El desayuno de hoy lo acompañamos con el dulce que la persona encargada de Nahbi nos entregó ayer. Es el dulce típico de Gyeongju, hay muchas tiendas donde los venden. ¿Qué es?, ¿Cómo se llama?¡uf!, no lo sabemos. Del nombre nada y de los ingredientes, nos pareció entender como algo con pasta de alubias rojas… si,si, alubias rojas y dulces.
El muchacho que lleva el albergue, no os lo podemos presentar porque no sabemos su nombre, se ha portado con nosotros muy bien. Antes de ayer nos recibió con un plato lleno de rodajas de sandia, hoy el pastelito, nos hace las gestiones de la reserva del billete, al final le hemos dado una propina por toda su atención hacia nosotros.
Nos dirigimos hacia la Express Bus Terminal con la tranquilidad de saber que no tendremos problema de comprar los billetes, ya que hay un montón de autobuses que van a diario hacia Busán. Al llegar nos dicen que el primer autobús sale a las 08:30, eso supondría esperar una hora. Decidimos no comprar el billete y acercarnos a la Intercity Bus Terminal. Aquí tenemos mejor suerte, sale el primero en veinte minutos y a partir de éste, uno cada cuarto de hora. El billete cuesta 4.800 wones.
BUSAN
Tardamos en llegar a Busán 50 minutos. Desde la estación de autobuses tenemos una terminal de metro que llega a la Terminal Internacional de Ferrys para pasajeros. Son 1.200 wones cada uno. Pero… ¡sorpresa!, al bajarnos en nuestra parada, creemos que el precio que hemos pagado es menos de lo que costaba el viaje y la puerta no se abre. Preguntamos a una persona y nos intenta ayudar, pero finalmente abre una puerta lateral y nos dice que salgamos sin haber pagado el recargo. Llegar desde la parada de Nopo (la de la estación de autobuses) hasta Jungang (la de la terminal de Ferrys) son 40 minutos.
(CONSEJO: Las puertas de salida 10 y 12 del metro son las más cercanas a la terminal, aunque recomendamos la 10 porque si vienes sin callejero, al salir tiene un mapa de la zona para ubicarte.)
Dentro de la terminal en la 2ª planta, hacemos efectiva la reserva de los billetes, 115.000 wones cada uno. A esto hay que sumarle las tasas de fuel y puerto: 27.200 wones. Nos dan las diferentes indicaciones para el Check in y con un callejero nos vamos a dar un paseo por Busán. Decir que aquí existe la opción de dejar las mochilas en consigna. Unas como las nuestras 2.000 wones cada una durante 3 horas, el tamaño importa, resulta más caro.
Uno de los puntos más interesantes que ofrece esta ciudad portuaria es el mercado de pescado de Jagalchi. Desde la estación no se tardan más de 20 minutos, aunque también hay metro, son dos paradas.
Este mercado de pescado y marisco es uno de los más grandes de Corea. La gran mayoría de la gente que vende el género son mujeres de mediana edad o casadas, se las llama Jagalchi Ajumma. Este mercado representa a Busán y es famoso en todo el país. Lo que nosotros hemos visto es que te venden una amplia variedad de pescados, algunos no los hemos visto en la vida. Existen un montón de puestos, no sólo en el edificio en sí, sino en los alrededores. La primera planta del mercado es todo de animales vivos o frescos, hemos leído, como curiosidad, que te pueden vender carne de ballena. La segunda planta es de restaurantes, donde puedes probar el pescado que has visto abajo. Si sales del edificio tienes más puestos, con animales vivos o no y justo delante hay otro pabellón con restaurantes donde tú eliges lo que te quieres comer, en vivo, y te lo cocinan al instante. Muy fresco. En la guía recomiendan hacer una visita ya que “el Mercado Jagalchi es donde: “podrá observar el estilo de vida autóctono de los nativos de Busán”. Merece la pena visitarlo.
Seguimos caminando y buscando los puntos de interés más próximos a la terminal. Vamos a ver el paseo BIFF, que es un paseo de la fama en Corea con huellas en bronce de directores internacionales. Seguimos hacia el parque Yongdusan, es un lugar muy cuidado y se pueden hacer dos visitas: La torre Busán y el Museo de Instrumentos musicales. A parte, desde aquí salen tours turísticos de guías voluntarios y es un punto de salvamento en caso de tsunamis. Tiene un balcón del amor, donde se puede cerrar un candado en la barandilla con la declaración que estimes oportuna. Hay corazones donde te puedes sentar y hacerte una foto para la posteridad.
Acercándose la hora de recoger las mochilas regresamos hacia la terminal. Hacemos tiempo hasta la hora de embarque comiendo y disfrutando de los primeros rayos de sol que vemos en el día. Cambiamos el resguardo de la reserva que nos han entregado esta mañana por los billetes en el mismo mostrador, el del barco Kobee.
Te hacen estar 90 minutos antes en el puerto, como si fueran las mismas propuestas de horario que te hacen en cualquier aeropuerto. Salir del país y pasar sus controles de frontera nos ha llevado un minuto.
La puntualidad de salida del barco es increíble, cuando piensas que no vamos a salir a la hora prevista, se empieza a mover. El ferry que nos lleva hasta Fukuoka es un barco rápido. El sistema de navegación es muy curioso, cuando navega a mucha velocidad no apoya el casco sobre el mar, sino que se desliza sobre unos patines sumergidos. Merece la pena verlo. Cruzar de Corea a Japón nos lleva 2:55 minutos, ni uno más ni uno menos, increíble.
JAPÓN
La llegada a Japón es como la salida de Corea, muy rápida. Al no haber facturado nada, tampoco lo ha hecho nadie ya que el equipaje viaja contigo, pasamos directamente al control de entrada. Como somos matrimonio nos hacen pasar juntos. Nos piden el billete de salida del país y el alojamiento en Japón. Nos realizan una pequeña entrevista sobre el motivo del viaje, días que vamos a estar, etc. En 17 minutos hemos cambiado de moneda, pasado los controles y nos encontramos esperando, en la parada 2 de la Terminal Internacional de Fukuoka, al autobús 11 (o el 19 y 50) para llegar a la estación de trenes Hakata.
El viaje ya nos sorprende. El billete se recoge al entrar por la puerta de atrás y se paga al salir por la puerta delantera. El conductor para el motor en cada parada de semáforo haciéndose un silencio dentro que asusta. La primera vez no sabes que pasa y miras a tu alrededor. Anuncia algo en cada salida a través de un micrófono, siempre es la misma tonadilla y creemos que es un aviso de que el autobús se pone en marcha (de momento no estamos muy familiarizados con el japonés, hemos dejado Corea y el idioma no se parece en nada).
A todo correr intentamos canjear los justificantes de la “Japan Rail Pass”, para alcanzar el primer tren que sale hacia Hiroshima, pero no lo conseguimos. La estación de trenes de Hakata (Fukuoka) es más o menos unas 128.908 veces la de Burgos, pero está muy bien indicada. En la planta baja encontramos perfectamente señalizado el trayecto hasta las oficinas de la Japan Rail. Aquí, en el mostrador 1, se encuentra el punto de activación y nos entregan las tarjetas que empezamos a usar hoy para llegar a Hiroshima. Además nos hacen la reserva para este viaje Fukuoka – Hiroshima. El tren que usaremos en primer lugar es el Sakura y tarda 1:13 minutos. La puntualidad es japonesa, desde que hemos volado con British se ha caído el mito de lo británico, es decir exacta.
HIROSHIMA
Llegar de noche a cualquier ciudad buscando un punto y tratar de orientarte en un país completamente nuevo siempre es un reto, pero la ventaja es que el hostel está muy cerca y las indicaciones que nos han mandado vía internet son muy buenas.
El hostel que hemos reservado es el Hana. Lo que anuncia es su página web es cierto, está a tres minutos de la estación de trenes. La habitación doble nos cuesta 6.800 yenes, y las instalaciones comunes están bien. Directamente preguntamos un sitio para cenar y nos indican la zona más próxima. Como en ocasiones anteriores elegimos el que más gente tiene dentro. Pedimos unas raciones de lo que nos parece oportuno y cenamos muy bien. El coste es muy moderado para lo que nos han dicho 1.134 yenes. Nos llama la atención los precios, no están redondeados como solemos ver en España, son precios como: 132, 567, 823… no sabemos muy bien la razón.
Bueno, el día ha dado para bastante y mañana toca madrugar.
Hola….. dos preguntas sobre el mercado, la primera de las fotos el pescadito tiene un numero es el que da el turno….??? Y la otra, dices que son mujeres las que despachan, casadas y de mediana edad, vamos que unos 8 o 9 años, no ¡¡¡, pues después de esa edad seguro que las habrá casadas…. Jajaja.
Así duran toda la vida, no como NY, que con el paso de la gente se van desgastando… jijiji
Dios, os habéis llevado el AVE para viajar, ahora me explico el recorrer tanto.
Besos YETHY Y SRA.
Hola viajeros!
Me encanta el mercado de pescado, es que no parece de éste planeta, porque entre lo que parecen muelas, las conchas gigantes que sacan la lengua y las morcillas coreanas, yo buscaría a Goomer que fijo que anda por ahí…:-P
Seguir disfrutando que nosotros lo hacemos a la vez!
Besines
Una de las cosas que mas me gusta a la hora de viajar es que parece que los dias tienen muchas mas horas. Leyendo el dia de hoy da la sensacion de que esteis contando varios dias en uno.
Se os nota que estais disfrutando un monton y eso es bueno.
A cuanto esta el yen?
Besos y abrazos segun corresponda.