Hoy el despertador suena a las 8:00. Recogemos y bajamos a desayunar. El desayuno típico estos días: bollitos de pan con mantequilla y mermelada, embutido, huevo cocido, quesitos y café con leche. Muy bueno todo. La señora nos ofrecía más por si no era suficiente, y nos ayudan a traducir, ese ofrecimiento, unos señores que se alojan en la misma casa.

Hoy el día está más despejado, hace sol y no hay tantas nubes por lo que disfrutamos del paisaje. La carretera tiene un pequeño tramo en Austria, hoy podemos aprovechar y hacemos unas fotos. Seguimos por una zona con lagos y seguimos un desvío por la carretera hacia Vorderriss, no nos parece tan impresionante como pone en la guía.

ARANCHA JUNTO A UN CARTEL DEL TIROL

ARANCHA JUNTO A UN CARTEL DEL TIROL

BAD TÖLZ

Seguimos carretera hacia Bad Tölz, aquí toca parada, dejamos el coche en zona de pago cerca de una de las oficinas de turismo. Empezamos a recorrer la calle y zonas principales, es muy evidente y ya empieza a haber turismo recorriendo esa zona, eso siempre ayuda a ubicarse.

BAD TÖLZ

BAD TÖLZ

BAD TÖLZ

BAD TÖLZ

BAD TÖLZ

BAD TÖLZ

Alrededor de 1180 el noble Heinrich von Tollenz construyó en este lugar una castillo para controlar los dos caminos de sal, que cruzaban aquí el río Isar. En el año 1331 el emperador Luis el Bávaro otorgó al pueblo de Tollentze los derechos de mercado. Tölz comenzó a prosperar por el intermediación en el almacenaje de sal en los cobertizos a los largo de una de sus calles, la Salzstrasse. El descubrimiento de las fuentes de yodo en 1845 convirtieron a Tölz en un balneario y desde 1899 se le dio el título de Bad Tölz. El río Isar separa el barrio termal del casco antiguo en la orilla derecha.

ARANCHA JUNTO A UN HOMBRE CON EL TÍPICO TRAJE BÁVARO

ARANCHA JUNTO A UN HOMBRE CON EL TÍPICO TRAJE BÁVARO

El paisaje que nos rodea además del sol con el que hemos amanecido hacen de todo lo que vemos aquí una continua estampa de postal. Pasado el río subimos por la Markstrasse, es la calle comercial esta bordeada de pequeñas tiendas, cafés y negocios especializados en trajes típicos de Tölz. Llegamos hasta la oficina de turismo, la ciudad es muy bonita y cuidada, con fachadas pintadas en estilo de luftlamerei. Vemos que en esta zona se concentran bastantes actividades como la música y el teatro de calle.

Paseamos por la Salzstrasse y llegamos a la Mühlfeldkirche esta iglesia se empezó a construir en el s. XVII, nosotros nos la encontramos cerrada. Seguimos el paseo disfrutando de una  ciudad que merece mucho la pena. De vuelta recorremos otra zona pasando por la zona del Ayuntamiento y volviendo a cruzar el río por el mismo puente. Antes de marcharnos pasamos a ver la Franziskannerkirche.

Seguimos ruta pasando por Benedikteuern, Kochel am See, con vista de un bonito lago, en la subida por la carretera paramos para hacer una foto.

Las curvas nos llevan al siguiente lago Walchensee, en el que hacemos otra parada. Esta vez más tranquila. Este descanso nos permite un paseito y nos sentamos en unas rocas mientras disfrutamos viendo practicar deporte a varios sufistas. Hace mucho calor y nos quemamos un poco.

LAGO WALCHENSEE

LAGO WALCHENSEE

MITTENWALD

Previo a la siguiente parada paramos a comer en un área de descanso que nos ofrece unas buenas vistas sobre el Sugspitze la cumbre más alta de Alemania con 2962 m.. Mittenwald, un bonito pueblo rodeado por los montes Karwendel, como dice en la guía parece de postal. Un gran “catalogo” de casas con fachadas pintadas luftlamerai en un centro urbano concurrido y turístico. Es uno de los centros más importantes en  la fabricación de instrumentos de cuerda en Alemania, sobre todo de violines.

MITTENWALD

MITTENWALD

ARANCHA EN MITTENWALD

ARANCHA EN MITTENWALD

GARMISCH-PARTENKIRCHEN

De nuevo en carretera ponemos rumbo hacia Garmisch-Partenkirchen. Lo primero que nos llama la atención a la entrada de la ciudad son las pistas de salto de esquí famosas porque se celebraron los Juegos Olímpicos de invierno de 1936. Decir que las instalaciones siguen en uso y son instalaciones muy modernas y en alguna parte sin terminar. Lo que visitamos es la pista donde se realizan los saltos de año nuevo, es la rampa de saltos de esquí más moderna del mundo para realizar descenso y salto en Super Gigante en el Kandahar.

Subimos por la pista, con un poco de vértigo, y hacemos unas fotos muy chulas. No en vano, Garmisch y las localidades vecinas forman el centro de celebración de deportes de invierno número uno en Alemania. En la publicidad turística dice que es uno de los lugares donde las condiciones de nieve, longitud y oferta de pistas, la belleza de los paisajes lo convierte en un centro de los deportes de invierno por antonomasia.

Otra de las cosas que hacen famosa la ciudad y supone otro recurso es el de los balnearios y la posibilidad de disfrutar de la naturaleza con las rutas que acceden, entre otros espacios, al Zugspitze.

Para nosotros el hecho de estar en estas pistas de salto, de asomarnos a esa rampa que únicamente habíamos visto en televisión uf! es muy emocionante y provoca algo de vértigo. Decir que simplemente asomarte apoyado en la silla desde la cual inician el descenso con esos esquíes enormes ya impone, que será lanzarse por ella.

SUPER GIGANTE EN EL KANDAHAR

SUPER GIGANTE EN EL KANDAHAR

L. JORGE EN EL SUPER GIGANTE EN KANDAHAR

L. JORGE EN EL SUPER GIGANTE EN KANDAHAR

SUPER GIGANTE EN EL KANDAHAR

SUPER GIGANTE EN EL KANDAHAR

Con la parte sensitiva al 100 % seguimos hacia la parte antigua de la ciudad. En Partenkirchen, damos una vuelta por una calle principal, lo que vemos es que resulta ser la calle comercial por excelencia. También nos damos cuenta que el nivel de vida de la ciudad, por los comercios que que vamos viendo, no es bajo. Aquí también encontramos casas de fachadas pintadas, intentamos buscar alojamiento pero no encontramos nada asequible, ni que nos atiendan.

OBERAU

Decidimos seguir hacia Ettal. En la localidad de Oberau, junto a la carretera paramos a preguntar en un restaurante-gasthaus llamado la Góndola, el precio por noche en habitación doble son 44€, nos gusta y nos quedamos. Como es pronto, y aprovechando que también tenemos pizzería-restaurante, bajamos a tomar unas cervezas y pedimos una pizza para cenar, todo por 14 €. Echamos un vistazo a las guías y así pasamos la tarde.

Volvemos a Garmisch para buscar un local  donde conectarnos a Internet y dar noticias de nuestro paradero, pero cuando llegamos, seis de la tarde, ya está cerrado. Nos damos una vuelta, compramos un helado y a casa a dormir.

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