No tener persianas en la habitación ayuda poco a mantener un sueño continuo en un país donde a las 04:30 de la mañana parece que sean las 10:00. A pesar de todo, al ver la hora, nos decidimos a continuar en la cama.
POZNAN
El desayuno que incluye el precio de la habitación es muy generoso y tipo buffet. Esto permite conseguir energías para el primer día de visitas en estas ansiadas vacaciones.
CASTILLO DEL KAISER
Como comentábamos ayer, estamos en el centro. Comenzamos la visita a las 08:30 horas por la zona imperial, como indica el callejero que nos entregaron ayer. Seguimos la calle Grudnia viendo a nuestro alrededor una parte de la ciudad que nos ha gustado mucho recorrer. Quizá monumental, acompañada de grandes edificios que dicen mucho de lo que tuvo que haber antaño. Vemos el castillo del Kaiser y lo rodeamos por completo lo que nos permite llegar al Parque Mickiewicz y el edificio de la ópera.
MONUMENTO A LOS ASESINADOS EN 1956
También el monumento de recuerdo a los asesinados durante la revuelta de 1956. Se trata de dos cruces enormes entrelazadas.
CEMENTERIO GARRISON
Desde aquí vamos hacia el Parque de la ciudadela. Visitamos el cementerio Garrison donde se encuentran las tumbas de aquellos caídos desde 1914 hasta 1956. Es decir: fallecidos en la Primera Guerra Mundial, Segunda Guerra Mundial y fallecidos durante el levantamiento obrero de 1956. Impacta bastante y a medida que vas leyendo la fecha de la muerte de alguno de ellos, más. El más joven que hemos leído 17, pero bastantes con no más de 22 años. Son soldados: polacos, rusos y pertenecientes a la Commonwealth.
Pasamos por la puerta del museo del ejército donde tienen 4 tanques aparcados en la puerta. Recorremos una zona de ruinas que nos permite hacernos una mínima idea de lo impresionante que tenía que ser esta ciudadela fortificada que se destruyó durante la Segunda Guerra Mundial.
CATEDRAL
Seguimos hacia nuestro último punto de visita indicado en la guía, la isla de la Catedral –isla Ostrow Tumski-. El conjunto urbano es reducido y de edificios religiosos. La Catedral de Poznan, entrada gratuita, es un edificio que no nos llama especialmente la atención. Tiene obras interesantes como el tríptico del retablo principal y la capilla dorada. No hemos visitado la cripta -3,5 zlt.-
Después, volvemos de nuevo a la parte antigua de la ciudad. Queremos cambiar dinero porque aún no lo hemos hecho. (CONSEJO: donde más tiendas de cambio hemos visto es la calle Garbary, puede ser un buen punto para hacerse una referencia del precio por cambio). Tras comparar varias, elegimos la que nos ofrece mejor cambio. Lo hemos conseguido a 4,13.
Con dinero polaco en el bolsillo pensamos en gastarlo y tomarnos un café sentaditos tranquilamente. Elegimos la zona de la iglesia de María Magdalena –muy recomendable su visita, es gratuita-, en la Plaza del Ayuntamiento. Hemos encontrado de casualidad la cafetería Republika Ròd que recomendamos sin ningún género de duda. Volvemos con este tentempié a la Plaza del Mercado a ver como las cabras del reloj que hay en la torre del Ayuntamiento dan las doce mientras simulan golpear sus cornamentas. Es uno de los motivos más famosos de la ciudad y se ha convertido en su símbolo.
Con una visita bastante intensa nos despedimos de una ciudad que nos ha gustado mucho.
GNIEZNO
Ponemos rumbo a Gniezno. Llegados a este punto aparcamos en un parking que hay a los pies de la catedral –una hora 3 zlt-, desde aquí no son más de diez minutos andando. De nuevo un edificio emblemático como es éste, no nos resulta muy sorprendente. Máxime con todo lo que lo destacan las guías. La entrada al edificio es gratuita.
Después de la visita seguimos la ruta por la ciudad buscando la oficina de turismo. No tiene pérdida, está en la Plaza Mayor. Recogemos el callejero y con él seguimos conociendo la ciudad. No es muy grande y el casco histórico está bien delimitado.
BISKUPIN
Nuestro siguiente alto en el camino es la recreación de un poblado de la edad de hierro en la localidad de Biskupin. Aunque parece que las distancias son cortas, debido a las normas de tráfico, te lleva un rato. No se puede correr, ah! y otra norma, hay que llevar las luces encendidas de manera permanente.
La entrada a Biskupin son 10 zlt. y el paseo nos remonta a una época muy pasada. Las instalaciones tienen sus añitos, pero de viaje entre Poznan y Torun, bien vale una parada.
TORUN
El resto del camino hasta Torun no tiene misterio. Al llegar buscamos directamente el camping. Este emplazamiento está al otro lado del río, muy cerca del casco histórico ya que simplemente hay que cruzar el Río Vístula. De esta manera el coche se queda a buen recaudo y no hay que estar pensando en poner ticket ni nada parecido. Otros alojamientos.
En un principio nos dice que no hay alojamiento, pero le damos un poco de pena y finalmente nos da un bungaló de cuatro plazas que piensa no se usará hoy, ya que los que lo han reservado no tiene pinta de que aparezcan. El coste son 70 zlt. Sin ni siquiera desmontar las cosas del coche nos enfundamos el callejero en la mano y nos vamos hacia el puente que nos permite alcanzar Torun.
La ciudad se presenta bonita de inicio: las calles, los edificios, la música…. Hacen que esta ciudad se presente muy atractiva. Nuestro paseo es simplemente de introducción y buscamos un sitio para cenar. Elegimos el restaurante K2 y probamos el “shoarma z kurczaka”, que es pollo especiado con patatas y ensalada. Está bueno. A eso hay que añadir una cerveza con granadina y una jarra de medio litro. Todo por 48 zlt. es un lugar donde se cena bien y económico.
Con este nuevo “homenaje gastronómico” volvemos al camping que hoy se nota el cansancio.
Por último, la experiencia enseña: Para los que consideren que la guía Lonely es “la Biblia” del viajero, venir con una edición del año 2010 o anterior puede suponer algún contratiempo ya que la información que ofrece está bastante desfasada.
Besos y abrazos según corresponda.
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