarlo bien y contarnos lo mejor….
YETHY Y SEÑORA