El 18 de mayo recibo una llamada a media mañana de una buena amiga, Cristina, de 9 Comunicación. Me pregunta que qué tengo que hacer esa noche. Le respondo que no tengo plan y me propone realizar un viaje sensorial. «Un viajero y explorador como tu seguro que se atreve a vivir la experiencia», me dice.
Todo es secreto y no me puede desvelar nada para que la sorpresa sea total. Las únicas indicaciones que me hace son que lleve calzado cómodo, ropa de abrigo (esto es Burgos) y que a las 20:00 esté en la plaza de España donde me recogerá un autobús. Todo suena muy bien y sin pensármelo un segundo le digo que allí estaré.
MESAS NÓMADAS
Se trata de las mesas nómadas que organiza Cervezas San Miguel por toda la geografía española y que los días 17 y 18 de mayo toca en Burgos. Exploratorium de San Miguel Selecta invita a disfrutar de sorprendentes experiencias gastronómicas de la mano de los mejores chefs del mundo. En este caso, el chef estrella Michelín Miguel Cobo, será el encargado de llevarnos al más allá, gastronómicamente hablando. Junto a él estarán también Julio Cerezo, experto somelier de San Miguel y el actor Sergio Otegui, como maestro de ceremonia.
A las 20:00 horas me presento en la Plaza de España, cámara en mano. Allí me encuentro con Rebeca del blog Viajeros 3.0 y compañera de la Asociación Castilla y León Travel Bloggers. La pasada noche estuvo otra compi, Mónica del blog El Viaje de Sofi. También con unas cuantas caras conocidas, compañeros de medios de comunicación, y gente a la que no conozco. Vamos subiendo expectantes al autobús.
El run run en el autobús es sobre la duda de donde será. Ponemos rumbo hacia Madrid y nos desviamos hacia la carretera de Soria. 20 minutos más tarde se despeja la incógnita, pues nada más pasar el pueblo de Hontoria de la Cantera cogemos un desvío y sospecho que el lugar va a ser el antiguo Polvorín abandonado. En él, estuvimos hace un año visitándolo y además escribimos un post con la historia y como verlo, que podéis leer aquí.
Al llegar nos recibe Sergio Otegui, que con unas pocas palabras nos da la bienvenida a Exploratorium de San Miguel Selecta, un viaje gastronómico.
EXPLORATORIUM
Entramos, todo está muy oscuro, solo unas pocas luces led semejando luz de antorchas. Vamos subiendo poco a poco hasta llegar a una pequeña entrada construida para la ocasión, donde unas azafatas nos están esperando para acompañarnos hasta una barra repleta de cervezas San Miguel Selecta.
En este lugar, Julio nos hace una demostración de cata. Nos cuenta que es una cerveza de categoría extra de maduración en bodega en el segmento premium, por estar elaborada con un mosto con muy alto contenido en cereal. El primer contacto con el paladar es suave, para después desplazarse a sabores marcados de sus 3 maltas y finalmente terminar con un regusto amargo y persistente de sus 3 lúpulos. Una cerveza con sabor a malta tostada, con intensidad media y refrescante.
Tiene una graduación alcohólica de 6,2º y la temperatura óptima para su consumo es entre 6º y 8º. Entra Miguel Cobo también en acción con unos snacks y bocados que acompañan en un perfecto maridaje.
Primero un Crujiente de kikos con paté meloso de lechazo. Nos cuenta Cobo, que la textura crepitante del maíz junto con el suave carbónico de la Selecta son el contrapunto a la textura cremosa del paté, mientras los matices maltosos y suavemente amargos de la cerveza armonizan con el sabor intenso de este snack.
Mientras seguimos degustando esta rica cerveza, los camareros nos traen primero un bocado de Salmón cítrico, sanbaizu y aguacate fermentado. Todo un recorrido sensorial por sabores, aromas y texturas como el que hace el salmón, que a lo largo de su vida viaja de aguas dulces a saladas, vive en ellas y regresa para reproducirse al lugar donde nació.
El último bocado es un Airbag, cremoso de sobrasada, nata ácida y sardina ahumada. Ingredientes que evocan del Mediterráneo al Cantábrico.
Cerrar los ojos mientras degustas estas delicatessen te hace viajar en el tiempo a hace 1.000 años, cuando estas canteras eran explotadas para extraer la piedra. Piedra que sirvió, para construir la Catedral de Burgos, el Castillo de Burgos, la Casa del Cordón o el Arco de Santamaría, entre otros. Es un momento mágico.
Tras esta primera experiencia nos trasladamos al final de la cantera, donde han dispuesto un comedor con todos los detalles en un marco único para una cena excepcional. Antes hacemos una parada en un photocall muy viajero para hacernos una foto de grupo.
Ahora si, nos sentamos a cenar. Nuestro chef y amigo Estrella Michelín, Miguel Cobo, nos va explicando plato por plato lo que vamos degustando. A la vez que el somelier Julio, nos da las pautas para no perder un aroma.
Comenzamos con:
- Ceviche de gamba roja, acidulados y piña.
- Espárrago de Tudela, carbonara, anguila y cremoso helado de suero.
- Merluza del Vallés, cachón y pil pil de maracuyá.
- Rabo de Santa Rosalía, tuétano y leche agria.
Y terminamos con un prepostre y un postre:
- Fresas con nata.
- Mango, maracuyá y cítricos.
Después de leer los enunciados de los platos y ver las fotos, seguro que vuestras papilas gustativas se habrán activado. Imaginaros lo que hemos sentido los pocos afortunados que hemos tenido el privilegio de vivir esta inolvidable expedición gastronómica.
Tras el café, solo queda montarnos en el autobús y regresar a Burgos. Una vez en casa me cuesta conciliar el sueño, pensando en lo que acabo de vivir.
La próxima vez que oigáis hablar de mesas nómadas ya sabréis algo más. Donde será el próximo año?…
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