CACHEMIRA, DÍA 14: CÓMO LLEGAR A MANALI DESPUÉS DE 18 HORAS

El despertador ni  ha sonado, puesto que estuvimos haciendo tiempo en la guest house, hasta las 12:15 horas de la noche, que con nuestras mochilas al hombro nos fuimos hacia el sitio donde nos habían indicado desde la agencia. Cuando salimos de la Guest House, la calle estaba completamente oscura, y ni un alma por ella, solo nos acompañaban los ladridos de los perros. Llegamos al sitio en cuestión, junto a los cajeros en Main Bazar, y allí había una pareja, otro chico y varias personas más esperando a los autobuses. No nos vimos ni las caras pues estaba completamente oscuro.

PAISAJE EN LA CARRETERA ENTRE LEH Y MANALI

La nota la protagonizó una vaca que debía estar enferma o con algún problema porque metía unos alaridos que asustaba, todo oscuro, que al principio no la veíamos y semejantes ruidos… además los perros empezaron a ladrar y se debieron de juntar todos los que hay aquí porque vaya fiesta.  Aparecieron varios minibuses; el primero no es el nuestro, pero el segundo si. Tras subir el equipaje a la baca entramos dentro, teníamos los asientos 5 y 6, y en teoría van 11 personas y vas cómodo. Digo en teoría, porque en la parte de atrás que se suponen van 4 personas había por lo menos 6. Las pintas de todos ellos mejor ni las contamos, lo mejorcito de cada casa.

PAISAJE MONTAÑOSO EN LA CARRETERA ENTRE LEH Y MANALI

Arrancamos y al rato recogimos a una pareja que se sentó en los dos primeros asientos. Así íbamos más que completos y como atrás debían ir muy juntitos uno de ellos se tumbo en medio del autobús, y vamos que nos vamos. La primera impresión horror porque los que teníamos atrás no hacían más que empujar los asientos, moverse, clavarnos las rodillas y para colmo el del suelo, que con esto ya no podías ni estirar un poco las piernas.

PARADA A ESTIRAR LAS PIERNAS EN EL TRAYECTO ENTRE LEH Y MANALI

Que mala leche nos entro, pero que si ellos clavan las rodillas, ah! pues nosotros también tenemos rodillas, al final el pobre del suelo se llevo algún que otro pisotón, sin querer, pero es que hay que estirar las piernas de vez en cuando.

AUTOBÚS EN EL QUE HEMOS IDO DE LEH A MANALI

Como teníamos mucho sueño intentamos dormir, a Jorge no le costó nada dormirse a Beatriz un poco más.

PAISAJE EN LA CARRETERA ENTRE LEH Y MANALI

Enseguida dejamos las carreteras buenas para pasar a los caminos  y nuestro conductor paso por dos barreras, en las que le tuvieron que abrir. Había un montón de camiones aparcados, intuimos que por la noche no les dejan circular (menos mal). Por la carretera solo circulábamos tres o cuatro furgonetas similares a la nuestra con destino a Manali.

PAISAJE EN LA CARRETERA ENTRE LEH Y MANALI

Creo que menos mal que íbamos medio dormidos y era de noche porque el puerto nos da la impresión que se las traía. Creemos que salen a esa hora porque así hay un puerto por el que circulan solos y además se llega a una hora prudencial a Manali. Cruzamos primero el puerto Kongmaru La de 5.050 metros, después el vertiginoso puerto de Taglang La de 5.359 metros. Menos mal que  seguimos dormidos y no vimos nada. Cada vez que abríamos un ojo y veíamos por dónde íbamos volvíamos a cerrar los ojos, pues ya se sabe que ojos que no ven…

Bajando uno de los puertos vimos que había nieve en la pista y sin cadenas, pista para el artista. No, si por algo está catalogada esta carretera como la más peligrosa del mundo. Atravesamos otros dos puertos de más de 4.900 metros pero no sabemos cómo se llaman.

PAISAJE EN LA CARRETERA ENTRE LEH Y MANALI

Sobre las 6 de la mañana el conductor hizo una parada para desayunar, nosotros estábamos tan dormidos que ni siquiera nos bajamos de la furgoneta. El sitio donde paro eran unas tiendas de campaña al estilo de carpas donde hay unos puestos y puedes tomar desayuno o comer incluso si quieres. En este mismo sitio pararon las demás furgonetas que también van a Manali.

SARCHU EN LA CARRETERA ENTRE LEH Y MANALI

A los quince minutos seguimos camino y nosotros pues a seguir dormitando, te despertabas cada vez que alguno de nuestros compañeros de viaje se movía, pues íbamos como sardinas en lata. Nos espabilamos mas sobre las 8:15 horas Beatriz y sobre las 9:00 horas Jorge. El paisaje es espectacular, no sabemos muy bien como describirlos y aunque una imagen vale más que mil palabras, nos da la impresión que las fotos no reflejan todo lo bien que nos gustaría el paisaje.

PAISAJE EN LA CARRETERA ENTRE LEH Y MANALI

Cruzamos valle tras valle y todo el camino nos rodeaban montañas muy altas, entre los 5.000 y 6.000 metros, algunas tenían nieve otras todavía no. Se podía apreciar perfectamente las lenguas glaciares y ante esa inmensidad nosotros éramos como una hormiga de pequeños. El viaje era un poco tortura pero el paisaje no podía ser mejor.

PAISAJE EN LA CARRETERA ENTRE LEH Y MANALI

SARCHU

Pasamos el pueblo de Sarchu, algunos jeeps que hacen este camino de Manali a Leh paran a dormir aquí. Nos detuvimos en un control y el conductor nos pidió los pasaportes. Ni 5 minutos en hacer el trámite correspondiente, eso si, nos cotillearon bien los pasaportes, que curiosos son.

PAISAJE EN LA CARRETERA ENTRE LEH Y MANALI

Alrededor de las 10:00 horas volvimos a parar, junto con el resto de furgonetas, esta vez si bajamos teníamos las piernas y el culo que necesitaban un poco de descanso. El sitio muy parecido al anterior, carpas grandes donde puedes tomar algo. Nosotros no tomamos nada, nos sacamos nuestros croissants de chocolate, que compramos el día anterior, y nos los comimos. Estaban muy ricos pero eran gigantes, Jorge no se lo pudo acabar y le dio un trozo a un niño al que había sacado una foto, vaya cara de alegría.

PARADA A DESAYUNAR EN EL TRAYECTO ENTRE LEH Y MANALI

Aquí la vida tiene que ser muy difícil, calculamos que esto está a 4.000 metros, enseguida empezara a nevar, según hemos leído y nos han dicho la carretera por la que circulamos se corta a mediados de septiembre y no se vuelve a abrir hasta junio. Jorge estuvo viendo una cocina a la que tenían que ir cebando el gas para que caliente. Viven dentro de las carpas, que en invierno no me quiero ni imaginar el frío que hace hay dentro, que duro.

HOMBRES VIVIENDO EN TIENDAS DE CAMPAÑA DONDE HEMOS PARADO A DESAYUNAR ENTRE LEH Y MANALI

Seguimos nuestro camino subiendo y bajando por carreteras (es un decir porque la mayoría del tiempo son caminos) aunque durante aproximadamente una hora solo recorrimos un valle sin tener que subir y bajar mucho, mejor porque hay veces que pasas un poco de miedo. Esta carretera no la puede hacer desde luego nadie que tenga vértigo ni nadie que sea un poco aprensivo porque muere en el trayecto.

NIÑO DONDE HEMOS PARADO A DESAYUNAR ENTRE LEH Y MANALI

Sobre las 11:00 horas de la mañana, y todavía hacía frío imaginamos por la altitud. En un estrechamiento de la carretera, lo que suelen hacer, es uno de los vehículos se para donde está un poco más ancho y deja pasar al otro. Bueno, pues en este estrechamiento nuestro conductor debió pensar que era el camión que venía de frente el que tenía que parar; y el conductor del camión debió pensar que era nuestro conductor el que tenía que haber parado antes de llegar. El caso que nos encontramos de frente en el estrechamiento.

HOMBRE COCINANDO CON UNA COCINA DE GASOLINA DONDE HEMOS PARADO A DESAYUNAR ENTRE LEH Y MANALI

Nuestro conductor creemos que le dijo al conductor del camión algo sobre su madre, porque el conductor del camión bajo y empezaron a chillarse mutuamente, en uno de los insultos que nos imaginamos se estaban dedicando, nuestro conductor le zarandeo y le empujo contra la furgoneta. En esto, del camión se bajaron otros tres tíos, uno de ellos con una barra metálica.

INTERIOR DEL AUTOBÚS EN EL QUE HEMOS IDO DE LEH A MANALI

Aquí es cuando nosotros ya nos acojonamos, que se monta!!!, la furgoneta que se iba para atrás y nadie la sujeta, por Dios!!! Que alguien ponga el freno de mano que nos vamos barranco abajo… menos mal que al final uno de los que iban en el mini bus hecho el freno. Los indios que estaban detrás sentados salieron como un cohete para ayudar a nuestro conductor. Un par de puñetazos de cada uno, patada de nuestro conductor, el otro que en la patada le quita el zapato y se lo tira a la cabeza.

MOVIDA ENTRE NUESTRO CONDUCTOR Y EL DE UN CAMIÓN ENTRE LEH Y MANALI

Menos mal que al final intervinieron las dos mujeres que iban delante, una de ellas también se llevo un guantazo, y porque uno de los pasajeros se monto en el lugar del conductor y dio marcha atrás hasta que pudo pasar el camión y aquí quedo la cosa pero estábamos acojonados porque pensamos que al final el de la barra de metal la liaba. O le daba un golpe al conductor y no podía conducir y hay nos quedábamos o rompía la luna y no podíamos seguir o mil cosas más……. que mejor no pensar.

CRUZANDO UN TORRENTE DE AGUA CON EL AUTOBÚS ENTRE LEH Y MANALI

KHOLSAR

Bueno pasado este susto el conductor ya no paró hasta las tres de la tarde. Hicimos parada en un pueblo llamado Kholsar en el volvimos a tener un control policial y tuvimos que enseñar los pasaportes. Aquí paramos para comer unos 20 minutos. Ya llevábamos 14 horas de viaje infernal y le preguntamos al conductor cuanto más nos quedaba para llegar a Manali, 3 horas nos contesto.

RÍO CHANDRA CERCA DE KHOLSAR

A montarnos nuevamente en el autobús, buff que pereza. Volvimos  a pasar por valles espectaculares con montañas impresionantes que nos rodeaban por todas partes. Esta vez el paisaje ya se volvió verde con árboles tipo pinos, una chulada, salvando el millón de distancias, parecía Suiza.

PUERTO ROHTANG LA

Solo nos quedaba subir y bajar un puerto llamado Rohtang La (significa montón de cadáveres en referencia a los cientos de viajeros que han muerto congelados) de 3.978 metros, que después de lo que habíamos pasado no parecía mucho. Pues fue de dar miedo de verdad, cuando estábamos subiendo por curvas imposibles y con el frío que se notaba en nuestros ya malheridos cuerpos se echó la niebla. La subida se complico un poco, nos cruzamos con varios camiones y vehículos, esto hacia que pasáramos dos vehículos por un sitio que parecía imposible.

CASCADA CERCA DE KHOLSAR

Encima aunque no se veía con la niebla sabias que abajo había un precipicio, no se que es peor si verlo o saber que está ahí y no verlo. Lo peor fue al bajar, nos cruzamos con otro camión y parecía imposible que pasase por ahí ni un solo vehículo, y teníamos que pasar dos. Nosotros paramos para dejar pasar al camión y sorpresa cuando iba a pasar el camión se para, algo se había estropeado y no sabíamos que pasaba pero ni podía pasar él ni podíamos pasar nosotros. Se bajaron y ahí estuvieron arreglándolo hasta que arranco, menos mal que son buenos mecánicos y en un plis plas quedo solucionado.

CONTROL DE POLICÍA EN KHOLSAR

Al final en 5 eternos minutos el camión lo arreglo y paso, no sin que antes nuestro conductor tuviera que echar marcha atrás nuevamente sin ver absolutamente nada debido a la niebla. Aquí Beatriz se quería bajar pero bueno al final se soluciono sin incidente y despacito llegamos a Manali a las 18:30 horas.

MUJERES EN KHOLSAR

No está mal 17 horas y media en esa pesadilla de autobús. Desde luego repetimos que no es una carretera para gente con vértigo o personas que sufran del corazón, eso si los paisajes fueron espectaculares y de los mejores que hemos visto. Como dice la Lonley es la carretera más peligrosa del mundo, pero también la carretera que hay que hacer una vez en la vida. Ya está, pero no nos gustaría repetir.

SUBIDA AL PUERTA DE ROHTANG LA, 3.978 METROS CERCA DE MANALI

MANALI

Llegamos a  Manali y un señor nos ofreció una habitación barata, 300 rupias, la fuimos a ver y no nos convenció. Estaba en New Manali y sabíamos que todos los alojamientos de mochileros están en Old Manali, así que cogimos un ricksaw (50 rupias, fue imposible más barato) y nos fuimos a Old Manali. Nos bajamos del ricksaw y un chico nos ofreció un alojamiento por 400 rupias con wifi gratis. Estaba al lado de donde nos paro el ricksaw, lo vimos nos convenció y como estábamos cansados pues allí que nos quedamos. Se llama Manalsu Guest House, recomendable. De echo es una de las mejores en las que hemos estado en lo que llevamos de viaje.

Tras la ducha salimos a la terraza que tenía el alojamiento y nos tomamos una cerveza Kingfisher (solo existe en esta región de Himalachal Pradesh) por 150 rupias para brindar por nuestro viaje. Aquí mismo nos ofrecieron marihuana, y es que en este pueblo es muy popular que los extranjeros vengan a fumar. No gracias solo tabaco, no hay más problema con eso.

Después de esto a la cama que estábamos realmente muy cansados.

Besos y abrazos según corresponda.