Cantabria es una comunidad que esconde muchísimos rincones únicos. El punto más cercano para los que vivimos en Burgos, cuando queremos ver el mar, es Cantabria. Así que, ahora que empieza el verano, decidimos ir a pasar un fin de semana por los alrededores de Santillana del Mar. Nuestro campamento base lo montamos en Oreña, un pequeño pueblecito a unos 3 kilómetros de Santillana del Mar. Gracias a booking encontramos una buena oferta en la Posada del Pescador. Un acogedor alojamiento rural en el que sus dueños nos tratan genial.
OREÑA
Salimos pronto de Burgos y en algo menos de 2 horas llegamos a Oreña, Cantabria. Dejamos el equipaje en la habitación y nos vamos a la cercana localidad de Ubiarco para conocer un par de sitios espectaculares en la costa, muy poco conocidos.
ENSENADA DE ONZAPERA
Una vez en el pueblo, el gps nos indica por un camino. Esta a poco más de un kilómetro. Se puede ir con el coche pero, casi no hay ningún lugar para poderlo dejar, así que, a no ser que vayas fuera de temporada, lo mejor es ir andando desde Ubiarco.
La ensenada es una pequeña piscina natural entre rocas con un color de agua entre azules y verdes. Unas escaleras de piedra nos ayudaran a descender hasta el agua. Los amantes del buceo dicen que es un rincón maravilloso. El agua está muy fría, pero eso no es problema para un chico que tras ponerse las gafas y el tubo se mete para ver el fondo marino.
Estamos casi solos, damos un paseo por los alrededores disfrutando de los pequeños acantilados rocosos. El mar está muy tranquilo, casi no hay olas. Según nos han contado, los días de mar bravo, el agua bufa a través de las oquedades.
Todo está super limpio, no vemos un papel ni plástico en el agua. Y así es como debe de continuar. Es la hora de comer, sacamos el bocata y disfrutamos de este restaurante 3 tenedores. No hay sombras, pero la ligera brisa que corre hace que tengamos una temperatura perfecta. Regresamos a Ubiarco, cogemos el coche y nos vamos a nuestro siguiente destino.
ERMITA DE SANTA JUSTA
Este lugar es uno de los enclaves más espectaculares y menos conocidos de Cantabria. Situado a 2 kilómetros de Ubiarco, llegamos a un pequeño parking donde podremos dejar el coche. Lo primero que vemos es un chiringuito donde se puede comer o tomar algo. Nosotros como acabamos de comer, aprovechamos para tomar el café.
Una pequeña playa salvaje, la Playa de Santa Justa. Todo muy cuidado y accesible, hay mesas para poder hacer picnic y un parque infantil. Al fondo vemos la ermita. No hay mucha gente en el agua, suponemos que será por la temperatura de esta.
Por un sendero nos acercamos hasta la pintoresca ermita metida en la roca. Está enclavada en un anticlinal, en el que la erosión del agua, ha ido durante miles de años vaciando los materiales blandos, dando lugar a una cavidad. La ermita que vemos hoy data del siglo XVI, construida sobre un antiguo templo del siglo XII. Anteriormente se tiene constancia de que fue utilizada por eremitas. Tiene 2 paredes de mampostería, una puerta y dos ventanucos. Fue uno de los primeros focos de peregrinación del litoral cantábrico. Dentro están las reliquias de Santa Justa y Rufina.
Justa y Rufina fueron dos hermanas nacidas en Sevilla los años 268 y 270. Ambas murieron en el 287. Son veneradas como santas por la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa.
El día 19 de julio se celebra una romería tradicional en honor a Santa Justa.
El 12 de noviembre de 2010 se declaró como Bien de Interés Local. Hoy lo vemos todo muy tranquilo, pero cuando el mar está revuelto las olas chocan contra las paredes de la ermita. Tendremos que venir otro día para verla con mar bravo. Con pleamar desaparece casi toda la playa.
Se encuentra cerrada, pero a través de un ventanuco que hay en la puerta, podemos ver el interior. Tenemos que acostumbrar los ojos a la oscuridad y poco a poco iremos descubriendo como por arte de magia, su lúgubre interior. Metemos la cámara entre los barrotes para hacer algunas fotos.
Retrocedemos por el sendero y en la parte mas alta según vamos, sale un sendero a la izquierda, que nos lleva hasta la atalaya defensiva del siglo XV que se ve en la parte superior del acantilado, la Torre de San Telmo. Son los restos de una antigua torre vigía que controlaba el paso de los barcos por estas costas.
TORRE DE SAN TELMO
La subida es corta, pero empinada. En 10 minutos llegamos hasta ella. Solo quedan 2 trozos de pared y 2 ventanas.
Las vistas desde aquí son impresionantes. Por un lado vemos la playa de Santa Justa y Picos de Europa al fondo, con algunos restos de nieve. Y al otro lado la Playa de Tagle.
Al volver pasamos junto a unas vacas que parece que también tienen ganas de ver estas maravillosas vistas mientras dejan un rato de comer.
SANTILLANA DEL MAR
El resto de la tarde la pasamos en Santillana del Mar, el pueblo de las tres mentiras, ni es santa, ni es llana ni tiene mar. Hoy Santillana del Mar es un centro de referencia en el litoral cantábrico, por su importante actividad turística, que se asienta en su riqueza histórica y patrimonial. Esta localidad medieval está considerada como uno de los pueblos más bonitos de España.
Sobre esta localidad no nos vamos a extender porque hay muchísima información en la red. En la oficina de Turismo nos dan un mapita para recorrer sus calles medievales y contemplar algunos de sus imponentes palacios o la preciosa Colegiata de Santa Juliana.
Seguro que un producto gastronómico llamara vuestra atención en alguna tienda por su nombre, «Los Chochitos Ricos». Son unas rosquillas con sabor parecido a las típicas pastas inglesas de mantequilla pero con un toque a fruta. Están realmente buenas y las podéis encontrar aquí o en cualquier otro lugar de Cantabria.
Destacar 2 museos por su singularidad, el Museo del Barquillero y el Museo de la Tortura:
MUSEO DEL BARQUILLERO
Este museo está situado junto a la colegiata, en la «Casa de la Archiduquesa Margarita de Austria”. Es gratuito y muy interesante. Una vez dentro subimos a la primera planta y vemos juguetes antiguos, partituras musicales, cuadros, utensilios, moldes, y otros objetos relacionados con el oficio del barquillero.
El museo nos propone, un viaje a un pasado no muy lejano para conocer un oficio prácticamente extinguido, los utensilios para la elaboración del barquillo, las barquilleras, las melodías que se escuchaban, etc.
Muchos de los juguetes nos hacen rememorar nuestra infancia, se nota que ya tenemos una edad, jeje.
La planta baja del museo es una pequeña tienda donde podemos comprar regalos, juguetes y distintas variedades de barquillos y licores.
MUSEO DE LA TORTURA Y LA INQUISICIÓN
La entrada cuesta 4€, para jubilados y jóvenes entre 8 y 14 años 2,80€. Menores de 8 años, gratis. Horario: lunes a domingos de 10:00 a 21:00 horas.
El museo de la Inquisición ofrece una exposición permanente dedicada a los diversos instrumentos de tortura, castigo, humillación pública y pena capital, utilizados durante el periodo en el que actuaba la Inquisición. Dentro de este macabro lugar vemos más de medio centenar de instrumentos originales de la Europa de los siglos XV hasta el IX.
En 1478 los Reyes Católicos fundaron el Tribunal de la Santa Inquisición. Estaba formado por funcionarios eclesiásticos, al servicio del estado. El primer inquisidor general fue Tomás de Torquemada. Su tarea era la persecución constante de brujas, herejes… para mantener la pureza de la fe católica. Los acusados eran torturados durante horas o días, con todo tipo de instrumentos de tortura a cada cual más horrible. Los reos morían y los que sobrevivían quedaban mutilados de por vida.
La inquisición fue abolida en 1834 durante el reinado de Isabel II.
Gillotina, horquilla del hereje, empalamiento, potro, máscaras para humillación pública, garrotes, sillas de interrogatorio con pinchos, cinturones de castidad… son algunos de los macabros objetos que vemos y que nos ponen los pelos de punta. Los únicos comentarios que salen de nuestras gargantas son «ufff», «arghhhh», «ost… que brutos». Es ver quien era capaz de poder llevar mas al límite el sufrimiento humano. No te deja indiferente este museo.
Hacemos una parada para tomar una sidra asturiana fresquita y después buscamos un restaurante para cenar. Nos decantamos por El Cantón, nos atrae que tienen cachopo. Aunque es un plato típico de Asturias, nos apetece. Lógicamente lo lleva un asturiano, nos pedimos uno de ternera para los dos y casi casi no nos lo acabamos, impresionantemente bueno.
Ha sido un día muy chulo e interesante. Las escapadas de fin de semana te llevan a descubrir muchos lugares con encanto de Cantabria o cualquier otro punto de nuestra geografía. España es un país lleno de lugares especiales.
Tras descansar muy bien en nuestra habitación de la Posada del Pescador, bajamos a tomar un buen desayuno que teníamos incluido.
Cogemos la autovía A-8 hasta Cabezón de la Sal y una vez aquí continuamos por la CA-180 hasta Ruente, nuestra primera parada de hoy.
RUENTE
Lo primero que sorprende al llegar a este pueblo es un estrecho puente medieval peatonal con 9 ojos sobre el Río Saja, que hay junto a la carretera. El lugar, como podéis ver en las fotos, es singular.
Paseamos por la margen izquierda del río por un camino muy agradable repleto de árboles. En poco más de 10 minutos llegamos a la joya de la corona de esta localidad, La Fuentona. Y es que Ruente quiere decir fuente, de ahí viene su nombre.
La Fuentona de Ruente es una surgencia natural de agua que brota al pie de una pared de roca caliza. Está catalogada como Punto de Interés Geológico.
La Fuentona es bien conocida por la rareza de su cavidad y por el fenómeno de las intermitencias. El manantial de flujo regular, repentinamente deja de manar por un tiempo que oscila entre algunos minutos y varias horas, volviendo a surgir sus aguas con el mismo caudal anterior. Esta deseca temporal es descrita como de «remota antigüedad» y que a partir del siglo XX ha permitido documentar unas 12 paradas. Algunos autores sostienen que estas interrupciones pueden deberse a la existencia de un sistema sifónico en el interior de la cueva, en el que periódicamente la presencia de bolsas de aire interrumpa el flujo de agua. La última «seca» se produjo el 1 de Noviembre de 2011 y duró 5 horas.
Es un paraje muy sorprendente y tranquilo. Es un lugar mágico ya que tiene su propia leyenda, «La Anjana»
LEYENDA DE LA ANJANA
Cuenta la leyenda que en el interior de la gruta vive una anjana, la cual sería la causante de que las aguas dejen de manar en la Fuentona.
La anjana es el hada buena en la mitología cántabra.
Es la protectora de las gentes honradas, de los enamorados y de quienes se extravían en el bosque y caminos. Físicamente es pequeña, esbelta, con cabellos largos, túnica, sandalias y báculo. Suele habitar en el bosque, teniendo preferencia por las fuentes y los manantiales. En relación a la mágica cavidad, la leyenda de la Anjana de la Fuentona, nace a partir del misterio que envuelve al caudal esta gran “fuente intermitente”. Fruto del extraño comportamiento del caudal han surgido infinidad de historias y leyendas.
Vemos 2 chicas junto a la entrada de la gruta, parece que están haciendo algún tipo de petición a la anjana. Una de ellas no hace más que tocarse el vientre, suponemos que estará pidiendo para quedarse embarazada. Paseamos por el agradable lugar y regresamos al coche.
SAN SEBASTIÁN DE GARABANDAL
Continuamos por la CA-180 y en unos pocos kilómetros cogemos un desvío hacia Puentenansa por la carretera provincial de Cantabria CA-182. La carretera se pone cuesta arriba y atravesamos un puerto con un trazado muy sinuoso pero con unas vistas maravillosas.
Al llegar a Puentenansa cogemos la carretera CA-281 hasta la localidad de Cosío donde un nuevo desvío señalizado nos lleva hasta nuestro siguiente objetivo, San Sebastián de Garabandal. (desde Puentenansa hay 8 km). Justo antes de llegar al pueblo hay un parking donde debemos dejar el coche. El pueblo tiene calles estrechas y difícil aparcar. La carretera acaba aquí. El parking está justo después del monumento a la madre del emigrante.
Es una aldea rural ubicada en la sierra de Peña Sagra. Nos encontramos una población de calles estrechas con una arquitectura popular muy bien conservada. Vemos también varias casonas con escudos.
Como es el día del Corpus hay muchas banderas españolas en los balcones y justo debajo de estos pequeños altares. Es de «cuéntame» total… Este pueblo mantiene casi el mismo aspecto que tenía en los años sesenta y no ha sufrido las transformaciones producto del interés turístico como en otros lugares. De echo, vemos a la salida de misa una pequeña procesión bajo palio del Cuerpo de Cristo.
El pueblo es curioso y bien merece una visita, pero lo que hace que la gente venga hasta aquí es porque actualmente, San Sebastián de Garabandal es un centro de peregrinaciones cristianas.
Apariciones marianas: En San Sebastián de Garabandal se conserva la huella dejada por la presencia de la Santísima Virgen María en las casi 3000 apariciones públicas entre los años 1961 y 1965 a cuatro niñas de entre 11 y 12 años: Conchita González, Mari Cruz González, Jacinta González y Mari Loli Mazón.
A raíz de ello, se construyó en lo alto del pueblo (en el lugar que las niñas señalaron como enclave de la aparición) un pequeño santuario (Capilla de San Miguel) al cual acuden en peregrinación devotos católicos de todo el mundo, especialmente de América.
La iglesia católica nunca ha expresado pública ni oficialmente su reconocimiento sobre apariciones en esta pequeña localidad de Cantabria.
Después de pasear por el pueblo subimos a la Capilla de San Miguel. En la subida por un camino pedregoso vemos diferentes puntos donde se señalan lugares de apariciones.
Al llegar, abrimos una puerta de hierro con un cartel de respeto. Dentro hay 3 cosas a destacar:
- La Capilla del Arcángel San Miguel: fue edificada por haberlo pedido la Virgen en sus apariciones en este lugar.
- La Piedra del Ángel: fue un lugar frecuentemente escogido por el Arcángel para administrar la comunión invisible a las niñas.
- La Campana de Garabandal: monumento que solicitó Jesús en honor a su Madre la Virgen María. La campana lleva inscrita una frase dictada por la Virgen:
«Yo soy tu Madre del Carmen y quiero abrazarte para llevarte a Jesús»
En la parte de arriba hay un pinar conocido como «Los Pinos», aquí es donde se apareció la Virgen Santísima muchas veces a las niñas. Allí, las videntes dieron a conocer el primer mensaje de la Virgen, el 18 de octubre de 1961. Nosotros no subimos, aunque no hay mucha distancia, pero iba siendo hora de comer.
Regresamos al coche y de regreso por la carretera paramos a comer en el pueblo de Cosío, concretamente en el restaurante El Recreo. Fue todo un acierto, un menú del día por 13€ muy recomendable.
Después de comer regresamos por la carretera de esta mañana y paramos en un pueblo que nos llamo mucho la atención al pasar, Carmona.
CARMONA
Aparcamos a la entrada y paseamos por este tranquilo y bello pueblo de Cantabria. Tiene una cuidada arquitectura típica de las casonas montañesas y por ello fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985. Está considerado como el pueblo más bonito de Cantabria según los oyentes de Radio Altamira.
En el paseo que damos vemos un pueblo muy cuidado. Casas de piedra de 2 plantas construidas entre los siglos XVII y XVIII, con balcones de madera y flores por todas partes. Desde luego una localidad que merece mucho la pena conocer y dar un paseo por sus callejuelas.
Dos cosas son típicas de aquí, por un lado el ganado vacuno de la raza Tudanca y por otro, los albarqueros, que son los artesanos de madera que construyen las albarcas (calzado de madera de una sola pieza construidas normalmente en madera de abedul, fresno, castaño o aliso principalmente). Nosotros vimos a uno que estaba tallando utensilios de cocina como cucharas o paletas.
De aquí nos vamos a la última localidad que visitaremos, ya de camino hacia Burgos, Bárcena Mayor. Arriba del puerto paramos en la Collada de Carmona para hacer unas fotos, las vistas son preciosas.
BÁRCENA MAYOR
Regresamos por la misma carretera hasta Valle y aquí cogemos la CA-280 dirección Reinosa hasta que poco después de cruzar la localidad de Fresneda veamos un cruce que señala Bárcena Mayor y tras recorrer 10 km. llegaremos. Tenemos que dejar el coche en un parking gratuito que hay a la entrada, ya que el pueblo es peatonal.
Bárcena Mayor es Conjunto Histórico-Artístico desde 1979 y está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España.
Este pintoresco pueblo rodeado de montes y bosques está situado en el corazón de la reserva del Saja. Todas sus viviendas son las típicas casas montañesas de Cantabria, la mayoría de ellas construidas entre los siglos XVI y XIX, con fachadas orientadas al mediodía. La mayoría tienen 2 pisos, con piedra en la fachada y madera en sus vigas y balcones.
Pasear por sus calles y callejas empedradas de trazado medieval, te hace retrotraerte al pasado. Se nota que es una localidad muy turística y sobre todo se nota que sus habitantes se esmeran por ofrecer la mejor cara de su pueblo, limpio y cuidado. Recursos turísticos no le faltan; restaurantes donde comer un buen cocido montañés, tiendas de productos típicos de la zona como dulces, quesos y licores, o casas rurales o posadas donde pernoctar.
En la entrada del pueblo hay una oficina de turismo donde nos informan sobre la localidad y también de diferentes rutas de senderismo para hacer por la zona.
Con esto damos por finalizado un fantástico fin de semana descubriendo algunos de los maravillosos rincones con los que cuenta Cantabria. Si tienes algún día más os recomendamos descubrir este Parque Natural Saja-Besaya. Y no muy lejos, ya en Asturias el sorprendente pueblo al que se llega atravesando una cueva, Cuevas del Agua, que te contamos aquí.
Besos y abrazos según corresponda.
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Santillana del Mar sí que es villa, pero la primera mentira se refiere a que no es santa, lo cual no deja de ser un tanto incierto pues su nombre se debe a Santa Juliana (Sancta Luliana).
Gracias Iñaki, corregido el lapsus, jeje