POREC-ROVINJ-PULA-IKA

Después de una noche algo agitada por nuestra incapacidad de hacer funcionar adecuadamente el aparato de aire acondicionado (nos hemos cocido) y la fiesta que tenían nuestros vecinos alemanes, y luego lo que hay que oír de nuestra fama, nos despertamos con el hambre suficiente para saborear lo que por primera vez nos sucede en un camping, desayuno buffet incluido en el precio.

Tras disfrutar de este buen comienzo del día, decidimos acercarnos a ver Porec, una ciudad  destacada en las guías por su basílica, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1995, y su casco histórico.

ARANCHA EN UNA CALLE DE POREC

ARANCHA EN UNA CALLE DE POREC

Aparcar no resulta complicado en zona libre de pago, tampoco es una ciudad muy grande, aunque siendo costera es un lugar de referencia turística. Empezamos por disfrutar del casco histórico y elegimos su calle más comercial, el antiguo Decumanus que conserva de su origen romano, para empezar a conocerla.

Lo primero es cambiar moneda, ya que hay cosas que no podemos pagar con euros y se nos antoja más cómodo, aunque acepten euros. Además el cambio seguro que nos sale mejor, porque ellos si pagas con euros te hacen la conversión que les parece más ventajosa, a 7 Kunas por euro y hemos cambiado a 7,34.

Visto que el número de turistas no es muy elevado, nos acercamos a la abadía intentando evitar así las aglomeraciones que ya hemos sufrido en otros lugares. A la entrada nos indica un cartel que el precio de la visita son 30 coronas, pero en ningún sitio hay taquilla o lugar para pagar, es más, uno de los comerciantes con tienda frente a la puerta, viéndonos buscar el punto de venta de billetes nos ha animado a entrar diciéndonos que era “free”.

INTERIOR D ELA BASÍLICA EUFRASIANA EN POREC

INTERIOR DE LA BASÍLICA EUFRASIANA EN POREC

La Basílica Eufrasiana, que así se llama, merece mucho la pena y creemos que si llegáis aquí debe ser una parada obligada. Nos permiten visitar: la Basílica, el Atrio, el Baptisterio (por fuera) y mantienen cerrados: el Palacio episcopal, el Oratorio de S. Mauro y la Sacristía.

Seguimos callejeando un poco, el pueblo merece un paseo y vemos como gira todo entorno al casco histórico y el puerto. Nos vamos de aquí con un buen sabor de boca.

De nuevo en carretera continuamos viaje hacia el sur, dirección Vrsar. Pasamos por el citado pueblo y giramos para poder recorrer el fiordo de Limski. Después de una parada corta y un paseo junto a la orilla seguimos con dirección al pueblo de Rovinj.

Las carreteras son muy cómodas, disfrutamos de un paisaje verde entremezclado con colores ya otoñales. Da gusto conducir por un sitio tan tranquilo y con un repertorio de colores tan amplio que dan el mar y el bosque.

Rovinj es un pueblo que da gusto visitar, nos ha encantado su entramado urbano y el pavimento de piedra que utilizan en la parte vieja del pueblo. Es también muy turístico, pero a la vez conserva un sabor diferente a los que hemos visto hasta ahora.

Esta vez no tenemos callejero, aunque resulta muy sencillo moverse y orientarse. Subimos, por calles estrechas hasta la iglesia de Santa Eufemia. Coincide que es domingo y hora de misa, nos sorprende la gran cantidad de personas que se agolpan para oírla. Incluso en la calle.

Ahora toca bajar con rumbo al puerto, calles tan tortuosas merecen la pena recorrerlas despacio, aunque hayamos visto en estos días otros pueblos de las mismas características, éste tiene algo especial. Alcanzada nuestra meta, la zona del puerto, nos encontramos de bruces con una feria de productos locales. Es inevitable la compra de algo y, como en San Gimignano, la miel nos conquista y hacemos aporte de ella.

ROVINJ

ROVINJ

(CONSEJO: En las diferentes guías recomiendan la visita a Bale otro pequeño pueblo medieval, estudiad la posibilidad y vuestro tiempo para visitarlo).

Toca introducir un nuevo destino en el GPS y esta vez es Pula. Esta es una ciudad más grande que las anteriores. Buscamos de nuevo un sitio donde no tengamos que preocuparnos por el tiempo de aparcamiento, ha sido fácil cerca del anfiteatro.

El anfiteatro es nuestra primera visita. Tras la compra del Ticket, 80 coronas y no dejan pagar en euros, nos sorprende la primera vista, un graderío enorme que tapa parte del anfiteatro. Todo ese montaje es para celebrar un partido de hockey sobre hielo. A pie de playa y en septiembre no os podemos negar que llama mucho la atención, al menos a nosotros.

El anfiteatro tiene muy bien conservado todos los arcos exteriores que le dan forma, pero sólo queda un pequeño testimonio de un primer nivel de gradas. En una zona subterránea tienen una pequeña muestra, o exposición, de instrumentos para la elaboración de aceite de oliva en tiempo de los romanos en la zona de Istria.

CARTEL DE UN RESTAURANTE EN PULA

CARTEL DE UN RESTAURANTE EN PULA

El siguiente punto de la visita es el arco de los Sergios, un ejemplo de cultura romana muy bien conservado. Callejeando un poco alcanzamos la plaza del Ayuntamiento y el Templo de Roma y Augusto, el único edificio romano que conserva el testimonio de lo que fue el antiguo foro. Subimos hasta el convento de San Francisco y el castillo que corona el montículo que domina toda la ciudad.

Desde aquí regresamos al coche visitando la catedral y toda esa zona perteneciente al casco histórico.

Desde Pula seguimos el itinerario marcado como carretera 66, al estilo americano, y pasamos por pueblos como: Rasa, Labin, Lovran e Ika, donde nos alojamos. Creemos que puede ser interesante la parada en esta zona costera porque las vistas y emplazamientos que ofrecen los diferentes establecimientos, sobre el mar, son muy aconsejables.

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