Distancia: 99 Kms. Desnivel: 1.370 metros.

El dueño del Parador de Santa Rita no es muy “detallista” que digamos. Como ayer tuve que desmontar todo lo que llevaba en la bici, ahora tocaba recomponerlo. A las siete de la mañana, de noche, en un patio sin una luz que pudiera facilitarme la labor de reenganche se me ocurrió meter la bici en la zona de recepción del hotel. Cuando ha entrado en el comedor yo estaba desayunando y con un tono que no me ha gustado ha preguntado a la persona que estaba preparando los desayunos: “¿esta bici que hace aquí?”. Lógicamente mi respuesta ha sido inmediata con un tono ofendido, pero sin enseñar colmillos. “La he metido yo que soy perro, no búho. Necesitaba luz para poder ajustar las alforjas y no se preocupe que la bicicleta ha dormido en la calle”.

El desayuno correcto. Si volviera a Molina de Aragón, este local sería la última opción en la que preguntaría si quedan habitaciones libres.

Estoy nervioso, hoy es una de las “etapas reina”. Ayer me dedique a estudiar las alternativas que tenía para llegar hasta Checa. Finalmente me decido por la más directa. Me atrae la carretera singular que hay entre Ventosa y Torete, pero será en otra ocasión, con coche. Tampoco elijo la opción que ofrece la guía por sendero, indica que no es ciclable 100 % y prefiero no arriesgarme ya que la bici pesa mucho. Desde Molina de Aragón opto por ir hasta Valsaloble y por la CM-210 llegar al cruce que viene desde Fuembellida, siguiendo el Camino,  uniéndome así a la ruta cidiana otra vez. Esto supone un ahorro en kilómetros que a la larga se agradecen.

PUENTE VIEJO. MOLINA DE ARAGÓN

PUENTE VIEJO. MOLINA DE ARAGÓN

Desde la carretera nacional que cruza Molina está perfectamente indicado y sin posibilidad de duda cual es la carretera que tengo que seguir. El paisaje que recorro cambia mucho con respecto al de ayer.  Empiezo en un pinar que desprende un olor muy agradable. La soledad es abrumadora y te hace sentir minúsculo. Hasta Checa me han adelantado dos coches y en sentido contrario al mío ha pasado uno. Después llegan las subidas: la primera desde Pinilla de Molina, la segunda desde Megina. Menos mal que Hybrid tiene tres “platos”.

CARTEL INDICATIVO DEL CAMINO.

CARTEL INDICATIVO DEL CAMINO.

PINILLA DE MOLINA

PINILLA DE MOLINA

VISTA HACIA MEGINA

VISTA HACIA MEGINA

CARTEL DE BIENVENIDA

CARTEL DE BIENVENIDA

Checa me recibe con un desvío y una subida. Pregunto por el Ayuntamiento para sellar, otra cuesta, pero al llegar me lo encuentro cerrado. Se han marchado a Molina a hacer alguna tarea. Vuelvo al centro neurálgico que está más abajo, junto al río, es inconfundible porque en 150 metros cuadrados hay un supermercado, un bar y una panadería.

CASA RUPESTRE EN CHECA

CASA RUPESTRE EN CHECA

Ya más relajado almuerzo y entro en esta última. Pregunto por algo tradicional y me enseñan tres cosas: almendrados de Aragón, galletas de leche y torta de anís. Aunque no os lo creáis elijo el producto por el peso, la torta de anís. Aunque es la que más abulta es la que menos pesa. Está de escándalo, ¡qué buena!. Tengo torta para un par de días. Seguido al dulce me doy al café.

Empiezo a animarme un poco porque ya queda menos. El resto del camino hasta Orihuela de Tremedal es sencillo y cómodo, pero lo que no se me olvida es la entrada a Orihuela. Me recordaba a esas películas españolas que veía de chaval. Esas que mostraban carreteras  jalonadas por chopos enormes y veías el “seiscientos” o algún modelo de SEAT recorriéndolas, ¡genial!. También Orihuela merece un paseo y disfrutarlo. Me ha gustado mucho y encima tengo sorpresa, me encuentro a un colega, Chuchi, hacía tiempo que no sabía de él y no tiene perfil de Facebook. Me ha encantado ver que sigue bien. Mantengo la rutina de buscar la plaza y el Ayuntamiento. Hoy toca café, pero donde entro no tienen pincho de tortilla.

CARRETERA ENTRE CHECA Y OREA

CARRETERA ENTRE CHECA Y OREA

CARRETERA ENTRE CHECA Y OREA

CARRETERA ENTRE CHECA Y OREA

ORIHUELA DEL TREMEDAL

ORIHUELA DEL TREMEDAL

ACCESO A ORIHUELA DEL TREMEDAL

ACCESO A ORIHUELA DEL TREMEDAL

CARRETERA ENTRE CHECA Y OREA

CARRETERA ENTRE CHECA Y OREA

"CHUCHI", UN AMIGO DE ORIHUELA DEL TREMEDAL.

«CHUCHI», UN AMIGO DE ORIHUELA DEL TREMEDAL.

Desde aquí hago otra modificación del recorrido propuesto por la guía. En Checa la panadera me ha dado un consejo y me ha explicado que lo que propone la guía cicloturista es una carretera muy dura que no me recomienda. Quizá si vienes con coche. Así que me cuenta como llegar a Bronchales por la carretera del Valle. Simplemente pasar Orihuela y el primer cruce que hay, seguir a la derecha. Es una carretera sin exigencias físicas lo que me permite presentarme en Bronchales en menos tiempo del que esperaba. No sé lo que me he perdido por la ruta que propone la guía, pero si sé lo que me he ahorrado.

En Bronchales el del Hostal-pensión Isabel me sella el Salvoconducto y me da los consejos oportunos de lo que me queda hasta Albarracín. Un señor muy atento.

CARRETERA ENTRE BRONCHALES Y NOGUERA

CARRETERA ENTRE BRONCHALES Y NOGUERA

CARRETERA HACIA NOGUERA DE ALBARRACÍN

CARRETERA HACIA NOGUERA DE ALBARRACÍN

Comienzo a subir y voy acumulando un tiempo que me obliga a parar, abrigarme y comer en Noguera de Albarracín. Repuestas las energías doy aviso al corazón de que pasaremos a un ritmo de “a toda máquina”. Consigo mantenerlo hasta Torres de Albarracín. A partir de aquí, no hay más “carbón” las piernas protestan y volvemos a “marcha crucero”.

TRAMACASTILLA

TRAMACASTILLA

La anécdota la protagoniza una anciana, sola por un camino, bien ataviada, con un conjunto del mes de noviembre propio de estas tierras: Cabeza cubierta con pañuelo, abrazada a un fular o gran bufanda, jersey muy grueso y falda larga. ¡Vamos! Que parece una bereber en tierras extrañas. Me pregunto qué hará esta señora a estas horas paseando sola y con el frío que hace pudiendo estar en casa, a gusto y al calorcito de una buena hoguera. Imagino que ella se pregunta: ¿Qué coño pinta un perro andando en bici?.

A unos 10 kilómetros de Albarracín pierdo el sentido por todo lo que me rodea. Es un auténtico privilegio. La mejor escena de otoño que haya visto nunca. La carretera recorre un desfiladero, no es correcto poner palabrotas, pero el conjunto de colores otoñales y roca es acoj… Voy tan absorto que se me olvida que la carretera no tiene arcén. Paro 50 veces y no me canso de mirar a todos los sitios. La pena es ser perro y no fotógrafo, aunque sería muy complicado capturar una imagen que plasme lo que voy contemplando.

RÍO GUADALAVIAR HACIA ALBARRACÍN

RÍO GUADALAVIAR HACIA ALBARRACÍN

DESFILADERO DEL RÍO GUADALAVIAR

DESFILADERO DEL RÍO GUADALAVIAR

RÍO GUADALAVIAR

RÍO GUADALAVIAR

Cuando llego a Albarracín los ojos me piden más, pero las piernas me dicen que ya vale. Paro en la oficina de turismo para preguntar dónde está el hotel que he reservado. ¡Cómo no! Está en una cuesta. Está cerca, pero la rampa a estas alturas de la ruta me pone a prueba.

CARTEL DE LLEGADA

CARTEL DE LLEGADA

El hotel es el Albarracín y dejan que Hybrid y yo durmamos juntos. El paseo nocturno tiene mucho encanto, pero al haber llegado tan tarde dejo la visita turística para mañana por la mañana. Precio del hotel alojamiento y desayuno 50 €.

El hotel me invita a una sopa de ajo, lo que añadido a un plato de secreto de cerdo ibérico y unas peras al vino hacen de este cierre el mejor para un día fantástico.

SOPA DE AJO PARA CENAR

SOPA DE AJO PARA CENAR

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