El despertador suena a las 8:00 horas. Hoy el plan es coger el tour gratuito de Newberlin para visitar la ciudad de Berlín. Después de la correspondiente ducha nos bajamos al sótano del hotel y sacamos de la maquina un par de capuchinos y un pequeño brazo de gitano.
Salimos a la calle todavía con las legañas en los ojos y nos dirigimos hacia el norte con el metro hasta Eberwalter Strasse. La línea está en obras, así que nos tuvimos que bajar una antes.
Fuimos desde aquí andando hasta el parque Mauer Park pues nos dijeron en recepción que había un mercadillo. Estuvimos dando vueltas sin encontrarlo, hasta que después de tomar la decisión de ir andando hasta otra boca de metro dimos con él.
La verdad es que es bastante curioso, mucha baratija pero también cosas que nos llamaron la atención como unos puestos que tenían montones de discos de vinilo, otro tenia montones de cámaras de fotos antiguas.
También había puestos de salchichas y otros con dulces. Mucha gente curiosa. Después nos fuimos a coger el metro a Bernauer hasta Pariser que es donde está la Puerta de Brandemburgo.
Nada más salir del metro aparece ante nosotros la puerta. Como ya estábamos avisados no nos decepciona nada, pues no es una puerta demasiado grande y la gente siempre se espera encontrar una puerta colosal.
En el medio, delante de ella, vemos a unos chicos vestidos con uniformes de guerra de los diferentes bandos. Te puedes hacer fotos con ellos, a razón de 2 euros por foto.
A derecha e izquierda vemos diferentes edificios que no llaman nada la atención. Junto al Starbucks vemos bastante gente y nos damos cuenta que son los de Newberlin. Decimos que queremos el tour gratuito de la ciudad en español y nos dan 2 ticket. Nos dicen que a las 11:20 horas empieza.
Como quedan 15 minutos damos una vuelta por la puerta y al cruzar al otro lado vemos a la derecha el Reichstag. Es el parlamento con su famosa cúpula de cristal de Norman Foster. Al fondo a lo lejos vemos la estatua de la victoria y a la izquierda vemos la embajada americana. Con las mismas nos volvemos a acercar al Starbucks y esperamos hasta que una chica empieza a hablar en español diciendo que los del tour de la ciudad nos acerquemos. Como somos muchos hacen 2 grupos de unas 20 personas cada uno. La guía que nos toca a nosotros se llama Luciana, chica argentina que lleva 2 años y pico viviendo en Berlín. Lo primero nos explica el porqué del tour gratuito y es que al acabar, en función de lo que a cada uno le parezca, se le da la voluntad.
Nosotros en varios foros leímos que habían solido dar 5 euros por persona, vimos a una chica darla 25, así que cada uno es libre de dar lo que considere oportuno. Como hacía bastante frío nos dice que vayamos al museo de las artes que está enfrente del Starbucks que allí estaremos más calentitos.
Una vez dentro y sentados la mayoría en el suelo, nos empieza a relatar la historia de Berlín y los incontables sucesos que ha vivido la Puerta de Brandemburgo. Se construyo entre 1788 y 1791 y en 1794 se añadió la cuadriga que está arriba. En 1806 Napoleón entro triunfal a través de la puerta y se llevo la cuadriga al Louvre de París. En 1814 un rey prusiano la trajo de vuelta. Sobrevivió a la primera guerra mundial, después con gigantescas esvásticas colgadas desde lo alto vio el paseo triunfal de Hitler cuando entro en Berlín.
También sobrevivió a la segunda guerra mundial y fue lo único que quedo en los alrededores. Más tarde quedo dentro de la línea de la muerte entre los dos muros que se construyeron. En el 1989 y tras el derribo del muro los berlineses pudieron volver a pasar por ella.
Por todo ello es el símbolo más apreciado por todos. Los edificios que hay junto a ella son poco llamativos, porque así se acordó cuando se empezó la reconstrucción de la plaza. Muchos de ellos son de arquitectos de mucho prestigio, que se limitaron a hacer sus obras en el interior dejando las fachadas sencillas para no eclipsar a la puerta. La verdad es que el relato nos dejo a todos con la boca abierta. Junto al museo de las artes esta también el hotel Adlon, que es un hotel de super lujo, de fachada sencilla también pero el interior debe de ser una pasada. Aquí fue donde Michael Jackson hizo la chorrada de sacar a su hijo por la ventana. La habitación en cuestión cuesta solamente 12.500 euros y lo mejor de todo es que no incluye el desayuno, la habitación más barata cuesta 300 euros.
También nos estuvo relatando todo el periodo del muro, que es una historia alucinante. El que quiera saber más que lo busque que hay mucha información al respecto. Con las mismas salimos a la calle y cruzamos la Puerta de Brandemburgo. Al otro lado nos estuvo explicando un poco sobre el Reichstag y como quedo toda la zona después de la II Guerra Mundial. También la zona de los “rascacielos” que se ve hacia el otro lado, de los que destaca la cúpula del Sony Center. La cúpula de este se asemeja al volcán Fujiyama de Japón.
Seguimos caminando hacia la izquierda de la puerta. 200 metros más tarde llegamos al Monumento al Holocausto. Es el memorial dedicado a los judíos asesinados durante el régimen nazi en toda Europa diseñado por el arquitecto norteamericano Peter Einseman.
Se puede caminar entre los bloques por una especie de laberinto que se eleva o desciende ligeramente. El significado, cada cual que saque sus propias conclusiones. Debajo de este está el museo del holocausto, que no hemos entrado a verlo aunque ganas tenemos, no sé si tendremos tiempo de volver a verle.
De aquí nos vamos a ver el lugar donde estuvo el Bunker de Hitler, hoy en día es un parking exterior y no queda nada. Solo hay un cartel donde se informa de ello. Han querido que aquí haya nada para que nadie, que todavía comulgue con esas ideas, pueda venir a utilizarlo como lugar de culto. De aquí vamos a la calle Vosstrasse que es donde estuvieron los principales edificios del gobierno durante el III Reich, entre ellos la cancillería de Hitler. Hoy en día solo queda lo que fue el ministerio de aviación del III Reich que no fue bombardeado por requisar la inteligencia alemana que allí había. Hoy en día es el ministerio de economía alemán.
Cerca hay un trozo de muro que se puede visitar y detrás hay un solar vacío donde estuvieron edificios como el cuartel general de la Gestapo. Hoy en día está la exposición fotográfica del terror abierto de 10:00 a 18:00 y entrada gratuita. La sede son los restos de los sótanos del cuartel de la Gestapo. Hay documentos, fotografía de los gerifaltes, los matones de las SS y los ejecutados, torturados o detenidos, generalmente disidentes políticos, izquierdistas, sacerdotes católicos o ciudadanos judíos.
Muy cerquita de aquí está el Checkpoint Charlie, hoy en día una turistada. Una caseta imitando a la que hubo y 2 hombres disfrazados uno de americano y el otro de soviético para hacerte la foto cobrándote. Se suelen enfadar si haces fotos sin pagarles. En su día fue donde estuvo instalado el célebre control que delimitaba el sector norteamericano con el soviético. Durante los 28 años que duro el muro en este lugar estuvo apostada una caseta con la bandera americana y un puesto de vigilancia. Una pancarta anunciaba: “esta usted saliendo del sector americano”.
Era el único lugar por donde podían pasar los diplomáticos y los turistas. El lugar fue escenario constante de las tensiones de la guerra fría cuyo punto álgido tuvo lugar en octubre de 1961. Cuando, recién construido el muro se enfrentaron los tanques soviéticos y estadounidenses y a punto estuvo de estallar nuevamente otra guerra.
De aquí nos fuimos a una cafetería a hacer un alto en el camino y entrar en calor. Tras media hora de recuperar fuerzas nos volvemos a echar a la calle. La siguiente parada la hacemos en Gendarmenmarkt. Una histórica plaza considerada de las más bellas de la capital, que se inspira en las plazas italianas renacentistas. Su nombre proviene del francés gents d’armes, gente de armas, y del alemán mark porque había un mercado.
A ambos lados de la plaza se encuentran 2 iglesias gemelas: catedral francesa (Französischer dom) fue construida en 1705, el edificio recuerda en sus líneas la iglesia protestante y la catedral alemana (Deustscher dom). Permitió su construcción el rey Federico II, una para los luteranos y la otra para los calvinistas. Entre las dos iglesias se construyo en pequeño teatro de conciertos de estilo neoclasicismo románico. La plaza casi no la vemos pues está llena de mercadillos navideños. Sitio muy recomendable de visitar.
Continuamos caminando hasta la Bebel Platz. Es una amplia plaza en plena avenida bajo los tilos (Unter Den Linden). Fue en el año 1933 testigo de un cruento hecho: estudiantes nazis quemaron libros de judíos y de intelectuales antifascistas. Se sabe que el nuevo de libros devastados por las llamas supero los 20.000. Hoy podemos ver un recordatorio de esos hechos en un memorial subterráneo que vemos desde arriba a través de un cristal consistente en estanterías blancas vacías, y una inscripción que data de 1822 donde se puede leer algo así como “en un lugar donde se queman libros más tarde se queman personas” y es que es un hecho que ha sucedido muchas veces a lo largo de la historia.
La verdad es que sobrecogedor. En la plaza podemos ver la antigua biblioteca nacional con una larga fachada de estilo clásico, de aquí fue de dónde sacaron los libros que fueron quemados en la plaza.
También podemos ver la Ópera Nacional construida en 1741, fue el primer edificio teatral que se construyo en Alemania y hoy en día es una de las mejores de Europa junto a la de Viena o Milán. A Hitler le encantaba la opera sobre todo de Wagner. Durante la II Guerra Mundial fue bombardeada y Hitler mando reconstruirla, algo que duro 11 meses. Meses más tarde de su reapertura fue de nuevo bombardeada. Casi escondida en un rincón de la plaza está la catedral católica.
Durante el régimen nazi fue uno de los centros de la resistencia contra Hitler. Su forma recuerda a una taza invertida y los alemanes cuentan que esa forma es debido a que, cuando el rey estaba pensando en su diseño se le cayó una taza de té que estaba tomando y se le ocurrió dar esa forma a la catedral.
Enfrente al otro lado de la avenida se encuentra la Universidad de Humboldt. Edificada hacia 1750, fue un regalo del rey a su hermano, la planta tiene forma de H. De aquí han salido 29 premios noveles entre ellos Albert Einstein. Es la universidad más prestigiosa de Alemania y una de las más importantes del mundo.
Seguimos caminando pasando por el Museo de Historia y otro edificio donde han hecho un memorial al dolor y en su interior se puede ver una escultura de una madre sujetando a su hijo soldado muerto entre sus brazos. Encima hay un agujero en el techo por donde cae el agua cuando llueve mojando la escultura pareciendo las lagrimas derramadas de la madre. Llegamos a la isla de los museos donde nos dio una breve descripción de lo que en ellos se puede ver. La visita la acabamos junto a la Catedral de Berlín, aunque realmente nunca ha sido Catedral en el sentido estricto de la palabra, ya que nunca estuvo alojado ningún Obispo Católico, es una iglesia evangélica. Una visita muy constructiva y amena que nos ha hecho comprender mejor esta ciudad y que aconsejamos totalmente.
Ya por nuestra cuenta nos fuimos al lado de la Bebel Platz donde habíamos visto unos chiringuitos para comer unos perritos calientes aquí llamados Currywurst y así meter algo caliente al cuerpo, la verdad es que el invento este de las salchichas están buenísimas. Puede ser la salchicha metida en pan con mostaza y/o kétchup o salchicha con patatas y/o champiñones y/o verdura. Nos encontramos españoles por todas partes, la verdad es que españoles e italianos les hay a patadas.
Seguimos caminando aprovechando los últimos minutos de luz y lo primero que visitamos es la iglesia de Santa María que es la segunda más antigua de Berlín, construida hacia 1270, ha sufrido muchos incendios y reconstrucciones a lo largo de su historia, es de estilo gótico propio que se dio en el norte de Alemania y es de confesión luterana. Esta iglesia está muy cerca del ayuntamiento. Después vamos caminando hasta Alexander Platz. Esta plaza después de los bombardeos de la guerra quedo en la zona soviética, con lo que reestructuro de acuerdo a los austeros cánones estéticos impuestos por el régimen. Días antes de que cayese el muro en esta plaza se concentro más de medio millón de personas que clamaban por la unión de las 2 Alemanias y la caída del régimen.
Vemos en la plaza a parte de la torre de la televisión, el Reloj de las Horas del Mundo. Este reloj circular, también llamado reloj universal, marca la hora en diferentes capitales del mundo. La plaza es un importante nudo de transportes.
Con las mismas nos cogemos el metro hasta Potsdamer Platz y damos una vuelta por el Sony Center, es un conjunto de edificios todo de cristal y la cúpula que hay en medio se asemeja al volcán Fujiyama, iluminado es espectacular, fuera esta el boulevard de las estrellas, donde hay estrellas en el suelo firmadas por gente del mundo del cine alemán sobre una alfombra roja. Nos cogemos el autobús número 200 que es un autobús de dos pisos que recorre todo el centro. Nos subimos a la parte de arriba y vamos viendo el Berlín nocturno hasta Alexander Platz y una vez aquí nos cogemos el autobús número 100 que es similar al 200 y vamos hasta Zoologischer Garten donde vemos por fuera la iglesia del recuerdo junto al pintalabios y la polvera.
Nos metemos en un supermercado y compramos pan, cosas para el desayuno y unas cervezas, a destacar como curiosidad que en las cervezas a parte del precio nos cobran 0,8 céntimos por cada botella de impuestos y en la botella de agua de un litro 0,25 también de algún impuesto. Aprovecho para decir que el agua aquí es muy cara, un botellín en un bar no menos de 1,5 euros y en supermercado sobre 1 euro. Una coca cola de 50 cc. en bar cuesta sobre 1,5 euros y en supermercado sobre 0,85 euros. La cerveza dependiendo de marcas claro, pero marcas normales más o menos como la coca cola. Una barra de pan 2 euros. Con las mismas cogemos el metro y nos vamos al hotel a descansar un poco y a cenarnos un bocata de embutido made in Spain.
Después, sacando fuerzas no sé de donde, nos vamos a dar una pequeña vuelta cerca del hotel por el barrio judío en torno a la calle Oranienburger. Vemos la nueva sinagoga, el edificio por fuera es bonito pero nos han aconsejado no entrar pues te cobran 10 euros y no hay nada interesante. Esta zona lo llaman el barrio rojo de Berlín, pues es donde están las prostitutas. Nosotros no vemos muchas, debe de ser el día de descanso, por lo demás no hay nada que llame la atención hasta casi al final de la calle dirección opuesta a Alexander Platz que es donde está el corral en ruinas, pues así quedo después de la guerra lo que había sido un pasaje comercial que comunicaba esta calle con Friedrichstrasse.
Cuando cayó el muro, un numeroso grupo de artistas “okuparon” para formar una cooperativa que contaba con un teatro, un cine y un café Zapata, todos ellos locales del cutrerio más ortodoxo. Esto se llama Tacheles, es una pasada, totalmente alternativo. Hay varios baretos donde suelen organizar conciertos a menudo. Al entrar vemos a la gente alrededor de fogatas bebiendo cervezas, charlando y escuchando música. Parece ser que en poco tiempo van a demolerlo todo, una pena.
Recomendaciones de alojamiento en Berlín.
Y con las mismas al hotel a descansar del largo día.
Besos y abrazos según corresponda.
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