Hoy nos levantamos y después de desayunar y esas cosas nos vamos con Silvia a ver el Castillo de Blarney. Esta a 2 km. de casa de estos chicos así que fuimos andando y como buenos españoles, jeje entramos por la puerta de atrás saltando una pequeña valla de un prado y así ahorrándonos 10 euros por persona, además al hacer esto recorrimos casi todos los exteriores del castillo que son impresionantes, el otoño hace que todo se tiña de unos colores que dejan boquiabierto a cualquiera.
Vimos un lago, el bosque que rodea todo y la Blarney House que es una casa señorial de 1874. El paseo por el bosque la verdad es que merece mucho la pena, por lo menos ahora en otoño.
Rincones, árboles milenarios y una Ice House, (imaginamos que serán como las que hay en la Sierra de Espuña en Murcia. Pozos profundos y anchos donde antiguamente llenaban de nieve o hielo del invierno para conservar ahí dentro los alimentos durante el resto del año) conforman el resto de cosas a parte del castillo que tenemos para ver aquí.
La fortaleza en cuestión es la mayor atracción turística de Irlanda, pues es donde se encuentra la famosa piedra de la elocuencia y que hay que descolgarse tumbado de espaldas para llegar a besarla, la piedra esta en lo más alto del torreón e impresiona, pero ahí está un tío que te agarra para que no te caigas, además tienen un tinglado montado con una cámara fija tipo radar de trafico para hacerte la pertinente foto y con un ticket que te dan al llegar de nuevo abajo si quieres bajo pago de 10 aurelios te dan la foto, como te dejan hacer fotos pues no hay problema.
Muchas son las leyendas sobre el origen de esta piedra. En algunas de ellas, esta piedra fue usada por Jacob como almohada y más tarde traída a Irlanda por Jeremías. En otras, esa es la legendaria piedra de Ezequiel, escondida por David y traída a Irlanda durante las cruzadas. Incluso hay otras leyendas que afirman que es la piedra sobre la que Moisés golpeo para hacer brotar agua en medio del desierto durante su huida de Egipto hacia la tierra prometida.
Cientos de años más tarde, una bruja que fue rescatada a punto de ahogarse revelo los secretos de la piedra al clan de los McCarthys. Entonces Cormac Teige McCarthy, el Señor de Blarney, se supone que la uso consigo mismo y así consiguió, solo mediante palabras, salir victorioso de la difícil posición en que la reina de Inglaterra, Isabel I, le había puesto al pretender invadir Irlanda y hacer súbditos suyos a los nobles irlandeses. Esto, que es un hecho histórico, se considera el inicio de la leyenda moderna sobre la elocuencia de la piedra.
Nos hizo un día de pleno verano, así que estuve en manga corta, digo estuve, porque el resto llevaban algo más de abrigo. Los irlandeses, como yo en manga corta y algunas chicas con eso de que era domingo iban con unos vestiditos de cortar el hipo. Casi ninguna llevaba medias, sorprendente, porque nos contaban estos chicos que aunque este lloviendo a mares y con frío, tampoco se ponen medias, como las inglesas… Después estuvimos tomando de vermut unas pintas de guiness negra que estaban cojonudas en un pub y a continuación nos fuimos a comer a otro pub con otra pinta para cada uno.
De comer, unos Roast Beef con patatas fritas y un cuenco con brócoli, puré de patata y zanahoria. Otros el irish stew que es el plato nacional por excelencia y que es un guiso con carne de cordero. Después de comer nos fuimos con Silvia a dar un paseo por un camino super chulo entre arboles y siguiendo el curso del rió hasta otro pueblo llamado Waterloo. Al llegar nos metimos en otro pub a tomar un té calentito pues ya se notaba que empezaba a refrescar, a mi creo que me sentaron algo mal las cervezas pues cuando volvimos a casa me tuve que echar un rato la siesta para quitar el dolor de cabeza.
Afortunadamente se me pasó el dolor de cabeza, así que me uní a la sesión de fotos del viaje de estos chicos por el sudeste asiático durante casi un año (esto lo recalco por los que no lo saben). Después cena, sobremesa larga y a la cama.
Besos y abrazos según corresponda.
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