TAILANDIA, DÍA 7: TRIÁNGULO DE ORO

Cuando te acuestas tarde, el día siguiente sólo tiene un pequeño problema, el despertador. Máxime cuando suena tan pronto, las seis de la mañana. Dan ganas de asomarse para ver si tienen las calles puestas. Lo que seguro está puesto, y de que manera, es el sol. Lo ponen a las 5 de la mañana, y ya me dirás tu ¿para qué?. Luego pensándolo bien entiendo que aquí lo hacen mejor, ponen primero el sol para que los que tienen que montar calles y aceras puedan ver, y así se recorte el gasto energético, lo que viene siendo un concepto medioambiental más avanzado.

FUENTES TERMALES EN CHIANG RAI

Pues eso, que un día más, duchita; esta vez a primera hora. Hoy por suerte no hay turnos, el problema es que está en el piso de arriba y eso tiene sus inconvenientes. Hoy no desayunamos aquí, ni allí; ya que supuestamente no nos da tiempo a hacerlo, de echo la cocina no está abierta.

Llegamos a nuestra cita puntuales, 7 de la mañana, tipo británico, ni antes ni después justo a la hora. Nos indican que esperemos sentados, ¡uy, uy, uy!, y empiezan a pasar los minutos. A y diez, ya preguntamos ¿Qué hay de lo nuestro?, y nos dicen que nos han apuntado mal la hora y que es a las 7:30 horas.

BEATRIZ Y L. JORGE EN LAS FUENTES TERMALES EN CHIANG RAI

Creo sinceramente que un fallo de media hora en el tema de citarte a primera hora de la mañana, cuando estás pensando en lo poco que has dormido, requiere una paliza al que nos lo ha apuntado mal, pero….. como somos civilizados, simplemente nos sentamos y empezamos el ritual del desayuno. Hoy fácil, porque no hay ni cuchillo, ni tenedor, es simplemente tirar de una solapa y al rico batido de chocolate. Tiras de otra y a las ricas cookies de chocolate, hum! Que festín.

WAT RONG KHUN EN CHIANG RAI

La guía que nos viene a buscar llega antes de y media como no podía ser de otra manera. Con un breve saludo y preguntar por nuestros nombres, ¡arriba que nos vamos!. Nos ha encantado porque sólo hay otra pareja en la furgoneta-autobús. Así que ocupamos cuatro asientos para ir cómodos, nos preparamos para el viaje. Primera sorpresa, paran en otro albergue para recoger a otro. A regañadientes los tres en tres asientos. No contentos con esto nos suben, a otro. Y para rematarlo todo, un hombre de Omán, nuestro gozo en un pozo, creíamos que iríamos solos.

WAT RONG KHUN EN CHIANG RAI

Estamos más menos como el chiste. “Iban un belga, un indio, uno de Omán, dos chinos y tres españoles en un minibús….. “ el resto os lo podéis inventar, así que no se diga que no es un blog interactivo. Se admiten sugerencias para añadir en los comentarios. No vale ser mal@s.

CHIANG RAI

Bueno el camino no tiene nada… (dormidos), lo que viene siendo dormidos. Crack, se oye el ruido de la puerta que se abre, hum! Ah! ¿ya hemos llegado?, otro ¿podéis apagar la luz?, bueno que nos hacen bajarnos en unas fuentes de aguas termales. Apuntad, primer mercado.

RÍO MEKHONG EN EL TRIÁNGULO DE ORO

Aquí bien, el agua de las fuentes muy muy caliente. Lo más curioso que las señoras cocían huevos en esta agua y se lo vendían a los turistas, como decía Pal pedazo de precios, y estas no tienen que poner ni la cazuela, que meten un cestito de mimbre, lo sacan le dan los huevos al cliente en cuestión y otros cuatro al mismo sitio sin fregar ni nada. Bueno a razón de euro el kilo, total nada.

El mercado, pues lo que viene siendo un mercado para turistas sin turistas, todos te miran a ti. La verdad es que resulta una gozada que no sean tan pesados como los de china.

BOTELLAS DE WHISKY CON ANIMALES TÍPICOS DEL PUEBLO LAOSIANO DONE XAO JUNTO AL RÍO MEKHONG EN EL TRIÁNGULO DE ORO

Tu vas pasando por los diferentes puestos y nadie te da la “vara” en plan: “amigo, amigo, balato, balato”, te ofrecen, pero si dices no, se acabó lo demás. Como decíamos el mercado de artesanía, telas, plásticos varios y demás chatarrería.

WAT RONG KHUN

La siguiente parada es un templo precioso, el Wat Rong kmun. En él está el puente hacia el cielo, y allí que hemos ido. Es nuevo llevan doce años haciéndolo y de momento gastados 200.000.000 millones de baths; es el wat que más nos ha llamado la atención.

BEATRIZ, JORGE Y L. JORGE JUNTO AL CARTEL DEL PUEBLO LAOSIANO DONE XAO EN EL TRIÁNGULO DE ORO

Los otros por imponentes, pero como son una ruina, pierde. Este no, este es llamativo. El templo es blanco y fíjate que para otra cosa son horteras, pero aquí hasta las carpas son blancas. Sumamos otro punto de venta, éste pequeñito, con sólo pintura y recuerdos del Wat Rong kmun en Chiang Rai. Entrada libre al wat.

TRIÁNGULO DE ORO

Nuestro siguiente destino es el Triángulo de Oro, os resumo el viaje, cabezazos, bostezos, bocas abiertas, esto……dormidos. De nuevo Crack, otra vez la puerta del minibús. Ahora toca la explicación de porque tenemos que pagar un barco. Supuestamente vamos a visitar una orilla del río Mekong en Myanmar, después visitamos un pueblo-mercado en Laos y vuelta al minibús. Total 300 b. por barba.

CARTEL CON LOS 4 PAÍSES: CHINA, LAOS, MYANMAR Y TAILANDIA

Llegar a la orilla de Myanmar, lo menos 2:31 segundos. Eso si, el barco parece torpe, pero corre. Desde la orilla que nos paran para ver un casino, Ohhh!,Ohhh! Como en Europa no hay. Siguiente parada 5:58 seg. Impresionante como “tira” el barco. Otra cosa que se me olvidaba, resulta que se monta un guía para comentar el paseo, genial, con altavoces y no se le oía nada. El motor a mil, abierto y detrás nuestro, os podemos resumir en dos líneas lo que nos han contado: RRRRRR ¿Oyes algo?RRRRRRR.nada.RRRRRRRRR. (única conversación interceptada al guía) MEKONG river- RRRRRRRRRRRR. Como es lo mismo lo dejamos en una.

MAE SAI, FRONTERA DE TAILANDIA CON MYANMAR

Parada en Laos, en un pueblo-mercado llamado Donesao. Curiosidades, nos han cobrado un impuesto revolucionario que no sabemos donde va, y supuestamente es el impuesto por entrar en ese mercado de Laos, 15 b, por cada uno. También decir, que nos hemos puesto los sellos no legales de los tres países como símbolo del triángulo de oro, en el pasaporte. Lo siguiente no cambia con respecto al primer mercado, tiendas de artesanía, donde lo más típico es lo que hemos visto en un montón de muebles bar en otras tantas casas, y que nadie bebe excepto cuando se trae, y sólo por probar. Whisky con animales dentro. Cobras, insectos, escorpiones, e incluso un armadillo. ¿Habéis apuntado?, vamos tres.

MAE SAI, FRONTERA DE TAILANDIA CON MYANMAR

La vuelta al embarcadero imaginad que también ha sido, en muy poco tiempo. Desde aquí la guía nos dice que vamos a comer. No tardamos mucho, pero a pesar de eso, dormidos; de nuevo ruidito y bajarse a comer. Comemos de buffet, muy bien. Esta vez ya que podíamos elegir entre noodles o arroz, hemos escogido noodles con cerdo y una salsa pelín diferente así que como en casa. Ah!, decir que hemos comido un pollo frito rebozado muy muy bueno.

MUJERES TEJIENDO DE LA TRIBU LISU EN EL NORTE DE TAILANDIA

El postre si que si, frutita buena y variada, piña o sandia, es broma había otras cosas como dulce y demás, pero hemos comido piña y sandia y además café y té, es decir que muy, muy bien. Aquí el camarero jefe, nos invitaba a visitar su tienda de bisutería, por lo tanto ya tenemos cuatro.

MAE SAI

Puntuales, salimos hacia la frontera con Myanmar. Llegamos sin problemas y a la primera, lógicamente para eso llevamos chófer.

NIÑA DE LA TRIBU MIEN EN EL NORTE DE TAILANDIA

Paramos en Mae Sai, y aquí si hemos sentido el que esto es una zona fronteriza; ver un punto de control, el gran edificio en forma de puerta que da acceso a esa frontera, nos ha gustado y llamado la atención a la vez. También decimos que sin visado no pasas, hemos querido pasar el puente, simplemente para llegar a la puerta de la frontera, y control de pasaportes y de inmigración, así que esto no es broma. Visitamos la calle en la que está situado este punto fronterizo y entre los diferentes puestos vemos cosas muy interesantes, este no se puede incluir como mercado, porque aquí hemos sentido lo que supone cualquier paso fronterizo en otras partes del mundo. El acercarse aquí creemos que si se contrata este tipo de excursiones, merece la pena.

NIÑO DE LA TRIBU LISU EN EL NORTE DE TAILANDIA

TRIBUS

Por último, visita a la primera tribu. El viaje duplicado de los anteriores, en cuanto se cierra la puerta, buscar postura y cabezadita. Llegar a este sitio y llamarlo tribu, me parece atrevido, máxime cuando estás vendiendo un producto turístico. Lo que nos dijeron ayer estas chicas de Bilbao y Logroño aquí es verdad. Las traen de las zonas altas, y montan este tipo de campamentos para que lleguemos los turistas a verlo. Nos ha defraudado, y tanto es así que creo que cada uno lleva el sentimiento de lo que ha visto para si. A medida que nos íbamos acercando piensas que estás en un zoo, lo único que cambia es que aquí las personas posan de manera «voluntaria».

La única anécdota graciosa la ha protagonizado Pal con un niño que no tendría ni dos años, (el de la foto que esta en pelotillas) se movía un montón, y por el motivo que fuera se ha agarrado a su pierna y se iba con él. Lo mejor es que mientras estaba haciendo una foto el niño se le ha acercado y le ha sacado del bolso el paquete de tabaco, ha sido genial, pronto aprenden. Aquí añadiríamos un nuevo mercado.

No vamos a comentar nada más del tema de las tribus, porque mañana es el día que supuestamente las visitamos, dejaremos el resto de los comentarios para ese momento, esperando que no sea lo que hemos visto hoy.

NIÑA DE LA TRIBU LISU EN EL NORTE DE TAILANDIA

Vuelta a Chiang Mai, 3 horitas por delante y por no variar, sueñecito. Parada para repostar, y sin más. El viaje nos ha dejado la sensación de ser una turistada.

Cuando nos dejan en el albergue, salimos en dirección al famoso mercado nocturno, hay bastantes puestos, pero cuesta mucho que bajen los precios. No hay tanta variedad, y para encontrar las imitaciones nos ha costado unos 49 puestos de otras cosas. Es divertido y diferente, pero nada que ver con los grandes mercados de China, ni por precio ni por calidad. Hemos comido un dulce riquísimo, recomendación de Jessica y Manolo, PANCAKE. Son tipo tortitas, pero buenísimas. Hemos probado de chocolate con plátano, y con mermelada de piña, exquisitas. Por 30 y 15 respectivamente b. El resto del mercado os iremos contando porque mañana volvemos, hemos intentado tantear un poco el tema y mañana veremos a ver qué tal se dan las cosas. De aquí a la Guest House para escribir el diario.

Un consejo no comentado. Cuando vengáis a Tailandia y os sirvan una fruta amarilla en un plato grande con frutos alrededor para que os la comáis, los frutos que la acompañan son para decorar, NO SE COMEN. Lo único que podéis provocar es que se rían un poco, pero eso está bien, que la felicidad es salud.

Besos y abrazos según corresponda.