El despertador suena a las 9:00 horas. Hoy toca organizar la mochila bien, pero eso después de la pertinente ducha y el desayuno.
Como ya hemos aprendido que la prisa mata, nos tomamos todo con tranquilidad, hoy no tenemos nada en especial que hacer. A las 11:00 horas nos marchamos a dar una vuelta por la medina y gastar los últimos dírhams.
Al principio vamos por callejuelas distintas a las de ayer pero acabamos en las principales con el consiguiente agobio de turistas y vendedores pesados, muy pero que muy pesados. Una frase que nos ha hecho gracia en este viaje es que te dicen, “aquí más barato que en Mercadona”.
Hoy me dedico más a fotografiar algunas de las cosas que venden. Se enfadan si haces fotos y no compras, se enfadan si te enseñan algo y les terminas diciendo que no compras nada, se enfadan… saben álgebra e intentan siempre comprometerte para que acabes comprando.
Vemos a un chico haciendo filigranas en madera ayudándose de los pies y me regala uno.
Así seguimos caminando y comprando alguna cosilla. Teníamos intención de comer algo a las 13:00 horas antes de irnos al aeropuerto, pero no tenemos ni pizca de hambre.
Salimos a la Plaza de Jemaa el Fna y nos acercamos a un chiringuito a tomar unos zumos fresquitos de naranja. Que distinta se ve la plaza por el día, aunque hay mucho trasiego de turistas y gente de todo tipo intentado captar la atención para sacar algunas monedas.
Vamos a otro puesto y nos tomamos otro zumo. Con las mismas al hostel a terminar de cerrar las mochilas.
A las 14:00 horas pagamos y nos despedimos de la gente del hostel. Con las mochilas puestas recorremos las calles de la medina que nos separan de la Plaza de Jemaa el Fna. Hace mucho calor, los termómetros marcan 37 grados. Salimos de la plaza por la calle donde están todas las calesas.
En la esquina con la avenida hay varias paradas de autobús, la primera es en la que para el autobús 19, que es el que va al aeropuerto. Tarda media hora y cuesta 30 dh. por persona. Los autobuses pasan cada 20 minutos.
En la parada estamos unos 5 minutos hasta que llega, tiene la silueta de un avión en todo el lateral. El autobús hace algunas paradas, vemos que pasa por la estación de trenes y se baja en ella una chica. Suponemos que también se podrá coger allí.
A las 14:45 horas llegamos al aeropuerto. La parada del autobús está según se sale de la puerta del aeropuerto a mano izquierda, se ve fácil.
El Aeropuerto Menara de Marrakech es muy pequeño. Según se entra, los mostradores de facturación están a la izquierda. Los de Ryanair están entrando un poco más adentro. Nosotros nos quedamos un ratillo fuera comiéndonos unas galletas y fumándonos un cigarrillo pues es pronto aún. Solo hay 5 taxis, y vemos un mamoneo tremendo, abordan a los turistas en plan trileros imponiendo el precio que quieren.
Casi no hay gente en las ventanillas así que facturamos rápido. Donde si hay una larga cola es para entrar al control de equipajes, pero avanza ágil. Cuando nos toca un policía nos dice que no tenemos la tarjeta de inmigración. Toca salir, rellenar el impreso y volver a hacer la cola. El control de equipajes, mujeres por un lado y hombres por otro. El cacheo a todo el mundo, a muchas chicas las sobetean pero bien.
200 metros después llegamos a un hall con algunas cafeterías y los monitores con los vuelos. Detrás las puertas de embarque, solo hay 8. Al cabo de un rato aparece en los monitores que podemos embarcar, lo hacemos por la puerta 7. No hay ningún control, a nadie mandan ni pesar ni medir el equipaje de mano. Vamos andando hasta el avión y nos sentamos en la parte delantera.
Despegamos a la hora prevista y el vuelo sin problemas. Escribiendo un poco y el resto descansando los ojos.
Aterrizamos en Barajas a las 19:45 horas, un cuarto de hora antes de lo previsto. Las mochilas salen de las primeras y ya solo nos queda coger el bus a Burgos para rematar un viaje sin problemas.
Salimos de la T-1 y cogemos el autobús gratuito hasta la T-4. El bus nos deja en la planta de arriba. En el ascensor bajamos a la planta 0 y según se entra a la terminal a la izquierda del todo está la ventanilla de Alsa para comprar los billetes. Con ellos en la mano salimos fuera a hacernos un bocata. Solo queda esperar a las 22:15 horas que salga el autobús con destino Burgos, es decir, final del viaje.
A las 22:25 horas nos ponemos en camino por la A-1. Paramos en Aranda y Lerma con lo cual el viaje dura más de lo esperado y finalmente a la 1:15 horas entramos en la estación de autobuses de Burgos.
Fin de un viaje que ha sido muy variado en todo lo que hemos visto y sobre todo infinidad de vivencias personales vividas. Marruecos un país que merece la pena descubrir.
Besos y abrazos según corresponda.
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