Es curioso, cuesta comenzar a contar lo que ha dado de sí un día tan cargado de actividad como el de hoy. El trayecto hasta Corea no ha tenido ningún inconveniente, salvo la duración del vuelo, 14 horas, que quizá por ser el de ida y los nervios que no ayudan, no hemos podido dormir ni descansar. Esto se traduce después en un cansancio acumulado que te consume “la batería”.

CENA EN EL AVIÓN

CENA EN EL AVIÓN

Llegados al aeropuerto de Seúl, decir que es una instalación muy moderna, vamos en busca de la puerta cinco, ya que esta puerta de salida tiene una oficina de información y turismo. Lo cierto es que el recibimiento ha sido bastante frío por parte de la persona que nos ha atendido, pero imaginamos que mejorará con el paso de los días, o que la chica tenía mal día. En esta oficina os entregarán planos e información de todo el país. En el aeropuerto, antes de salir hemos realizado el cambio de € a wones a 1.403. No ha sido tan diferente con respecto a una oficina de cambio que hemos visto después en Seúl, aquí estaba a 1.410. Recomendamos hacer parte del cambio antes de salir del aeropuerto.

Teníamos duda por ver que medio de transporte usábamos para llegar hasta nuestro hostel, el Bannana Backpackers. La cuestión es, si trasladarnos en tren más metro, o bus. Hemos preguntado a la persona que nos ha atendido en la oficina de turismo del aeropuerto cual era la mejor opción (la verdad es que cuando le hemos preguntado por la forma de llegar al centro de Seúl, el tren ni nos lo ha mencionado) y nos ha comentado el autobús, las personas que hemos leído en otros blogs recomiendan también el autobús. Al principio tuvimos dudas, pero nos decidimos finalmente por este medio de transporte. Decir que según la guía el tren expreso son 43 min. y el tren con paradas 55 min. El problema es que hay que añadir unos 15  o veinte min. por los dos transbordos que hay que hacer en cualquiera de los dos casos. Sin embargo, el autobús te lleva de manera directa hasta Anguk, muy próximo a nuestro destino. Según la guía, en autobús, íbamos a tardar 90 minutos, pero no hemos tardado más de una hora.

La parada donde se coge este autobús es la 6011 muy fácil de reconocer. Tiene dos puertas de recogida de pasajeros dentro del aeropuerto: la de la puerta 5 y la de la puerta 11. Se puede comprar el billete en una pequeña oficina situada en la calle, pero podéis estar tranquilos si lleváis los 10.000 wones y los introducís, subidos ya en el autobús, en el casillero correspondiente, podéis montar y evitar, en caso de llegada multitudinaria de turistas, la cola que se forma en la caseta para comprar dicho ticket a la zona centro.

DISPENSADOR DE MASCARAS DE GAS

DISPENSADOR DE MASCARAS DE GAS

La llegada caminando al Hostel la realizamos con algunas dudas, pero llegamos sin problema. No llevar callejero y orientarte con los planos que te suelen dar los alojamientos, puede dificultar la ubicación. Al llevar la reserva hecha, no hay pega en la recepción. Tenemos la suerte de que nos entregan la habitación al cuarto de hora de llegar. Son las 10:00. El Hostel tiene una ubicación extraordinaria. Está junto al palacio de Jongmyo y a cinco minutos del barrio de Insadong. Cuesta 55.000 wones la noche.

Después de una ducha y tratando de mantener la actividad para no dormirnos, decidimos darnos un paseo y tomar contacto con la ciudad. La primera visita es al palacio de Gyeongbokgung. (Consejo: aquí te permiten la compra del billete combinado de los palacios más importantes de la ciudad, cuatro, y el Santuario de Jongmyo por 10.000 wones, si los compráis de manera individual o por separado el precio se multiplica. Lo puedes utilizar en un mes y seguramente este combinado lo vendan en cada uno de ellos.

La puerta que da acceso al Palacio es la de Gwanghwamun. Construida  a la vez que el Palacio, es la puerta de entrada principal al conjunto. La traducción literal del nombre es: “que la luz de la ilustración cubra el mundo”, en referencia a la dedicación de los miembros de la Dinastía Joseon en crear un nuevo linaje. Construida enteramente en granito, el centro hay una entrada que simula el arco iris, llamada Hongyemun, sobre la que hay una torre. Aquí podréis ver soldados vestidos de época y la simulación de un cambio de guardia. Hay varios a lo largo del día.

SOLDADO EN PUERTA GWANGHWAMUN

SOLDADO EN PUERTA GWANGHWAMUN

BUENA CÁMARA

BUENA CÁMARA

Este palacio fue construido en 1.395 como el principal palacio de la Dinastía Joseon (1392-1910) por el Rey Taejo, fundador de la dinastía, es el más completo y magnífico de la época (según la guía escrita local www.royalpalace.go.kr ). Está dividido en multitud de estancias y, salvando las distancias, nos ha recordado en parte a la Ciudad Prohibida de Pekín. La extensión que ocupa es enorme, y tiene rincones preciosos. Dentro hemos visitado el Museo Folklórico Nacional de Corea y también tienen, aunque no hemos entrado, el Museo Nacional del Palacio de Corea.

HEUNGNYEMUN

HEUNGNYEMUN

GEUNJEONGMUN

GEUNJEONGMUN

HUEMGYEONGAK

HUEMGYEONGAK

HYANGWONJEONG

HYANGWONJEONG

TRAJES TRADICIONALES COREANOS

TRAJES TRADICIONALES COREANOS

Después de la visita al palacio seguimos con nuestro paseo hacia la plaza de Gwanghwamun y Sejong-ro Sageori. Aquí vemos que los niños se divierten en unas fuentes intermitentes calándose hasta los huesos, con un montón de madres pacientes alrededor de ellos con toallas y mochilas para el secado y cambio de ropa, es un lugar muy divertido.

PLAZA SEJONG-RO SAGEORI

PLAZA SEJONG-RO SAGEORI

PLAZA SEJONG-RO SAGEORI

PLAZA SEJONG-RO SAGEORI

En este punto nos han hecho de nuevo una entrevista unos estudiantes. Decir que la primera ha sido en la puerta del Palacio Gyeongbokgung, donde unos chicos nos han preguntado, muy educadamente, para practicar su inglés, por el motivo de la visita a Corea y si nos estaba gustando. Con cinco horas en el país poco podíamos decir, pero ha sido una situación divertida, terminada como no, por eso estamos en oriente, con la foto de rigor. Después,  frente a la pagoda que preside el Museo Folclórico Nacional una televisión Coreana nos ha entrevistado para un programa que se dedica a la enseñanza del inglés con turistas extranjeros que visitan el país, las preguntas han sido sencillas y la temática de tigres y leones, pero menos mal que ha hablado Arancha. Y por último, la entrevista con la que hemos empezado a contar el resto, ha sido con otros tres jóvenes para enseñarnos, trabajo encargado por el profesor, a jugar a un juego local que consistía en golpear tratando de darlos la vuelta, un par de cuadrados planos hechos con un par de capas de cartón y atados con cuerda. El orden de turno se juega a piedra, papel o tijera. Después hay que tratar de girarlos. Los cuadrados se apoyan en el suelo y el juego consiste en coger uno de ellos tirarlo con fuerza contra el otro para conseguir darlo la vuelta, el que lo consigue gana. No hay límite de intentos, se termina cuando uno de los contrincantes consigue el cometido. Nosotros hemos perdido. Ha sido un rato muy divertido y sobre todo muy agradecidos de la amabilidad con la que nos tratan.

TELEVISIÓN COREANA

TELEVISIÓN COREANA

Cansados después de tanto viaje, preferimos cambiar de planes e ir a dormir un poco con idea de levantarnos después y continuar la visita. Volvemos pasando por la mítica calle Insadong, es la zona más famosa en tiendas de regalos tradicionales, casas de té y comida tradicional. Es especialmente popular por sus antigüedades, pinturas antiguas, cerámica, artesanía de papel y mobiliario tradicional.

Después de la siesta, casi tres horas, volvemos de nuevo a disfrutar del callejear por Insadong. Hoy es día de fiesta nacional y al ambiente es extraordinario, hay mucha gente en la calle. A esta circunstancia hay que añadir que hace una temperatura buenísima.

Cenamos en esta zona, después de callejear nos decidimos por un restaurante donde hemos probado la cocina tradicional. No teníamos la facilidad de entender muy bien lo que pedíamos saliéndonos de lo habitual, la carta está en inglés, así que viendo a los que nos rodeaban, coreanos todos ellos, hemos pedido lo mismo.

El plato ha sido el mandu-jeongol, es un plato que te sirven en una especie de paellera, en la mesa, tu mismo le das “el punto”. Se presenta todo crudo y se va guisando con un poco de caldo de… vamos a decir carne porque es lo que nos ha parecido. Antes de servirnos el plato principal nos ofrecen el famoso Kimchi, que es el plato tradicional por excelencia, acompañado de otros platos: nuddels, tofu, algo con mayonesa y manzana y setas hervidas. A medida que vas comiendo lo que te han presentado, el guiso se va haciendo. Son un montón de ingredientes casi todos ellos vegetales. El tamaño de los Dumplins (una especie de empanadilla que se hierve) es enorme y están riquísimos. La señora que nos ha atendido se ha apiadado de nosotros y ha estado pendiente en todo momento, como nos servíamos, reponer el caldo que faltaba, etc. Todo esto acompañado de vino de arroz, que piensa uno lo bien que entra y… son 15 grados. Ha sido un homenaje en toda regla por 23.800 wones, al pagar nos dan una bolsita de galletitas, curioso. El restaurante está situado en el número 9 de Insadong 8.

CENANDO EN SEUL

CENANDO EN SEUL

CENANDO EN SEUL

CENANDO EN SEUL

Después de un rato tan agradable seguimos con el paseo, ahora ya ha oscurecido y la visión de esta mañana cambia de manera radical. Una de las cosas que nos ha parecido muy recomendable es el paseo que hay en las orillas del Arroyo Cheonggyecheon. Originalmente era un arroyo natural que fue cubierto por asfalto en 1.958 para construir una carretera. Tras una restauración que duró más de dos años y finalizó en el año 2005, el arroyo vuelve a ser un  curso de agua de algo más de 5 kilómetros en pleno centro. Desde luego la gente lo aprovecha mucho porque nos hemos encontrado multitud de personas paseando y sobre todo de una cantidad enorme de parejas jóvenes disfrutando del sitio. Es el “paseo del amor”.

ARROYO CHEONGGYECHEON

ARROYO CHEONGGYECHEON

Con un día como el de hoy es momento de retirarse a la cama, mucha actividad hacen que sea obligatorio la recarga de “pilas”

Mañana más.

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