El último día en Tokyo y por lo tanto de nuestro viaje lo dedicamos a otro de los lugares emblemáticos, el Mercado Central de Venta de pescado al por mayor conocido popularmente como Mercado de Tsukiji.
Para hacer esta visita tenemos que dirigirnos al área de Ginza. Sin JR pass nos subimos a la línea de metro y en pocos minutos llegamos a la parada del Mercado. Llegar hasta él no tiene pegas. Al entrar hay una persona de uniforme que te entrega un plano para que te orientes y sepas donde estas, donde te dejan entrar y donde puedes ir.
MERCADO TSUKIJI
El Mercado Tsukiji es el más famoso de Tokyo, hay gente que viene antes de las cinco de la mañana para ver el sorteo de los atunes, nosotros no podemos valorarlo, pero hemos preferido venir cuando lo abren a todo el mundo, las nueve de la mañana. Hay que tener en cuenta que a las 6 de la mañana entran 50 personas y a las 6:30 otros tantos, en una especie de visita guiada. Lo que nosotros hemos visitado muestra un poco la locura que tiene que ser preparar todo lo que venden y expiden para restaurantes, particulares, etc. A estas horas de la mañana lo que vemos es que la gente está recogiendo y aunque vemos todavía gente muy ajetreada entendemos que lo más fuerte está cuando el mercado no tiene turismo. Con el mapa que comentábamos que hemos recibido te vienen una serie de indicaciones con las normas que has de seguir en lo que se entiende un mercado, no un sitio turístico.
El mercado, para nosotros, ha sido una experiencia genial. Con lo que hemos visto nos podemos hacer una idea del alboroto que tiene que ser eso en las horas previas. Reconocer también que es un mercado muy grande.
Desde el mercado de pescado pasamos hasta el de verduras y la zona donde los restaurantes venden el shusi. Lo que no deja de sorprendernos son las colas que hacen en muchos lugares para acceder a ciertos locales. Desde aquí el resto del circuito lo hemos querido hacer andando, para disfrutar de un buen paseo por esta ciudad y sus diferentes áreas o barrios.
Seguimos hacia el barrio de Shiodome es un área donde se entrecruzan la nueva cultura y la antigua. Aquí visitamos el jardín de Hama-rikyu en el que nos piden 300 yenes, no lo hemos visitado. El World Trade Center donde tienen un observatorio en lo alto, 620 yenes. Hay varias ofertas creemos que tendrán diferentes opciones. También hay un bar en la planta anterior a la que ocupa el observatorio, pero no sabemos si es libre.
Seguimos hasta el Templo Zojoji, entrada gratuita y la Torre de Tokyo, 820 yenes, a esta no subimos.
Volvemos a Ginza en esta ocasión para ver la zona de tiendas de mayor nivel de precios y ver que es una serie de calles realmente animadas.
Pasamos a la zona de Marunouchi donde muchas líneas de trenes convergen en la inmensa estación terminal de Tokyo. En sus áreas circundantes hay calles comerciales y edificios del Gobierno Central, así como áreas de compras. Constituye el centro de Tokyo.
Disfrutamos, a la sombrita, de un buen “bento” en el parque Chiyoda-ku en la parte de los jardines del Palacio Imperial y Nijubashi. Curiosamente hoy vamos buscando la sombra.
Después de este buen rato y quedarnos sorprendidos por el nivel de cuidado del césped buscamos la puerta de acceso al recinto del Castillo, por la puerta Ote-mon. La entrada es gratuita y en la taquilla te entregan una pequeña ficha de plástico que te indica que antes de las cinco la debes devolver en el mismo sitio. Como cualquier otro espacio verde o jardín japonés merece la pena.
La estación de trenes de Tokyo es un lugar donde uno debe asomarse. Es un edificio que recuerda a las estaciones occidentales, un edificio clásico, diseñado en 1914 de ladrillo rojo, que destaca sobre todo por los edificios que lo rodean.
El paseo continua hasta el barrio de Akihabara, el barrio electrónico, para alcanzar Ueno. El paseo han sido unas 9 horas. Volvemos pronto para ducharnos y salir a cenar, es nuestra despedida.
Con esto llegó EL FINAL DEL VIAJE.
Besos y abrazos según corresponda.
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