Distancia: 64kms. Desnivel: 895 metros.
Click, click, click empiezo programando el GPS que me está ofreciendo una ayuda enorme. Cuando creo tener la ruta definida me pregunto si no será mejor buscar el camino con ayuda, eso hago, borro lo programado y decido darme una oportunidad.
El desayuno en este hotel ha sido muy bueno, tipo Bufet. Me lo tomo con calma, en definitiva tampoco tengo prisa, nadie me cronometra y hace sol. Cargados todos los bártulos y con las últimas fotos pregunto qué camino debo seguir para llegar a enlazar de nuevo con la vía Verde. La respuesta es fácil y rápida: “sigue hasta Dinópolis y allí verás una senda cómoda de seguir”. Eso hago, la referencia que iba siguiendo son los carteles indicativos que tienen como destino Valencia. Pronto llego al lugar indicado y en el mismo aparcamiento hay dos grandes carteles del Camino. En realidad lo que me han dicho en la Plaza de San Juan es el camino alternativo que el ofrece la ruta por sendero. Está muy bien indicado y balizado, a partir de aquí no tiene ninguna pérdida. El trayecto es una gozada por lo bien que está para transitar y la tranquilidad que ofrece. Como prueba de ello me encuentro a bastantes personas dándose su paseo matutino.
No tardo mucho en alcanzar el punto de referencia que me habían dado. Una vez aquí el discurrir es una gozada. Sigo en la Vía Verde que dejara para entrar en Teruel, el paisaje cambia bastante con lo que viera ayer, se hace más agreste, pero lo mucho que disfruto se mantiene en su máxima expresión. Atravieso una zona preciosa, en algún caso te hace ir cerca de la autovía. Es como ver dos mundos en paralelo: el que vivo con el día a día donde la velocidad, la gente, el ruido y las prisas por llegar a todo son una constante; y por otro, un camino en soledad donde hay tranquilidad, estas solo, se disfruta y vives o sientes todo lo que te rodea.
Antes de abandonar la Vía Verde el viento ya se hace un poco molesto y a medida que me voy acercando a La Puebla de Valderde va en aumento. Tanto, que me sorprendo apretando los pedales para bajar. Al llegar busco directamente el Ayuntamiento, pero ha sido mejor opción la oficina de turismo. En ésta me atienden muy bien y me sellan el salvoconducto. Es hora de almorzar y decido, tras preguntar, que lo haré en el bar-restaurante “el Horno”. Gran elección, el almuerzo y el trato que me han dispensado ha estado genial. He ido a la iglesia parroquial de Santa Emereciana, pero está cerrada. Sigo el consejo de la persona que estaba en la oficina de turismo pero me da igual, no consigo abrir la puerta. Continúo hacia el lavadero y por último salgo por una de la puerta de muralla que todavía se conserva, la de Valencia.
Mi siguiente punto de parada es Rubielos de Mora. Subo al castillo y está cerrado, la oficina de turismo también. Bajo a la plaza del Ayuntamiento, pero en esta ocasión no sello, prefiero seguir viaje hacia Rubielos.
Al llegar a mi destino de hoy, voy directamente al Hotel Los Leones, el precio 45 € con desayuno incluido. El hotel está en un edificio restaurado, con gran gusto por cierto, que ofrece unas instalaciones muy cuidadas. Los dueños están muy pendientes y son muy amables.
Tras la ducha me doy un paseo por el pueblo. Voy directamente al edificio del Ayuntamiento que es donde está la oficina de turismo. El pueblo me ha encantado, he disfrutado mucho de sus casas señoriales y sus calles. Merece mucho la pena esta parada. Después de mi paseo toca relax.
Hola, curioso, tanto pensar creo que me he perdido uno o dos días, tendré que dar marchar atrás…
Por cierto otra incógnita, el guía de Dinópolis, macho tengo en este viaje un mar de dudas….
Bueno todo bien y el piso como dios manda, lo del viento… intentare solucionarlo…
Ya casa estamos en meta, anniiimmmmoooooooo … ¡¡¡¡
Un abrazo YETHY