Otro día donde el despertador no da tregua. Los turnos de guardia, antiguas imaginarias, se han dado bien. Nos despierta Jorge Pal. a todos, fue el último en hacer la guardia. La llegada sin problemas, los símbolos coinciden así que todos tranquilos (quedarse con los símbolos de los nombres de las ciudades o cosas no es demasiado difícil y ayuda mucho).

SANTI, L. JORGE, BERTA Y BEATRIZ EN EL TREN NOCTURNO DE XIAN A PINGYAO

SANTI, L. JORGE, BERTA Y BEATRIZ EN EL TREN NOCTURNO DE XIAN A PINGYAO

UN CALLEJÓN EN PINGYAO

UN CALLEJÓN EN PINGYAO

PINGYAO

Son las 06:00 de la mañana, muy pronto y aun así, hay gente. Tenemos el payaso del pueblo, que repite una frase sin cesar, no sabemos porque, ni que sentido tiene, la frase en cuestión: No hablo español. Lo primero compra de billete a Pekin, la sorpresa que a estas horas este abierta la taquilla, la mala suerte que solo hay billetes para viajar de pie. Tras un pequeño rifi rafe por el asunto de los carnets de estudiantes, y viendo que esta vez no cuela, compramos y pagamos.

UNA CALLE DE PINGYAO

UNA CALLE DE PINGYAO

Nos damos cuenta que aquí hay una forma nueva de viajar que antes no nos habíamos fijado, que llevará gente de manera masiva. Las motos con un carro y este, con tres filas de asientos. Nos ofrecen este transporte pero con las mochilas y demás no cabemos y lo rechazamos.

FACHADA DEL ALBERGUE HARMONY EN PINGYAO

FACHADA DEL ALBERGUE HARMONY EN PINGYAO

Lo siguiente el taxi, con minivan. Después de hablar con un par de ellos, 15 yuanes los 6, aceptamos y nos llevan hasta un hostel que nos habían recomendado, el HARMONY HOSTEL.

UNA CALLE DE PINGYAO

UNA CALLE DE PINGYAO

Otro de los capítulos de la llegada, fue buscar una consigna que nos permitiera dejar las mochilas y estar tranquilos mientras hacemos la visita a la ciudad. Entramos en una tiendecita, locutorio y nos dicen que por guardar las mochilas son 10 yuanes por mochila, no nos gusta el sitio ni el precio y decidimos continuar con ellas puestas.

RICKSAW PARADO EN UNA CALLE DE PINGYAO

RICKSAW PARADO EN UNA CALLE DE PINGYAO

Lo curioso para llegar al hostel es que el taxista tuvo que preguntar donde estaba el Harmoy, porque no lo sabia, tiene tela. El recibimiento fue muy cordial, una tal Sara de la que ya nos habían hablado, nos atiende con una enorme sonrisa, luego vimos que el tamaño de la sonrisa dependía de los euros que dejaras en el Albergue. Empezamos con el desayuno, fuerte porque no hemos comido mucho.

ARANCHA DANDO UN GLOBO A UN NIÑO EN PINGYAO

ARANCHA DANDO UN GLOBO A UN NIÑO EN PINGYAO

La sonrisa de Sara se mantiene. El siguiente paso, negociar una ducha y guardar las maletas. Nos pide 100 yuanes, nos parece caro, pero aceptamos. Curioseando que ya sabéis que es algo muy nuestro, preguntamos en el hotel que hay junto a este, y nos lo dejan por 20.

PERRO EN UN CALLEJÓN DE PINGYAO

PERRO EN UN CALLEJÓN DE PINGYAO

Decidimos, volvemos al Harmony y decimos que nos marchamos, enseguida y milagrosamente las duchas y la custodia de las mochilas pasan a ser 20 yuanes. Eso si, el morro y la mala cara, no tiene precio.

FOTO DE GRUPO EN MEDIO DE LA FIESTA EN PINGYAO

FOTO DE GRUPO EN MEDIO DE LA FIESTA EN PINGYAO

Sabedores que la muralla es patrimonio de la humanidad empezamos por la puerta sur. La entrada 12 euros por cabeza, no interesa. Curiosamente hoy estaba todo ambientado no sabemos concretamente porque, al parecer motivado por una recepción en un encuentro internacional de fotografía.

GENTE HACIENDO TAI CHI EN LA FIESTA EN PINGYAO

GENTE HACIENDO TAI CHI EN LA FIESTA EN PINGYAO

No sabemos la gente que estaba caracterizada, pero muchos. Una zona de soldados, otra de gente haciendo Tai-chi, otros disfrazados de tortugas con pañuelos, chicas disfrazadas con trajes muy bonitos. Gente dando al tambor, y un largo etc.

UN POSTE DE LA LUZ EN MITAD DE LA ACERA EN PINGYAO

UN POSTE DE LA LUZ EN MITAD DE LA ACERA EN PINGYAO

Después de un rato, y ya cansados porque se trata de un ensayo, comienza la visita. Pingyao, tiene unos 40.000 habitantes, y es una ciudad típica de la etnia Han. Se conserva en perfectas condiciones, en algunos casos diferimos mucho de este comentario de la Lonely. Una curiosa muestra de la planificación urbanística y los estilos arquitectónicos de la China imperial. La rodea una muralla de seis kilómetros, perfectamente conservada que se construyo entre los años 827-728 A.C. en la época de la dinastía Ming, se reconstruyo y lo que vemos es casi todo de esa época. En 1997 entro a formar parte de la lista de patrimonios mundiales de la UNESCO.

CHICO SUBIDO A UNA ESCALERA PUESTA ENCIMA DE UN TODO TERRENO EN PINGYAO

CHICO SUBIDO A UNA ESCALERA PUESTA ENCIMA DE UN TODO TERRENO EN PINGYAO

En el momento de más auge se convirtió en el centro financiero del país, hoy la verdad que no queda ni sombra, comentario de nuestra cosecha. Hay numerosos templos taoístas, y una iglesia católica. Las calles son grises, las fachadas de ladrillo gris, un conjunto que da un color a la ciudad demasiado anticuado, oscuro, triste. Hay zonas donde se puede ver torres que antaño solo por el color tenían que transmitir algo, hoy queda en unos tonos apagados que dicen mucho de lo que nos rodea.

SEÑOR EN PINGYAO

SEÑOR EN PINGYAO

A pesar de todo insistimos en ver cosas, en recorrer calles, y tratar de conocer lo máximo posible de esta ciudad. La mañana, el recinto amurallado por dentro, visita a las distintas puertas, calles y callejuelas.

FOTO DE GRUPO COMIENDO EN UN RESTAURANTE EN PINGYAO

FOTO DE GRUPO COMIENDO EN UN RESTAURANTE EN PINGYAO

Con ir acumulando cansancio enseguida el estomago pedía carburante. Hoy probamos en un sitio con un ambiente encantador, por la música, por el camarero, los distintos libros. Muy pequeño, pero encantador.

UN SUPERMERCADO EN PINGYAO

UN SUPERMERCADO EN PINGYAO

Comemos muy bien, sitio que recomendamos Punky & Jason, calle Beiguang Dajie, más o menos por el centro de la ciudad antigua. Merece la pena. El siguiente tramo del día, más paseo por zonas que no habíamos visitado y que van haciendo de nuestra espera al horario del tren más amena.

SEÑORAS DANZANDO CON PAÑUELOS EN LA FIESTA EN PINGYAO

SEÑORAS DANZANDO CON PAÑUELOS EN LA FIESTA EN PINGYAO

Volvemos a la puerta sur, donde por la mañana asistíamos al ensayo de una representación que nos había llamado la atención. En esta ocasión mucha más gente. Ahora entre bailes de zancudos, dos dragones de los que se ven en la tele y que lo llevan varios sujeto a un palo. Leones que mueven dos personas.

DANZA DE DRAGONES EN LA FIESTA EN PINGYAO

DANZA DE DRAGONES EN LA FIESTA EN PINGYAO

Más gente disfrazada, carros, caballos, y por fin ensayo general. Esto de salir del pueblo tiene sus ventajas. Pero, para no variar, hoy también nos llueve un poco. Volvemos al hostel y hacemos tiempo hasta que se hace la hora del tren, sale a las 19:11 horas.

FOTO DE GRUPO CAMINANDO HACIA LA ESTACIÓN DE TRENES DE PINGYAO

FOTO DE GRUPO CAMINANDO HACIA LA ESTACIÓN DE TRENES DE PINGYAO

Nos despedimos, y andando porque se puede hacer perfectamente. Llegamos a la estación de tren. Tras una compra de ultima hora de unas cervecitas, montamos en el tren. Hay preocupación por lo que será un viaje con billetes sin asiento.

ATARDECER EN PINGYAO

ATARDECER EN PINGYAO

Enseguida nos agolpamos a pie de anden, el dos. Cuando llega el tren empiezan las caras y los suspiros. Mucha gente, y de momento de pie. No sabemos porque razón pero un señor, muy agradable, nos deja un cubo de pintura para poder sentarnos, ya tenemos uno. Enseguida Santi consigue otro. Después Jorge Pal. enseguida Berta y por ultimo Beatriz; es decir en poco más de una hora estábamos todos sentados.

ESPERANDO EL TREN EN PINGYAO

ESPERANDO EL TREN EN PINGYAO

Transcurridas dos, con la primera parada del tren en una estación, hacemos reagrupación, y nos sentamos los seis juntos. Antes de la reagrupación, mientras cada uno ocupábamos una parte del tren, a Bea le han intentado conquistar, ciertamente ha sido la protagonista durante 40 minutos del trayecto; todos los ojos y preguntas le tocaban a ella.

SEÑOR A TRAVÉS DE UNAS BICIS EN PINGYAO

SEÑOR A TRAVÉS DE UNAS BICIS EN PINGYAO

En este momento todo son sonrisas, estamos juntos y sentados, pero viene la parte de preguntarse como dormimos. Intentamos repartir las guardias como el día anterior, pero en esta ocasión entre el sitio, el traqueteo, la gente que nos rodea y cierta preocupación por las horas que quedan, el sueño va haciéndose el remolón.

DOS NIÑOS MONTADOS EN EL CARRO DE UNA BICI EN PINGYAO

DOS NIÑOS MONTADOS EN EL CARRO DE UNA BICI EN PINGYAO

Intentamos distraernos con cartas, un poco de conversación, pero enseguida y a partir de las 11:30 las 12:00 empiezan los ejercicios de estiramiento de cuello. Un tironcito por aquí, otro por allí, un movimiento de recuperación que recuerda a los niños japoneses en los vídeos de primera. Lo único verdadero es que a partir de la una, a alguno nos costaba un triunfo mantenernos despiertos. Aunque quisiéramos el sueño se apoderaba de los párpados y estos caían a plomo.

SEÑORA CON UNA BÁSCULA EN PINGYAO

SEÑORA CON UNA BÁSCULA EN PINGYAO

De la manera que fuera, con apoyo lateral para evitar la rotura de algún músculo del cuello, apoyando la cabeza encima del brazo utilizando la mesita. Unos encima de otros, utilizando la ventana del tren, no se muchas maneras, pero el cuerpo ni descansaba ni dormía.

ABUELO CON PERILLA EN PINGYAO

ABUELO CON PERILLA EN PINGYAO

De esta manera va transcurriendo una noche que suponemos será larga, mañana contaremos el resto si el cuerpo lo permite.

Besos y abrazos según corresponda.

¡Vota este post!