A ÑA HA SEO! o traducido al español, ¡hola!. Es una de las primeras palabras que hemos aprendido en esta semana que llevamos en Corea. No es menos cierto que nuestros progresos van avanzando de manera lenta, pero segura. Os pondremos un ejemplo, en la siguiente foto vais a ver un montón de dibujos, pero pone: “¡oferta, crema hidratante femenina, anti-ojeras, de pepino, 9,95 w.”. Creemos que el avance es bueno.

ANUNCIO DE CREMAS

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Ahora con el idioma casi dominado es fácil moverse. Salimos del hostel para ir en busca de la parada de autobús que nos permitirá ver Yandong, otra de las visitas obligadas en la región de Gyeongju. La parada os la señalarán en el alojamiento que estéis y los autobuses son: 200,202,203,204,205….. aunque es importante saber que si veis pasar el 203 sepáis que ese lleva hasta la puerta de Yandong. El resto de autobuses tardan 40 minutos y te deja en un cruce muy próximo a la entrada del pueblo, andando son 15 minutos. Son 1.500 wones.

El camino a seguir es sencillo, te sientes como Dorothy en la película del Mago de Oz, aunque lo que cambia es el color del pavimento.

CARCASAS PARA MÓVILES

CARCASAS PARA MÓVILES

YANDONG

Llegamos al centro de recepción de visitantes. Compramos la entrada, 4.000 wones cada uno y emprendemos nuestro paseo con un callejero que dificulta bastante la orientación. Es una de las aldeas tradicionales más grandes del país, que conserva la cultura tradicional y natural de la época de Joseon. En esta área forestal se encuentran en pie aproximadamente 160 casas antiguas, algunas habitadas y otras abandonadas. Desde luego nos permite conocer a simple vista el estilo arquitectónico de las construcciones tradicionales de Corea.

YANDONG

YANDONG

Además, el pueblo en realidad está dividido en otros tres barrios, aunque en el mapa que nos han entregado los denomina como pueblos independientes: Naegok, Geolim y Hachon. En todos ellos hay elementos patrimoniales destacados y no hay que olvidar que el conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2010.

YANDONG

YANDONG

YANDONG

YANDONG

YANDONG

YANDONG

YANDONG

YANDONG

Mantenemos la fortuna de coincidir con poca gente y así pasear en un ambiente muy agradable. Aquí, como en Hahoe, podemos ver la construcción de las casas con una división y estructuras propias del país, y aunque, nosotros en España, tenemos las pallozas, no deja de sorprender el estilo de construcción con paja o caña de… ¿arroz? que forman los tejados. El caminar es cómodo y aunque en ocasiones te despistas con el mapa que te entregan, tomarse este paseo con tranquilidad es un privilegio.

YANDONG

YANDONG

YANDONG

YANDONG

Volvemos a la parada de autobús en la que nos han dejado. Lo que nos apetece es un cambio de registro, nos bajamos en la parada de la estación de tren y entramos en el mercado de Seongdon. La amabilidad del momento ha sido cuando al pararnos en un puesto de pescado por curiosidad, el pescadero se ha acercado a explicarnos lo que era y como se lo comían lo coreanos, simplemente un detalle diferente.

MERCADO SEONGDON

MERCADO SEONGDON

MERCADO SEONGDON

MERCADO SEONGDON

"PELUCAS" MERCADO SEONGDON

«PELUCAS» MERCADO SEONGDON

"PELUCA" DE PULPO

«PELUCA» DE PULPO

Después de esta visita seguimos el guion planteado buscando un lugar para comer. Hemos vuelto a acertar, con la suerte de tener un turista pidiendo antes que nosotros y poder preguntar, la recomendación de éste ha sido todo un acierto. El restaurante lo lleva una señora mayor que no para de hablar en coreano con una soltura y una gracia que nos hacen la comida muy amena, amén de la compañía del chico que nos ha recomendado probar el plato, un italiano. La sopa de noodels exquisita.

PARQUE ANAPJI POND

Seguimos hacia la parte antigua que nos queda por visitar. Visto que el tiempo ya amenaza lluvia cambiamos de planes y nos acercamos a ver primero lo que teníamos para el final como plato fuerte, el Anapji Pond. Este lugar con su estanque, es una visita que creemos obligada, cuesta 1.500 wones. Era el lugar donde la familia real de Silla pasaba su tiempo de ocio. En 1975 secaron el estanque temporalmente y descubrieron un auténtico tesoro de antigüedades de Silla que ahora se exhiben en el Museo Nacional de Gyeonju. Un lugar tan bucólico, tan bello, tan especial sólo le faltaba un buen fondo musical y justo eso es lo que hacen, poner música tranquila que se oye genial en todo el parque mientras te sientas, paseas y disfrutas de todo lo que te rodea. De nuevo, otra experiencia para los sentidos.

PARQUE ANAPJI POND

PARQUE ANAPJI POND

PARQUE ANAPJI POND

PARQUE ANAPJI POND

PARQUE ANAPJI POND

PARQUE ANAPJI POND

PARQUE ANAPJI POND

PARQUE ANAPJI POND

PARQUE ANAPJI POND

PARQUE ANAPJI POND

Muy próximo al Anapji Pond se encuentra el paseo para llegar a la zona del Wolseong forest y el Gyerim Forest, otra zona que recomendamos pasear. No insistimos en que existen más túmulos reales en esta zona boscosa y permite conocer, a parte, el Gyeongjuhyanggyo, que creemos por lo que nos han dicho, que es una escuela confuciana. Desde aquí vamos a ver otro de los elementos culturales y patrimoniales más fotografiados de la ciudad: el observatorio Cheomseongdae. Simplemente comentar que es el observatorio astronómico más antiguo que se conserva en Asia. Construido durante el reinado de la Reina Seondeok (del 632 al 647), era usado para observar las estrellas y así predecir el tiempo.

OBSERVATORIO CHEONGSEONGDALE

OBSERVATORIO CHEONGSEONGDALE

MUSEO NACIONAL DE GYEONGJU

Por último ponemos rumbo al Museo Nacional de Gyeongju, entrada gratuita. En este museo podremos encontrar una gran colección de toda la trayectoria arqueológica realizada en la región. Aprovechar este hueco para hablar de los baños públicos en Corea. Nos ha sorprendido la cantidad de ellos que hay, lo limpios que están y la multitud de personas que tienen que trabajar para mantenerlo así.

MUSEO NACIONAL

MUSEO NACIONAL

ADORNOS DE TEJADO EN EL MUSEO NACIONAL

ADORNOS DE TEJADO EN EL MUSEO NACIONAL

La última parte del día la reservamos para darnos un “homenaje serio”. Elegimos un restaurante al azar, más bien por ver a bastante gente dentro. Pensamos que siendo todos de aquí, o al menos lo parecen, tantas personas no puede estar equivocadas. ¡Genial!, no hemos podido poner mejor guinda a éste sabrosísimo pastel llamado Corea. La cena ha consistido en repetición de plato, el Jjimdak. 23.000 wones, incluyendo una cerveza de elaboración local bastante buena. Añadir que el agua en los restaurantes te la sirven al pedir y no se paga.

Hemos intentado encontrar algo negativo, pero no hemos podido. Ha sido una experiencia absolutamente recomendable.

Mañana será el cierre a este viaje, pero eso ya lo contaremos.

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