Nos levantamos a las 7:00 horas. Tras aseo vamos a la cocina del hotel para prepararnos un café con leche. La cocina da bastante asquito, pero para calentar agua sobra. Lavamos 2 tazas, Nescafé, el brik de leche que compramos ayer y las galletas de chocolate.
A las 8: 15 salimos del hotel. Decidimos ir andando, no está demasiado lejos, aunque el calor ya le pega de caray. La verdad es que es un paseo agradable.
Nos sigue impresionando lo caóticas que son estas grandes ciudades. Tráfico, gente, suciedad, aceras con bordillos altísimos…
Cruzar es un acto de suicidio, del cual sobrevives…casi siempre…jajaja.
BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA
Fue construida en conmemoración de la antigua Biblioteca de Alejandría, destruida en la Antigüedad, intentando reavivar la brillantez que este anterior centro de estudio y erudición representó. Está situada en el malecón de Alejandría, cerca del lugar donde se supone que se encontraba la antigua biblioteca.
Tiene una superficie de 36 770 metros cuadrados con una altura de 33 metros. Consta de once niveles, de los cuales cuatro se hallan por debajo del nivel de la calle. Posee una sala hipóstila de estilo egipcio, sostenida por columnas de hormigón y madera noble, situada en el centro del edificio, destinada para lectura, con un aforo de 2000 personas. Su cubierta es circular, haciendo así un homenaje al dios egipcio Ra, el dios del Sol. Esta cubierta está diseñada y construida de tal manera que la combinación de vidrio y aluminio tamiza la luz interior, mientras que por fuera se refleja hacia el Mediterráneo, como un recuerdo del famoso Faro de Alejandría.
Las obras empezaron el 15 de mayo de 1995 y se terminaron el 31 de diciembre de 1996. El 16 de octubre de 2002, la actual Biblioteca de Alejandría abrió sus puertas, 1360 años después. A su inauguración acudieron tres reinas: la de España, la de Suecia y la de Jordania, además de algunos jefes de Estado. Quizás la foto de ayer de la Reina Sofía en el Fish Market fuese de este día.
Llegamos a la Biblioteca de Alejandría a las 8:40 horas. Hay que comprar entradas. Nos ha costado un poco encontrar por donde se accede, pues hay calles cortadas y la policía y la gente poco o nada te ayuda.
Para interés del viajero, la taquilla está en la calle trasera de la avenida del mar. En el edificio justo antes de la Biblioteca.
Hay unas cuantas personas en la cola. Lo peor, es que hay que estar al sol. A las 9:15 abren la persiana. Es importante en tiempos de pandemia ir pronto, pues solo venden 200 entradas al día.
Pagamos 70 Le cada uno y los egipcios pagan 3 Le, somos los únicos extranjeros. Hay que ponerse mascarilla en todo momento.
Pasamos varios controles antes de entrar. Revisan mochilas, no tenemos pegas. En el patio hacemos cola pero ahora ya a la sombra. Cuando nos toca nos toman la temperatura, aunque ni la miran, también nos dicen que dentro no se puede comer. Cuando pasas la puerta por fin, otro escáner de equipaje y nos rompen la entrada.
El interior es muy moderno, del 2002, pero la primera vista nos gusta. Vemos muchas cintas de prohibido. Cómo? No se puede ver más? Menuda decepción. Con todas las restricciones del Covid, sólo se puede ver una ínfima parte. Una gran pena.
Recorremos y hacemos fotos a todo lo que podemos. Aunque al ser abierta y diáfana se aprecia toda su magnitud.
Hay diferentes placas, bustos de escritores premios Nobel y curiosidades literarias como un banco que es un libro.
También una planta con imprentas antiguas y otros elementos de colección. Pero esto solo lo podemos ver desde arriba, pues tampoco a esta planta dejan acceder.
Antes de marchar aprovechamos para ir al baño pues suponemos que estarán bien, cosa difícil en este país, sobre todo para las chicas. Esta en la planta -1 y vemos que aquí está también el Museo de Antigüedades, cuesta 50Le. Nosotros no entramos.
A las 11:30 horas salimos y rodeamos el edificio. Aunque en realidad hay que dar una buena vuelta. Solo se ve bien la zona de piedra con inscripciones, la otra hay una valla alta que no deja ver nada. En la parte de atrás vemos que hay facultades. La de Comercio es la primera que vemos.
Tras unas fotos caminamos en dirección a la estación de trenes para cambiar dinero. En el hotel nos dijeron ayer que hay varias oficinas de cambio. Pasamos por la facultad de Odontología, la de Medicina con Hospital Universitario y la de Farmacia.
Tenemos hambre y nos compramos una shawarma de pollo para los dos, 35Le. En el puesto no pone nada en inglés y unas almas caritativas nos ayudan. Nos parece que está delicioso. Que cosas se desayunan cuando estás fuera!!!
Tras 45 minutos caminando con la inestimable ayuda de la app maps.me llegamos a la estación y ya que estamos la queremos ver. No nos dejan entrar ya que no tenemos billete. En fin, hay cosas que no se entienden.
Preguntamos en la calle por alguna oficina de cambio de dinero. Nos dicen por un lado, no lo vemos claro. Preguntamos a otro, nos manda para el lado contrario. Al final decidimos irnos a ver las catacumbas que según un chico no están lejos, a unos 2 km.
Y comienza el callejeo por la Alejandría profunda. Maps.me nos va guiando por calles y callejuelas.
Y callejeamos, y callejeamos… La suciedad, los edificios mugrientos y la gente diciéndote welcome!!! según pasamos, es uno. Compramos agua fría cuando se acaba, importante estar bien hidratados, porque con este calor.
Lo que nos damos cuenta en este callejeo es que las calles están divididas en gremios. Talleres de coche, madera, zapatos, ropa, muebles, antigüedades,…
Llegamos a la Columna de Pompeyo.
COLUMNA DE POMPEYO
La Columna de Pompeyo está situada en el parque arqueológico de la ciudad, en el lugar donde se hallaba en la Antigüedad el templo del Serapeo (un monumental santuario para el culto de Serapis, fundado en el año 300 a. C. por Ptolomeo).
Es una columna hecha de granito rojo de Asuán, y es la mayor de este tipo construida fuera de las capitales imperiales de Roma y Constantinopla.
Tiene 20,46 m de altura, con un diámetro de 2,71 m en su base y su peso se estima en 285 t. Incluyendo su base y su capitel, la columna alcanza los 26,85 m de altura.
La vemos desde la calle por la que llegamos. Es muy alta y con 2 esfinges custodiándola. El sol esta de frente y se hace difícil hacer una foto. Nos acercamos a la entrada y al ver que cuesta 80 Le cada uno, decidimos no entrar, ya que no hay mucho más que ver, que lo que hemos visto ya. Desde la misma taquilla se ve perfectamente.
Seguimos caminando y muy cerquita de las catacumbas, vemos una barbería y decido afeitarme. Son 20 Le. Adelante. Empieza depilándome las cejas, pómulos y orejas con un hilo. Uyyyyyy, duele!!!
Me deja guapísimo jajaja, se lo curra mucho. Me pone varias cremas con un pequeño masaje El apurado perfecto. Le pago algo más de lo que me había pedido, un barbero muy majete y buena gente.
CATACUMBAS DE KOM EL SHOGAFA
Llegamos a las catacumbas. Enseño el carnet de prensa y tras ir a buscar la chica a la jefa, me dice que la cámara de fotos la tengo que dejar en consigna y que entramos gratis. La entrada son 80 Le cada uno.
Empezamos por una tumbas en el exterior. La primera está toda policromada, muy bonita. Las otras dos, sin mucho interés.
Vamos a lo que nos interesa. Las Catacumbas.
Las catacumbas de Kom el Shogafa están situadas en la calle Bab el Molouk, en el barrio Karmouz. Sus decoraciones en bajorrelieve muestran una mezcla entre las formas artísticas egipcias y greco-romanas, y está considerado como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la ciudad.
Este conjunto de catacumbas, datadas en el siglo I y principios del II, época de dominación romana, fue descubierto en 1892. Llamadas también Catacumbas de Alejandría, reciben el nombre por la similitud de su diseño con las catacumbas cristianas de Roma. Parece probable que fuese en origen una tumba privada, convertida después en cementerio público.
Desde su descubrimiento los dos niveles inferiores estaban sumergidos, tras el descenso del nivel del agua en 1995 solo queda sumergido el más bajo.
Comprende tres niveles, con numerosos pasajes, vestíbulo, antecámara, cámara funeraria y nichos excavados en la roca. (wikipedia)
Con el sol que hace, se agradece algo de sombra. Aunque pensábamos que eran más fresquitas. Comienzan con una escalera de caracol, con ventanas para dejar pasar la luz.
El primer piso gira alrededor de un centro con columnas y se divide en diversas salas con multitud de tumbas. Sarcófagos y nichos. Nos metemos por todos los lados, como siempre.
Bajamos al segundo piso y….esto sí, oh, sorpresa. Un par de columnas con capiteles, dan entrada a la cámara funeraria. Flanqueando la puerta dos rosetones con medusas y debajo dragones con forma de serpientes.
En la cámara hay 3 sarcófagos con decoración grecorromana. Encima de él, bajo relieves egipcios. Todo de una gran belleza. Nos quedamos un buen rato. Seguimos explorando. Es un auténtico laberinto de tumbas y nichos excavados con gran precisión.
El tercer nivel no tiene gran cosa.
Es hora de volver a salir al infierno. Fuera hay diversas piezas encontradas en las excavaciones.
Son las 14:45 horas, habrá que mirar donde comer. La verdad es que en esta ciudad, salvo en las zonas junto al mar, hay pocos sitios donde comer, al menos para nosotros.
Después de callejear mucho, encontramos un sitio que hacen brochetas a la brasa. Nos morimos de hambre, así que no buscamos más.
Decidimos comer dos brochetas de pollo y dos de kofta (carne picada aderezada con varias especias). El sitio deja mucho que desear en cuanto a limpieza, pero…this is Egypt!!!. Lo menos malo que podemos coger es el coronavirus…
Tardan un poquito, son las 16:30 horas. Ponen de acompañamiento como siempre varios platitos. De tahina, baba ganouch, ensalada, verduras cocinadas y remolacha encurtida, muy buena.
Debajo de la carne también arroz. El pollo esta condimentado y muy sabroso. Todo muy bueno y abundante. Sólo un pero, a mitad de comida, apareció una cucarachita en la mesa. Dios mío!!! Terminamos y nos vamos, todo 120 Le.
Camino hacia el hotel buscamos una oficina de cambio. Al final encontramos una y procedemos. El cambio a 18,36Le por 1€.
Vemos varias tiendas de antigüedades y entramos a preguntar por varias cosas. Algo cae. Les encanta tunear los vehículos, todo colorines y luces.
Las tiendas de ropa dan mucho juego en comentarios, pues es muy diferente al standar europeo. Hasta un «Corte Inglés» ya cerca del hotel. Compramos agua y dos brik de leche, 15 Le.
Al subir, ducha y café, escribir, preparar mochilas y descansar, que llevamos una tralla hoy…Buena pateada la que hemos hecho por Alejandría, unos 18 km andados, que no está mal. Es la manera de descubrir una ciudad.
Terminamos con dos cervezas. Alejandría, te hemos disfrutado.
Besos y abrazos según corresponde.
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